Lo que llamamos entre otras cosas, prestaciones por desempleo. Entre otras cosas porque el concepto real es el derecho que por cobrar un salario va adquiriendo cada trabajador tras un tiempo, y que debe cubrir sus necesidades básicas durante el período de vuelta a su actividad profesional. Los hay públicos y privados, no sólo cobrar el paro es la manera de tener una cesantía que cubra económicamente nuestros gastos en períodos de cesión de tareas laborales.
Deben estar garantizadas o al menos calculadas cuando empezamos un trabajo y son proporcionales al sueldo generalmente, a no ser que tengamos muchas cantidades variables en nómina.
A nivel estatal, estas cesantías deben además cubrir factores como la formación del trabajador y su familia, tanto desde entidades concertadas o propias del estado. También se deben utilizar desde la parte de posibilidad de adquisición de la vivienda habitual y medios de vida básicos.
Los autónomos o emprendedores, las personas de profesión liberal, empleados independientes, pymes o startups, pequeñas formaciones asociativas con ánimo de lucro, etc, cualquiera.
Todo lo que conlleve un contrato, debe llevar inherente un cese de contrato, y las condiciones deben ser habladas y negociadas también a la vez que el sueldo, aunque parezca que en la primera entrevista, que así es, no debe ser puesto sobre la mesa este tema, siempre habrá un momento antes de firmar para hablarlo de manera asertiva y consciente, y no hacerlo no ayuda a nadie ni a empleador ni a empleado, sea cual sea el tipo o modelo de colaboración del servicio.
El término ‘cese de actividad’ se lleva muchas veces el san Benito de “agorero”, y parece que si hablamos de ello estamos predisponiendo al interlocutor a pensar que no confiamos en la estabilidad del proyecto pero no es lo mismo, preguntarlo y pedir información, que exigirlo o reclamarlo antes de firmar. Hay maneras de plantearlo desde la naturalidad.
Ningún reclutador se debe sentir tensionado por atender este tipo de cuestiones igual de importantes que el mismo sueldo o condiciones laborales de entrada. Es más deberíamos pensar que las personas que se preocupen de estos aspectos, son previsoras y prudentes, que valoran la tranquilidad que supone conocer estos datos aunque nunca, o pase mucho tiempo antes de que sean llevados a efectos.
La jubilación es una forma de gestión de cesantía, y esto lo miramos con lupa ¿verdad?
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