En todos los puestos de trabajo existen relaciones dificultosas que nos pueden hacer sentir incluso miserable, o indignos ni merecedores de éxito, y cuando se repite un conflicto a una misma persona en diferentes compañías decimos que esa persona es conflictiva, cuando en realidad posiblemente estamos ante un caso de defensa personal justificada, en lugar de conformistas a los que les da igual lo que les hagan.
Pueden nuestra trayectoria y prestigio profesional ser atacados de maneras muy diversas, y ciertamente fáciles de ejecutar por perfiles profesionales incluso muy por debajo del nuestro. El dicho ¨no hay enemigo pequeño¨se lleva la palma en estos casos.
No se trata de aguantar, pero sí hay una serie de indicaciones que nos pueden ayudar mucho a evitar determinados tipos de compañeros de trabajo ciertamente dañinos.
IDENTIFIQUEMOS quiénes son los perfiles que nos llegan según nuestro propio carácter, un típico tóxico puede serlo para alguien más o menos lo mismo que para mi, conocemos ya muchos perfiles diferentes de vampiros emocionales, traficantes de poder emocional, injustificados ataques a discreción sin objetivo.
EL JEFE debe serlo independientemente de nuestros resultados, desempeños o logros no siempre dependen de él, y no hay que estar defendiéndose continuamente, estar preparados asertivamente para dar a conocer al jefe que las torres más altas también caen.
TOMAR MEDIDAS no solo hablando en persona directa al objeto del conflicto, ni esperar reiterados ataques, simplemente avisar de que se avisará al superior o responsable de RRHH lo antes posible y HACERLO, no necesitamos tantas pruebas, mayor adelantarse y prevenir males mayores.
NO GENERALIZAR porque no todos los compañeros pueden verlo de la misma manera, no difundas el conflicto, no exteriorices tu malestar en cualquier foro, no denuncies en público, no es útil y puede enconar situaciones de tensión sin necesidad.
Es más importante dedicar las energías al auto-conocimiento mediante el cual pudiéramos llegar a ser capaces de sacar algo objetivo y que valga para mejorar la situación hasta el punto de que pudiera sernos incluso de ganancia.
Cada vez que nos surja el conflicto plantéate las prioridades de tu vida al margen de ese conflicto, y nunca el cambio de empresa estará entre ellas, este momento debe dejarse para mejoras profesionales no PERSONALES.
Es decir, no se cambia de empresa para estar más a gusto con el ambiente laboral porque nunca sabremos lo que nos espera, y porque un conflicto sin resolver se va a repetir recurrente hasta que sea solucionado y de paso a otro tipo de conflictos con los que debemos aprender a convivir y aprender, cuantos más superemos mejor preparados estaremos como trabajadores y personas.
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