Marketing digital y outsourcing tras un año de Covid en nuestros negocios. Pronto llegaremos al primer aniversario del inicio de la pandemia originada por la llegada a nuestros países de la Covid-19, y lo que primero fue algo imprevisto, con el paso del tiempo ha mutado a un estado de alarma prolongado que ha repercutido en cambios en los hábitos de movilidad, consumo y expectativas sociales a corto y medio plazo.
Algunos negocios no han podido resistir y no se han adaptado al nuevo escenario. Es la ley del mercado: adaptarse a los cambios y satisfacer las necesidades del target potencial, atendiendo de forma eficiente a las características que éste reclame.
Pero otros negocios sí están aguantado posiciones, e incluso otros mejorando su cuota de mercado, a la vez, que aparecen con éxito nuevos proyectos empresariales.
En otros artículos de esta misma sección hemos abordado un decálogo y pautas para la resiliencia post-Covid, pero siempre hay un mínimo común denominador: estrategias de marketing digital para favorecer un comercio y una relación on line con el cliente, y a la vez, buscar alianzas cooperativas con otros elementos de la cadena de valor, ya sea en forma de outsourcing, o relaciones menos formales, pero que implican igualmente una segmentación y externalización de funciones en un entorno cooperativo.
Acelerar dinámicas ya iniciadas
La digitalización de muchas actividades económicas ya se venía produciendo desde hacía años, pero ahora se ha demostrado como la tecnología ha sostenido el tejido económico-productivo, pero también el social, el sanitario y el educativo cuando no ha sido imposible operar con los canales y medios tradicionales.
La digitalización ya no es sólo una cuestión de supervivencia, sino que realmente es la clave para el crecimiento de nuestra sociedad en sus más diversas actividades.
La pandemia sólo en España se calcula que ha disparado el uso de Internet y ha incorporado otro millón de usuarios habituales, y llega ya al 95,3% de los hogares.
La comunicación empresa-consumidor a través de las redes sociales había empezado mucho antes, pero ahora con la imposición de la distancia social, las limitaciones a la movilidad, el querer evitar espacios masificados y sin garantía de free-Covid, todo ello redunda en un círculo donde las economías digitalizadas impulsan la conectividad en todos los ámbitos, generan sinergias, y simplemente, se adaptan a las nuevas formas y hábitos de interrelación social.
No necesariamente sustituyen totalmente la comunicación personal en el punto de venta, ésta sigue siendo relevante, pero muchas demostraciones, muchos catálogos, muchas pruebas, e incluso simulaciones de experiencias de compra, se pueden (deben) realizar de forma on line.
Adaptación a los cambios en la movilidad y mejorar los canales de aproximación al producto
Los nuevos patrones de aproximación al producto, la búsqueda de información, la comparación entre ofertas a través de los canales on line, es propio de los hábitos de compra del siglo XXI, pero con la pandemia esta nueva forma de relacionase en (y con) el mercado se ha hecho imprescindible para cualquier empresa que simplemente quiera existir, y esto implica entender los nuevos patrones de movilidad de sus usuarios-clientes-compradores potenciales, y tener notoriedad allí dónde estos esperan que la empresa y su competencia estén presentes.
Ya no se trata de una cuestión de posicionamiento estratégico, simplemente se trata de estar presentes para existir, pues al alternativa es dejar de existir como oferta de mercado.
Según un estudio elaborado por Facebook en colaboración con la consultora Deloitte, realizado durante el mes de agosto de 2020, el 68% de las pymes españolas espera que el uso de las herramientas digitales les permita interactuar mejor con sus clientes e incluso se incremente tras la Covid-19; y este mismo estudio revela como el 46% de estas pymes ha empezado a utilizar o ha aumentado el uso de plataformas digitales para interactuar con sus clientes durante los últimos meses.
Sin duda la Covid-19 entre muchas otras cosas ha reforzado unas dinámicas anteriores, pero que ahora se han convertido en paradigma y condición imprescindible simplemente para existir como empresa.
Estrategia de distribución eficiente
Dentro de este proceso de repensar la forma en que una empresa está presente en el mercado, es el momento también de la externalización de aquellos procesos que generen menos valor añadido, y que otra empresa lo puede hacer de forma más eficiente y que a la vez nos genere un menor impacto en la estructura de costes.
A veces la propia empresa externaliza procesos en forma de una relación de outsourcing, o en otras ocasiones, es la propia empresa la que detecta que puede complementar con mayor eficiencia lo que necesita otra organización, y ya sea de una forma u otra, se exploran relaciones de colaboración.
Por ejemplo esto es lo que ha ocurrido con la start-up de logística para e-commerce llamada Paack. La empresa ya existía antes de la Covid-19, y era (y es) una empresa especializada en entregas, la cual es subcontratada por empresas como Inditex, Fnac, Nespresso, Media Mark, Amazon o Decathlon para realizar la entrega de sus productos.
La empresa ha desarrollado un software que permite al cliente final escoger en qué franjas horarias desea recibir el producto, resolviendo uno de los grandes problemas del e-commerce.
La clave en la prestación de este servicio ad-hoc está en disponer de una plataforma digital de gestión de horarios y una red de 10 centros logísticos de distribución y 20 almacenes.
Recogen los productos en las naves de las grandes marcas, y los guardan en sus almacenes hasta la franja horaria convenida. Se cumple lo que decíamos antes: adaptación eficiente a las demandas de los clientes finales mediante un colaboración estratégica entre empresas.
El factor humano dentro de la empresa
Sin duda el desarrollo tecnológico y la digitalización de la empresa ayuda a ser más competitivos en el mercado y encontrar nuevos segmentos, pero mejora la definición del servicio que se quiere ofrecer, si se implica al equipo humano de la organización en repensar el modelo de negocio, encontrar nuevas fórmulas y diseñar nuevos procesos.
Un posible mecanismo sería establecer alguna sesión de brainstorming entre nuestros colaboradores, para de esta forma ayudar a encontrar otro enfoque a lo que ya venimos realizando, o bien, con algunos cambios, adaptarnos mejor a las necesidades cambiantes de la demanda, por no hablar de encontrar colaboraciones estratégicas con otras empresas, donde cada una aporte el elemento donde se es más eficiente para construir y mejorar entre todos la cadena de valor.
Formación de calidad para adaptarse a los cambios
Hemos empezado este artículo escribiendo “marketing digital y outsourcing tras un año de Covid en nuestros negocios”, es cierto que muchas cosas que hacemos no son fruto de una voluntad inicial de innovación sino que nos vemos forzados por cambios en el entorno que nos obligan a reaccionar para seguir existiendo como organizaciones, e incluso a veces sabemos aprovechar los cambios para ganar cuota de mercado, entrar en nuevos segmentos o adquirir una ventaja competitiva.
Esta es la lógica del Máster Universitario en Dirección Comercial y Marketing del Instituto Ciencias Empresariales (ICE) de IMF, analizar los entornos cambiantes y reflexionar cómo desde las estrategias comerciales y de marketing innovamos para encontrar elementos de resiliencia y de competitividad en todos los entornos.
Marketing y Dirección Comercial con un enfoque holístico, ver y analizar todas las estrategias desde una percepción global, esta es nuestra oferta de valor.