Hoy queremos acercaros a Jane Rodríguez del Tronco, una colaboradora de IMF en el ámbito del Coaching y del Marketing Digital, curiosa mezcla que combina a la perfección con su energía y método en el trabajo.
Destacaríamos en ella su capacidad de trabajo, su tenacidad, creatividad y una ilusión arrolladora por lo que hace. Trabaja sin descanso en la consecución de un objetivo perfectamente marcado, en el que combina sus facetas profesional y personal casi sin esfuerzo.
Jane tiene una gran vocación docente, lo que hace que sus ponencias y sus manuales sean muy accesibles e instructivos.
Os invitamos a disfrutar de esta entrevista como lo hemos hecho nosotros, para que conozcáis de cerca el ejemplo de una profesional de éxito.
Queremos conocerte: ¿Cómo te describes personal y profesionalmente?
Pues, en primer lugar, me sería difícil diferenciar “personal” y “profesional”, la verdad. Lo que más destacan de mí en general es mi entusiasmo, mi capacidad para conectar ideas, personas, así como mi optimismo y mi inconformismo (en el buen sentido). Impossible is nothing! Simulando a una reconocida marca deportiva, bien podría ser mi lema.
¿Qué máximas han dirigido tu trayectoria profesional?
Para mí es de vital importancia sentirme a gusto con lo que hago, disfrutar con mi trabajo. ¡Es mi gasolina! Y necesito hacer cosas muy distintas, que impliquen cierta dosis de creatividad, y que tengan que ver con personas. Puede sonar utópico, quizás… pero me sigo levantando cada día con la ilusión de que estoy en este mundo para transformarlo, para poner mi granito de arena y ayudar a la gente a sentirse más satisfecha, a conseguir sus objetivos, a ser más feliz.
¿Cuáles consideras que son retos a medio y largo plazo en tu actividad profesional?
A medio plazo, hacer crecer The Bold Choice, el Projects Lab de Formación y Coaching que fundé hace 5 años y que es la marca con la que trabajo para empresas y directivos. En realidad me es complejo separarlo de mi propia marca personal, dado que The Bold Choice fue mi apuesta profesional cuando decidí emprender por cuenta propia, y hoy sigue funcionando así, como un laboratorio de proyectos artesanales que yo dirijo y para los que cuento con una importante red de profesionales de diversas disciplinas, según se necesite.
¿Mis otros grandes retos en el medio plazo? Por un lado, terminar mi tesis doctoral y defenderla; es una aproximación al concepto de marca personal desde la antropología, tema que me ha supuesto una defensa previa ante filósofos y humanistas. Y por otro, ¡comenzar mi blog definitivamente!
En el largo plazo… la verdad es que me veo evolucionando en la misma dirección, quizás dedicando más tiempo al Coaching, tanto ejecutivo, como de equipos, y como conferenciante y escritora… ¡UFF! ¡Esto sí que me parece serio!
¿Cómo entró el Coaching en tu vida?
Llevaba 12 años trabajando en el área comercial de diferentes multinacionales, en la última posición como Directora de Marketing para una empresa líder en el sector de la comida rápida para los países del Mediterráneo e Islandia. Sin embargo, durante los últimos años no me sentía del todo satisfecha con lo que hacía, pues algo me llamaba a cambiar, a hacer algo distinto, algo más relacionado con personas, con el desarrollo, aunque no tenía claro qué era concretamente. Unos amigos me dijeron “tú serías una buena coach“, y… ¡yo no tenía ni idea de a qué se referían! Esa noche entré en Google, me pasé horas navegando, aprendiendo del tema, ¡y a la semana me había apuntado a un curso de certificación! No sabía si me dedicaría a ello o no… De lo que sí estaba segura era de que necesitaba mi propio proceso de coaching, y este curso cumplía ambos objetivos: conocer la disciplina y ver si era lo que estaba buscando profesionalmente, por un lado; y por otro, trabajar en mi auto-conocimiento y en descubrir mi vocación, mis talentos.
Y la verdad… ¡ha sido de las mejores decisiones de mi vida! Hoy me considero coach por encima de todo, llevando el coaching tanto al desarrollo personal y profesional de personas y organizaciones, como a la formación empresarial y académica.
¿Consideras necesaria la formación en las actuales condiciones del mercado laboral?
No es que la vea necesaria… ¡es que la considero fundamental! Bien es cierto que durante mucho tiempo tener experiencia en un determinado campo suplía la formación académica. Hoy, desafortunadamente, hay mucho talento disponible en el mercado laboral, profesionales con mucha experiencia y un perfil competencial extraordinario, por lo que diferenciarse es mucho más difícil. De ahí que la formación se haya convertido nuevamente en una ventaja competitiva. Además, creo que hay que reciclarse constantemente. Y si estás desempleado temporalmente… ¿qué mejor momento para hacerlo?
La verdad, a título personal… ¡yo sería “cursillista” toda mi vida! No entiendo mis días sin aprender, sin dedicar tiempo a desarrollarme, ¡y hoy hay tantas posibilidades para estudiar!
¿Qué papel ha jugado la formación en tu desarrollo profesional?
La formación en mi desarrollo profesional ha jugado (y juega, de hecho) un papel fundamental. Y como he dicho antes, ¡no entendería mi vida sin estudiar!
Naturalmente, como mentora y coach es clave, como también lo es, y lo ha sido, para mi trabajo en diferentes organizaciones, bien cuando he formado parte de sus equipos, bien como consultora o formadora en los últimos años. ¡E incluso como emprendedora! Pues cuando estás empezando… ¡tienes que saber “casi” de todo!
¿Qué te inspira profesionalmente?
Lo que más me inspira es saber que hay gente a la que ayudo a conseguir sus objetivos, a sentirse más satisfecha, a crecer como personas, a ser más felices. Cuando recibo feedback de mis clientes, alumnos o coachees, e incluso asistentes a algunas de mis conferencias, ¡siento que levito! Es como tener la certeza de estar en el camino correcto, de recorrer la senda de mi vocación, de la misión para la cual estoy aquí. Quizás a algunos les suene un tanto “místico”, es posible… ¡pero es lo que siento! Y lo que me inspira profesionalmente cada día, definitivamente.
¿Eres optimista analizando el presente? ¿Y el futuro?
¡También! Claro que sí. Soy de la opinión de que las cosas pasan por algo, de que todo tiene una razón de ser, un sentido, ¡y de que pasan porque algo mejor nos está esperando! Lo que ocurre es que cuando sufres en el camino, el endemientras como yo le llamo, es difícil ver lo positivo de lo que estás pasando, y el victimismo tiene mucha fuerza (además de ser muy cómodo, ¡no nos engañemos!).
Pasar a sentirnos nuevamente responsables de nuestra vida, salir de nuestra caja de la comodidad, cambiar de actitud y… ¡coger el toro por los cuernos! Nunca fue fácil. Lo fantástico es que una vez que te superas a ti mismo es como una “droga”… ¡te enganchas y te predispones tú mismo para nuevos retos! En cierto modo, te vas haciendo más resiliente, más optimista, más flexible y más creativo. ¿No te parece?
¿Qué aspectos de tu trabajo te producen un mayor grado de satisfacción?
Cuando alguien, sin esperarlo, me da las gracias por lo que ha aprendido conmigo, por lo que ha crecido como persona, por lo que ha cambiado su vida en algún aspecto.
También me entusiasma crear, desarrollar nuevas ideas. Y si es en equipo, ¡aún más! Me apasiona trabajar con gente, experimentar el verdadero valor de trabajar en equipo, de aprender y crecer juntos, en comunidad.
Tres premisas básicas en el éxito de una carrera profesional.
1. Claridad en lo que queremos conseguir, en nuestras metas profesionales. Y que esto sea coherente con nuestros objetivos en todas las dimensiones de nuestra vida.
2. Desarrollo de nuestros talentos, dedicando tiempo tanto a la formación, como a la experiencia y la adquisición de habilidades y competencias. Esto… ¡sin olvidarnos de hacernos visibles!, algo de lo que también somos responsables y un elemento clave para poder trabajar en lo que nos gusta y satisface.
3. Constancia, esfuerzo y paciencia. No creo en la suerte como único factor de éxito profesional, francamente; existe, sí… ¡pero hay que estar preparados para cuando llega!
El mejor consejo que te han dado a nivel profesional es:
“Piensa, Jane, piensa” Ja, ja, ja… me río cuando lo recuerdo, pero es que Miguel Ángel (hoy un alto directivo de SC Johnson en el mundo) fue quien me enseñó a parar y pensar, a moderar mi extraversión y mi tendencia a la acción. Esto, sumado a la pasión y el entusiasmo, así como a mis ganas de crear e innovar, hacían de mí una verdadera “polvorilla” a nivel profesional. Miguel insistió mucho en que debía dedicarle tiempo a la reflexión, a pensar y a ser más paciente. ¡Y cuánta razón tenía! Tiempo para “afilar la sierra”, como diría Covey.
El mejor consejo que darías a una persona a nivel profesional actualmente es:
Descubre aquello que te gusta, aquello para lo que eres bueno, ¡entrénate y hazlo visible!