Siempre hemos escuchado que la sostenibilidad de las empresas pasa por tener beneficio, es decir, que sus ingresos sean superiores a sus gastos.
Cuando esto NO OCURRE, es decir SI tiene pérdidas y SI estas se mantienen en el tiempo, inexorablemente, más tarde o más temprano, la empresa está abocada a desaparecer.
Mi amigo Xavier, que es un sabio y brillante empresario hecho a sí mismo, me hizo una puntualización que guía mi gestión empresarial y que, haciéndola mía, repito a mis alumnos para que también sea una referencia para ellos:
Beneficio es vanidad, liquidez es supervivencia”.
A lo largo de estas líneas vamos a tratar de descubrir qué hay detrás de esta frase.
El beneficio en la empresa
El beneficio o las pérdidas de una empresa se refleja en su Cuenta de Resultados (o Estado de Pérdidas y Ganancias).
El estado financiero “Cuenta de Resultado” refleja los movimientos contables de ingresos y gastos que ha tenido una empresa a lo largo de un periodo concreto:
- Las empresas en su cierre mensual reflejan los ingresos y gastos de ese mes en particular.
- Cuando analizamos los estados financieros de cierre del año, estamos teniendo acceso a la información de los ingresos y los gastos que tuvo la empresa a lo largo de todo el ejercicio económico, que normalmente va desde el 1 de enero a 31 de diciembre de un año concreto.
La rentabilidad de la empresa en un periodo de tiempo es el saldo de la cuenta de Pérdidas y Ganancias. Este saldo está reflejado en el Balance de situación de la empresa en el Patrimonio Neto.
Cuando una empresa tiene pérdidas, coloquialmente decimos que está en “números rojos”.
¿Cómo se mide este resultado de la empresa?
BENEFICIO = INGRESOS – GASTOS
Según el plan general contable español, los ingresos se contabilizan en el grupo 7 y los gastos en el grupo 6, por lo que el resultado de la empresa, en un periodo concreto, será la diferencia entre los saldos del grupo 7 menos el grupo 6.
Midiendo los resultados de estos saldos, para un periodo concreto
- Si el saldo de las cuentas del grupo 7 es mayor que el del grupo 6, diremos que la empresa tendrá beneficio, y en el balance de situación la partida de ¨Pérdidas y Ganancias¨ tendrá saldo positivo.
- Si el saldo de las cuentas del grupo 7 menos el del grupo 6, es negativo, diremos que la empresa tendrá pérdidas para ese periodo de tiempo concreto, y en el balance de situación la partida de ¨Pérdidas y Ganancias¨ tendrá saldo negativo.
Gráficamente los Gastos e Ingresos que integran la cuenta de Pérdidas y Ganancias de la empresa son los siguientes.
Cuenta de pérdidas y ganancias
La representación gráfica del Balance de situación remarcando donde aparece el resultado contable de la cuenta de pérdidas y ganancias.
Qué es la liquidez
Según la Real Academia, la liquidez es la cualidad de un activo en convertirse en dinero.
Las empresas necesitan dinero líquido para hacer frente a las obligaciones contraídas por terceros. Un activo será más o menos líquido cuando más fácil sea esa conversión en dinero en efectivo.
Tipos de activos en la empresa
El activo de una empresa, tal y como figura en la representación gráfica adjunta, se clasifica por criterio de liquidez, existiendo 2 grandes masas patrimoniales:
Activos no corrientes
Los activos no corrientes (antes llamados activos fijos), que se integran a la empresa con carácter de permanencia; esto implica que las transformaciones en activos líquidos son superiores a un año.
Entre ellos nos encontramos los terrenos, inmuebles, maquinaria y otros activos intangibles como las patentes y marcas.
Activos corrientes
Los activos corrientes (antes llamados activos circulantes), cuyo periodo de transformación es inferior a un año.
Entre ellos estan las existencias, los clientes, los deudores y los saldos en las cuentas bancarias.
El dinero en efectivo es el activo más líquido de todos.
La liquidez de la empresa es lo que le permite a la misma hacer frente a las obligaciones de pago.
Un activo será más o menos líquido según su capacidad o facilidad de convertirse en dinero efectivo. Una cuenta corriente en un banco es un activo muy líquido, porque solo necesitamos personarnos con el DNI en la agencia bancaria donde está la cuenta de la que somos titulares y nos entregarán el dinero efectivo depositado en nuestras cuentas (o incluso podremos movilizar su saldo a través de internet si tenemos banca electrónica).
Si la empresa no tiene liquidez, incurrirá en incumplimientos con sus proveedores, acreedores, incluso con su personal, entrando en problemas que le pueden llevar a su desaparición. Asimismo, la ausencia de liquidez puede llevar a la empresa a la pérdida de oportunidades de negocio, un obstáculo para el crecimiento e incurrir en gastos de mora e impago como consecuencia de los incumplimientos.
El ratio de liquidez mide la capacidad de la empresa de hacer frente a sus deudas y se calcula por el cociente entre los activos corrientes y los pasivos corrientes
Para que la empresa no tenga problemas de liquidez este ratio debe ser superior a uno, pero lo recomendable, en la mayoría de los casos, es que sea como mínimo 1,2 para evitar ir demasiado justos.
En términos generales el saldo de liquidez es:
- >1 No habrá riesgo de impago
- <1 Habrá riesgo de impago
En un post anterior os contamos cómo calcular los ratios de liquidez.
Beneficio versus liquidez
¿Cuáles son las razones que llevan a que empresas que tienen rentabilidad contable, es decir que tienen beneficios, tengan problemas de liquidez?
Detrás de esto hay varias razones que trataré de explicar a continuación.
Criterio del devengo versus el criterio de caja
1.Para explicar la primera de ellas está el criterio del devengo versus el criterio de caja.
“Existe una diferencia de tiempo entre cuando facturamos –y, por lo tanto, cuando contabilizamos la venta- y cuando la cobramos. Igual que existe una diferencia entre cuando contabilizamos una compra soportada en factura de un proveedor y cuando la pagamos”.
- Criterio del devengo: Así es cómo contabilizamos, reconocemos los gastos e ingresos de la empresa en el momento que nace la obligación de pago o el derecho de cobro.
Estos derechos y obligaciones están reflejados en el activo y pasivos de las empresas.
En España la contabilidad se rige por el criterio del devengo, tanto para la contabilización como para la liquidación de impuestos
- Criterio de la caja: Se registran los ingresos y los gastos en el momento que se produce la salida o entrada del dinero, sin tener en consideración cuándo ha tenido lugar el nacimiento del derecho o la obligación, es decir, cuando se han producido las prestaciones de servicio o la entrega de los bienes. Para conocer las necesidades de caja de la empresa elaboraremos el estado de flujos de efectivo.
2. Diferencias en el tiempo desde que facturamos hasta que cobramos, es decir de cuándo se emite la factura y cuándo nos llega el dinero a la cuenta. Lo mismo ocurre en nuestras obligaciones de pago, ya que una cosa es registrar la factura y otra es sacar el dinero de nuestro banco y efectuar el pago. Como podéis ver, podemos vender mucho y tener grandes beneficios, pero si cobramos mucho más tarde que pagamos no tendremos dinero para hacer frente a nuestros compromisos a tiempo, cayendo en costes financieros o provocando el cierre de la empresa.
En la medida de lo posible el plazo medio de cobro (clientes) debe ser superior al plazo medio de pago (proveedores), para que no existan desfases importantes en nuestra liquidez.
3. Las amortizaciones de préstamos. Esto supone una disminución de los pasivos, pero la imputación en cuenta de resultados se hace solo en lo correspondiente a los gastos financieros de dichos préstamos.
4. Las Inversiones en activos fijos. Las compras de activos se contabilizan en balance en el momento de recibir la factura, y se pagan en el momento en función de los plazos acordados, lo cual supone una disminución de la liquidez de la empresa, pero su imputación contable a resultados se hace por años, vía amortización de dichos activos.
5. Movimientos contables que no implican desembolso pero si minoran el resultado contable como son las amortizaciones, las provisiones de impagados o las de insolvencias, afectando al resultado, pero sin suponer un flujo de fondos.
6. El IVA e IRPF retenido, que periódicamente la empresa debe liquidar a la Hacienda Pública. Este no tiene consideración ni de gasto ni de ingreso dado que las empresas actúan de recaudadores del Estado. Si la empresa da otros usos al dinero recaudado, carecerá de fondos para hacer frente a las liquidaciones de IVA e IRPF.
Para no tener problemas financieros en el futuro debemos proyectar cuál será el devenir de la empresa y, por lo tanto, planificar.
Pensemos no solo desde la perspectiva contable (determinando gastos, ingresos y por tanto resultados en pérdidas y ganancias) sino también teniendo en consideración los flujos monetarios derivados de las partidas resultantes del resultado contable (pago de las obligaciones y el ingreso de los derechos de cobro de gastos e ingresos) así como las inversiones, las liquidaciones de impuestos y la amortización de principal.
Determinemos cómo hacer frente a los desfases, ya sea vía préstamos, ampliaciones de capital y cobro de subvenciones.
La planificación no es pensar en decisiones futuras, sino en el futuro de las decisiones presentes (P. Drucker)
Porque el beneficio contable no lo es todo, incluso no será nada, si la empresa carece de liquidez para pagar sus deudas.
La falta de liquidez aboca a las empresas a la muerte al no poder cumplir con sus obligaciones de pago, por lo que no queda otra que presupuestar incluyendo la planificación de los flujos de tesorería, para asegurar la continuidad y el crecimiento sano de la empresas.
Ana Cabezas, Asesora de la Presidencia en INACAL y Directora del Master en Finanzas de IMF Business School
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¡Muchas gracias por tu trabajo!
Muy representativo y útil.
Gracias, muy bien explicado!!