Jubilación en España

abuelosDesde 1984 en Europa las personas cobran una pensión para dejar de trabajar tras llegar a una determinada edad entre los 65 y 67, dependiendo del país.

En principio es un estado de pérdida, ya que disminuyen la actividad e ingresos, así como las relaciones sociales, y supone una menor capacidad adquisitiva salvo casos de grandes ahorradores. Lo único que aumenta es el tiempo disponible.

Esta visión puede suponer un alto impacto emocional y las repercusiones afectan a los estados anímicos en los primeros años especialmente, pero hay maneras de afrontarlo y saber disfrutarlo en su justa medida.

Lo primero es reconocer la parte más positiva en la que dispondremos de ese tiempo siempre deseado para nosotros mismos, y aprender a suplir la actividad laboral con actividades lúdicas sociales.

Podemos llegar a la jubilación de manera forzosa, por edad, existen prorrogas en algunos sectores. De manera anticipada, por elección. Por incapacidad, al sufrir algún tipo de enfermedad. Podemos seguir trabajando si somos autónomos, o algunas excepciones donde nos corresponde el cobro de pensión a pesar de poder seguir trabajando (colectivos específicos).

Cualquiera de las modalidades conlleva un cambio en las situaciones económicas que afectan a todos los entornos financieros del país. Más jubilados supone menores ingresos en actividades de algunos sectores.

Todos hemos escuchado últimamente la situación delicada del sistema de pensiones de la Seguridad Social, y es real, la población envejecida en España es un riesgo por poner la balanza de los que cobran en manos de los que pagan porque siguen trabajando.

Por un lado sentimos temor de que no lleguemos a poder disfrutar de ella, aunque mientras nos llega la edad, nos quejamos de cuánto nos cuesta pagar cada mes los impuestos correspondientes. Es lógico, parece que hoy el trabajador no tendrá las mismas recompensas que sus antecesores con el mismo o más esfuerzo económico diario.

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El cambio de rol es repentino y no hay periodos de adaptación, hoy estamos trabajando y mañana jubilados. Los hogares y familias sufren estos cambios con pocas herramientas psicológicas, y asumiendo el “problema” sin saber aprovecharlo ni optimizar ese TIEMPO, ganancia fundamental de estos estados.

Pensamos que va a costar incluso dinero y esfuerzos tener que “atender” a un jubilado en la familia, cuando la realidad es que dispondremos de un eje fuerte de experiencia a nuestra disposición, un pilar de consejos y ayuda, y una persona que nos cuidará a no ser que esté enferma, y entonces será ley de vida, tenga la edad que tenga.

Y en general hoy en día están soportando grandes conflictos en familias arruinadas asumiendo el mantenimiento de familias enteras con la pensión de jubilación.

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Mónica Fernández es experta en Liderazgo y Coaching por Otto Walter Business Management; licenciada en Psicología, con especialidad en redireccionamiento de conductas con adultos y entornos laborales y entrenadora profesional de tenis de campeones internacionales y campeonatos paraolímpicos. Actualmente ejerce como profesional de las principales empresas del sector financiero y banca en España, especialista en planes de motivación, formación y calidad de equipos de gestores y asesores. “Busco siempre estar a la altura de la velocidad del mundo, ¡tanto, que a veces me adelanto! Enamorada de las nuevas tecnologías y sobre todo de las innovaciones profesionales en cuanto a dirección de equipos y redes humanas. Comenzando en el entorno de redes sociales y networking”.

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