Ya hay una alerta social en cuanto al número de familias que no pueden atender los recibos de los servicios básicos. Se llega a la situación de tener que elegir qué pago antes y qué después, jugando auténticos tetris domésticos financieros con la luz y el agua…
El número de ficheros de morosidad desde servicios de energía no para de aumentar y ya suman casi el 10 % de los españoles.
Final de mes, ¿Qué recibo llega antes? ¿Cual será más grande este mes? ¿Cuánto tardan en cortarme éstos? ¿Y aquéllos?
Ya los servicios sociales, como Cruz Roja, no sólo atienden necesidades de alimentos, ahora pagan también algunos recibos más urgentes para casos de familias con situaciones límite.
En cuanto a las empresas de servicios, utilizan rayando la i/alegalidad los cortes de suministros como primera medida de presión ante unas deudas de difícil recobro por ser pequeños importes y legalmente complicados de recobrar.
Las reclamaciones por facturas improcedentes, o importes erróneos se vuelven un infierno, la tardanza y costes del sistema judicial son imposibles de asumir por bolsillos y presupuestos ajustados, entonces ¿cómo me defiendo? Hay medios como el defensor del pueblo y otras entidades que pueden ayudar a organizar situaciones difíciles, PIDE AYUDA.
La única manera de evitar la exclusión social de muchas familias sería una nueva regulación de las leyes, que parecen amparar de nuevo sólo a los cobradores, nadie deja de pagar porque quiere. (Salvo rarísimas excepciones)
Si no pregunten por las famosas “preferentes”. En cuestión hipotecaria, la mala praxis de entidades bancarias se llevó por delante economías familiares que no parecía posible que estuvieran en peligro de sufrir bancarrotas. Y sin posibilidad de reclamar más que al Banco de España que pocas veces adopta medidas.
Otros países adoptaron “treguas” por sectores o épocas puntuales, permitiendo respirar y fluir a los sectores más desfavorecidos.
Siempre habrá maneras alternativas de negociación, bien colectiva bien individual y personalizada, para los casos que sin posibilidad de salir de una situación no se niegan a solucionar todos sus problemas con un margen de tiempo mínimo.
¿De qué sirve cortar el suministro si no pueden pagar? ¿No será mejor abrir líneas de comunicación y ofrecer soluciones para adaptarse a un futuro que cerrar la puerta de ningún futuro?
Eso sí, cuando la deuda es enorme ¡!……. No hay problema de que corten, y por supuesto habrá mil propuestas a elegir para las empresas o negocios que no paguen. Los grandes tienen ventajas incluso para endeudarse.
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Siempre he pensado que el Estado debe subvencionar y garantizar los servicios públicos.