¿Cómo escribir textos jurídicos de una manera clara y precisa?

Cuando escribimos un texto tenemos la intención de transmitir una idea a todo aquel que lo lea, por lo que la información debe ser correcta y coherente.

Si lo que redactamos usa un lenguaje jurídico debemos siempre tener en cuenta que lo más importante es conseguir una comunicación con el receptor del mensaje.

Durante muchos años una de las principales quejas que han recibido los profesionales del derecho de toda la población general era la complejidad de los textos que estos redactaban.

Por ello, durante los últimos tiempos se está apostando por un enfoque más directo y claro sin dejar de lado el lenguaje y la técnica propias de la disciplina, pero haciendo los escritos más comprensibles para el ciudadano lego en derecho.

Cómo elaborar un escrito o texto jurídico

Elaborar un escrito jurídico, ya sea este un artículo o un escrito de carácter procesal, necesita de una cierta técnica dependiendo del fin que se busque con éste. Por tanto, es necesario tener en cuenta una serie de ideas fundamentales a la hora de redactar uno para no perder nunca de vista que el principal objetivo cuando se elabora un texto del tipo que sea es comunicar, si no se logra transmitir el mensaje el texto al final carece de todo valor.

Las ideas deben ser ordenadas y definidas

Lo primero que debes tener en mente a la hora de empezar a escribir un texto de estas características es un esquema con las ideas principales que se pretenden comunicar, estudiar el tema previamente y desechar los posibles argumentos que puedan generar confusión optando por simplificarlos o extenderlos en pos de mejorar el mensaje.

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En el desarrollo de textos jurídicos es imperativo conocer y saber usar todo tipo de herramientas que a veces pueden estar dispersas tales como la legislación del tema a tratar, artículos doctrinales, bases de datos actualizadas con jurisprudencia reciente, etc. En un máster en abogacía se enfocan en enseñar a los alumnos el uso de estos mecanismos para su desarrollo como juristas.

Una vez que todo el esquema se ha definido, es momento de redactar el contenido del texto dividiendo este en tantos epígrafes o partes como sea necesario en función de la estructura que queramos darle y la totalidad de su extensión.

La última fase de la elaboración de un texto jurídico y de cualquier texto en general es la revisión de éste. La revisión no implica solo la corrección de las posibles erratas que hayamos cometido, también implica reescribir aquellas partes que no sean claras o que creamos que pueden ofrecer más con otra redacción.

Concreción y claridad

Los argumentos que utilices en el texto jurídico siempre deben ser lo suficientemente claros y concisos como para que puedan ser entendidos por todo aquel al que se le presente.

Deben estar siempre motivados y ampararse en una exposición sencilla y clara con la fuerza suficiente para convencer, pero que no llegue a marear al receptor del mensaje.

Los textos deben ser siempre claros, pero no por ello debemos prescindir del lenguaje técnico jurídico ni de la forma de un escrito de este calibre. Para lograr claridad hay que elegir el léxico adecuado, pero también tener en cuenta el orden en que se presentan los argumentos y las ideas, evitando siempre las que no llevan a ninguna parte o son innecesarias.

Es importante que empieces situando el contexto del tema a tratar, continuando con una exposición de los elementos jurídicos que intervienen en el asunto del escrito para terminar con unas conclusiones finales en el que se expone un pequeño resumen de todo lo enunciado y una posible hipótesis si el texto lo requiere.

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Introducción del lenguaje jurídico de forma apropiada

Cuando vas a hacer uso del lenguaje jurídico en el escrito es importante tener una serie de pautas en mente para hacerlo de la forma correcta.

No debes utilizar los conceptos y la terminología jurídica de forma arbitraria o para darle cierto tono intelectual al texto. Lo importante es hacer uso del lenguaje jurídico cuando sea necesario, prescindiendo todo lo posible de lo superfluo y haciendo de la sencillez y claridad la esencia del texto haciendo uso de estos recursos cuando sea necesario, como por ejemplo a la hora de discernir entre diferentes figuras jurídicas.

Las frases deben ir ligadas unas con otras de forma natural, evitando en la medida de lo posible la desconexión de ideas, pero siempre vigilando que las palabras que se utilicen no se repitan en exceso haciendo uso de sinónimos en la medida de lo posible para enriquecer el escrito.

El uso de párrafos extensos queda descartado. Hay que apostar por frases cortas en las que el lector no se pierda. Intentar sintetizar las ideas de forma clara y concisa es la mejor forma dejando la extensión para aquellos argumentos o ejemplos que requieran de mayor espacio.

Revisión final del texto

Evitar las faltas ortográficas es fundamental. Durante la revisión del escrito se pueden utilizar programas informáticos que revisan y detectan las posibles faltas que se hayan podido cometer por despiste durante la elaboración del texto. Por ello hacer uso de estas puede ser una gran ventaja en los compases finales.

Pero la revisión del texto no consiste solo en corregir las posibles faltas gramaticales y de coherencia que se puedan haber cometido durante la elaboración del mismo.

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La revisión ha de ser en profundidad, revisando en primer lugar si la estructura del texto coincide con la idea previa que se tenía de este y si el contenido de cada punto o epígrafe es acorde con el mensaje que se pretende transmitir.

Escribir un texto jurídico es un arte que cada vez es más necesario entre los juristas ya sea para comunicarse tanto con la administración de justicia como para elaborar normas escritas o para poder exponerlas al resto de la población receptora de estas.

Por ello, es importante aprender a utilizar de forma correcta el lenguaje técnico y estas competencias básicas para todo jurista. Puedes obtenerlas en los nuevos planes de estudios que ofrece el máster de acceso a la abogacía donde aprenderás a dominar el uso del lenguaje jurídico.

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