En la Universidad hemos asumido como verdades inmutables tres ideas básicas: 1) quienes deseen matricularse como alumnos para cursar un grado universitario tienen una o, como máximo, dos ocasiones a lo largo de todo el año para hacerlo; 2) una vez matriculados, deben estudiar varias asignaturas a la vez y examinarse de todas ellas en unas mismas fechas; 3) el contenido de cada asignatura es un mundo en sí misma que no puede ser objeto de tratamiento homogéneo, con diferente número de unidades.
¿Cómo podría aplicarse la metodología Lean a las Enseñanzas Universitarias?
Si aplicásemos la filosofía “Lean” a dicha situación, es decir, aquella filosofía de gestión popularizada por una pareja de norteamericanos -Womack y Jones- inspirada en la exitosa fórmula del fabricante japonés Toyota, deberíamos ser capaces de lograr lo siguiente:
- Que quienes deseen convertirse en alumnos universitarios pudiesen matricularse, según sus propias necesidades, a lo largo de todo el año.
- Que, una vez matriculados, los alumnos tuviesen que concentrarse en estudiar las materias de una en una y no todas a la vez.
- Que la forma de estudiar y superar dichas materias fuese previsible y homogénea.
Los tres objetivos citados son ya una realidad, aunque relativamente desconocida. Ello no debería sorprendernos, pues la innovación (también en el ámbito educativo) debe vencer en ocasiones cierta reticencia, algo por otra parte natural. Veámoslo algo más de cerca:
¿Para qué sirve la metodología Lean Higher Education?
En primer lugar, si Usted tuviese la oportunidad de matricularse en unos estudios universitarios al menos una vez por mes, ¿no sería como para pensárselo? Imagine que decide estrenar el nuevo Año con un propósito encomiable: iniciar una carrera universitaria, ésa que siempre soñó con hacer y que nunca, por diversas razones, pudo iniciar (o completar).
¿Por qué razón habría Usted de esperar hasta septiembre próximo? ¿Tendría acaso sentido que si Usted quisiese dejar de fumar o empezar a hacer ejercicio hubiese de esperar al “mes” en que el “toca” hacerlo?
Bajo la perspectiva Lean, denominaremos a esa opción enfoque “pull”: es el receptor del servicio ofrecido quien “tira” de la demanda, y no al revés. El estudiante no espera al momento en que la Universidad quiera matricularse (lo que se denominaría enfoque “push”), sino al revés, ésta matricula al alumno cuando éste lo necesita y lo pide.
Y ahora, un poquito de japonés para principiantes…
Superado el obstáculo anterior, en estos tiempos de elogios en torno al “mindfulness” y la necesidad de “enfocarse en lo esencial”, ¿por qué debería Usted enfrentarse a la típica mezcla de asignaturas que le obliga mentalmente a ir de aquí para allá, tratando de tapar varios agujeros a la vez? ¿No le resultaría mucho más placentero y motivante afrontar, una a una, cada materia, examinándose de ellas también una a una, de manera que no debe empezar la siguiente hasta superar la anterior?
Con ello estaríamos huyendo de la oferta basada en “lotes” y lograríamos además crear y mantener flujo (“flow”)en el proceso educativo. De paso, eliminaríamos todo aquello que no aporta valor a dicho proceso educativo, lo que en Lean se denomina muda, término tomado del japonés 廃棄 物 que alude a desperdicio.
Logradas ambas cosas, ¿no sería extraordinario que Usted además supiese, desde el principio, cómo ha de estudiar cada una de ellas, sabiendo que en todos los casos deberá seguir el mismo patrón, dispondrá de las mismas herramientas educativas –audiovisuales, por supuesto- y que habrá de afrontar en idéntica secuencia el mismo tipo de pruebas?
Al hacerlo así, estaríamos eliminando otro tipo de desperdicio, denominado en Lean mura, que es el resultante de la existencia de irregularidades en las tareas a realizar, logrando equilibrar éstas y haciéndolas más previsibles, planificables y asumibles por parte del estudiante.
Nos aseguraríamos, por tanto, de que el alumno siempre sabe qué tiene que hacer exactamente para aprobar cada materia, sin necesidad de que cada vez alguien le explique un método distinto o unas reglas diferentes; el término que usa Lean para lo anterior es shojinka y se asocia habitualmente a conceptos como el de polivalencia, pero también cabe asociar lo anterior con la noción de “estandarización”, algo habitual también en Lean management.
Si además el resto de la sociedad tuviese la plena garantía de que los resultados educativos obtenidos por Usted se basan en un uso de la tecnología que no sólo impide que nadie suplante su identidad cuando se somete a una prueba de conocimientos (es decir, que Vd. es realmente quien dice ser), sino que además es respetuoso con sus propios datos personales, ¿no sería como para darle una vuelta?
En este caso, dese el punto de vista de Lean afirmaríamos que disponemos de un poka yoke, es decir, un sistema a prueba de errores, que impide que nos equivoquemos o que alguien se aproveche de nuestros errores de identificación al comprobar quién se examina de verdad y quién no (le suena también, ¿verdad?).
En suma, hablamos de una oferta educativa que garantiza la adquisición de los conocimientos propios de una educación universitaria, pero centrándose en lo esencial.
Una reflexión final de sentido común: un lugar para cada cosa y cada cosa en su lugar
Para finalizar, ¿qué diría Usted si pudiese acceder a todo lo anterior desde la comodidad de su propia casa, o el sitio que mejor le venga, a la hora que Usted prefiera, durante el rato que Usted decida? ¡Cuánto más en momentos como el actual donde la nueva normalidad de la vida en la calle es cualquier cosa menos normal o previsible!
Imagine que tiene Vd. en una única plataforma, obviamente accesible desde internet, donde todo está perfectamente organizado, cada cosa en sus sitio, fácil de localizar…: cada una de materias y unidades que debe manejar a lo largo del proceso de aprendizaje, los consejos docentes para enfrentarse a cada actividad con éxito, el calendario de actividades, sus calificaciones, quiénes son sus compañeros de estudios, a quién ha de dirigirse en caso de duda (una única “ventanilla” virtual, atendida por una persona experta)…
En Lean management eso se denomina “5 eses”; sí, lo ha adivinado, 5 palabras japonesas que empiezan por “ese”: seiri, seiton, seiso, seiketsu y shitsuke; o lo que es lo mismo, 1) eliminar del espacio de trabajo lo que es inútil, 2) organizar dicho espacio de forma eficiente, 3) tenerlo siempre limpio, 4) disponer cada cosa en su lugar correspondiente y … 5) ¡mantener todo lo anterior a punto, todo el rato, sin que Vd. tenga que preocuparse por ello!
Piense además que todo lo expuesto es objeto de mejora constante, es decir, kaizen. De nuevo acierta., es otra palabra de origen japonés que se suele traducir como “mejora continua”. No pinta mal, ¿verdad? Pero… ¡ah, claro, estábamos a punto de olvidarnos de algo esencial: su precio!
Tiene Usted razón, el precio es algo básico. Pues bien, ¿cuánto cree Usted que costaría todo lo anterior? Si le apetece saberlo, tengo una sugerencia que hacerle: visite https://www.imfice.es/, no se arrepentirá y si Vd. lo desea, será ようこそ (¡bienvenido, por supuesto!)
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