Después de completar una excepcional semana en el Master 1000 de Montecarlo, venciendo al número 1 y número 8 del mundo, el tenista español (Nº 19 del ranking mundial desde el lunes 24 de abril) Albert Ramos Viñolas, nos dejó un ejemplo de superación, integridad y apuesta por una renovación constante.
Lo que el tenis le enseñó a Albert Ramos
A continuación reseñamos, algunas de sus muy aleccionadoras frases vertidas desde la arcilla de Montecarlo:
PRIMER SET
“El tema no consiste en ganar o perder, consiste en intentar competir (…) y hacer las cosas que tocan.”
Albert Ramos con un fino primer saque (con el que quebró en cinco oportunidades al semifinalista Lucas Pouille), nos instala en esta dimensión de la competencia, como experiencia, como aprendizaje, como punto de convergencia de rutas y procesos.
Y es que veces se aprende más de los errores, de las caídas o de las derrotas.
Kelsey Anderson, esposa del tenista sudafricano Kevin Anderson, comenta:
La mayoría de tenistas sufren una derrota prácticamente en cada semana de su carrera. En cada competición solo hay un ganador, mientras el resto de jugadores sufren una derrota. […] la mejor manera de superar estas derrotas es adoptar una mentalidad de “las aprovecharás la próxima vez”.
Es labor del equipo mantener un ambiente positivo y ayudar a crear una energía positiva alrededor del jugador. Le recordamos que siempre hay otro partido, otro rival y otro torneo a la vuelta de la esquina”.
SEGUNDO SET
“Intento enfocarme en los partidos, no en las sensaciones”
El consistente revés de Ramos Viñolas (el mismo que tuvo a mal traer a Murray, Nº 1 del mundo, en todo el partido) nos desplaza a una dimensión de los rasgos de nuestra época: la capacidad de empatizar con las emociones de los demás, el ejercicio de liderazgo y su relación con el entramado de redes nerviosas, la intensidad del mundo virtual, el sentimentalismo tóxico o el desafío de conceptos como la egocracia.
¿Cómo abordarlos desde el ámbito empresarial? Pues, con el rigor necesario, y la disposición adecuada a lo maleable e incierto de los escenarios de negocio.
Y es que en un partido de tenis, hay espacio para explorar estrategias ajenas o poco convencionales, insistir en el ¿qué pasaría si?, o buscar deliberadamente enfoques de juego menos obvios. Sí, puede pasar en un partido de tenis, y en la innovación empresarial, también.
Para Richard Sennett:
las herramientas limitadas e inciertas pueden desempeñar un papel positivo en el cambio, al estimular la imaginación y ampliar la competencia.
Su ejemplo sobre la propuesta del arquitecto Richard Wren, para la reconstrucción luego del gran incendio de Londres de 1666, sobre la base de los saberes adquiridos por el uso de los escalpelos, así como de los telescopios y microscopios imperfectos de la época de Harvey, es realmente magistral.
TIE BREAK
“Es un trabajo duro, silencioso y específico (…) Me he concentrado en mejorar algunas cosas”
Con un tie break perdido, en la segunda manga, y con un 2-0, 30-40, a favor de Marin Cilic, en cuartos de final, punto a punto fue construyendo la remontada, y encadenó seis juegos seguidos (6-2), para ganar set y partido. Ése es Albert Ramos.
La conciencia de no ser el favorito, y el coraje de ser cada día mejor lo pintan de cuerpo entero.
¿Lecciones para la empresa desde la cancha? Pues muchas. Tal vez la más importante sea que, la única persona a quién podemos constantemente moldear, con algún grado de éxito es a la persona del espejo.
Más vale un lápiz corto que una memoria extensa”
No hay que dejar el trabajo difícil para la memoria. Pensar no basta. Si realmente quiere desarrollar sus capacidades, practique. No espere la perfección, céntrese en progresar. Éstos son algunos de los tips de los que nos hablan Patterson et al, en su libro Conversaciones cruciales: Nuevas claves para gestionar con éxito situaciones críticas, de reciente publicación.
La noticia final, con el resultado del Master 1000 de Montecarlo 2017, dice que el gran Rafael Nadal ganó en la final 6-1 y 6-3, precisamente a Ramos Viñolas.
Sin embargo, lejos del exitismo a ultranza, la honestidad consigo mismo y su priorización de lo que lo hace mejorar, hacen de Albert Ramos, tenista muy querido por esta casa, un auténtico ganador.
En el contexto de los Encuentros Digitales organizados por IMF, el 27 de marzo de 2015, hace poco más de dos años, nuestro ejemplar deportista Albert Ramos Viñolas, respondía a la pregunta de nombrar tres premisas básicas en el éxito de una carrera profesional, diciendo:
Trabajo, concentración e ilusión […] luchar máximo en los partidos, darlo todo cuando se pierde como cuando se gana seguir trabajando para que al final de año los resultados hablen”.
Y luego, al preguntársele por el mejor consejo que le daría a una persona a nivel profesional, éste contestó, casi proféticamente:
El mejor consejo que le daría a otra persona es que se concentrara en lo que depende de él y lo intente hacer de la mejor manera posible. El seguir siempre y no dejar de luchar nunca. Puedes tener una mala racha de dos o tres torneos perdidos pero no puedes dejar de entrenar al máximo y de luchar con ilusión; hay que trabajar para el futuro siempre”.
Marco Barboza Tello, Investigador y consultor experto en Salud.
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Excelente artículo!!! la persistencia de trabajo y lucha sin sentimientos de derrota, se dan en diferentes ámbitos de la vida misma.
Felicitaciones Marco Barboza.