La Ley Orgánica 3/2007, de 22 de marzo, para la igualdad efectiva de mujeres y hombres, establece en el Art. 45 que “Las sociedades obligadas a presentar cuenta de pérdidas y ganancias no abreviada procurarán incluir en su Consejo de administración un número de mujeres que permita alcanzar una presencia equilibrada de mujeres y hombres en un plazo de ocho años a partir de la entrada en vigor de esta Ley“. Falta muy poco para que se cumpla ese plazo y la realidad es que la presencia de mujeres en las grandes empresas sigue siendo baja.
Por lo que se refiere a la Unión Europea, el 14 de noviembre de 2012, la Comisión adoptó una propuesta de Directiva del Parlamento Europeo y del Consejo destinada a “mejorar el equilibrio de género entre los administradores no ejecutivos de las empresas cotizadas y por la que se establecen medidas afines. El objetivo es que en 2020 el número de mujeres sea de al menos el 40% en las empresas que cotizan en bolsa. Este objetivo debe cumplirse en 2018 para las empresas públicas“.
Veamos cual es la realidad
Según el Informe anual de Gobierno Corporativo de las compañías del IBEX 35, el promedio de mujeres ha pasado del 13,5% en 2012 al 15,6% en 2013. El 26,5% de las sociedades en las que la presencia de consejeras es escasa o nula no han adoptado todas las medidas que recomienda el Código Unificado para corregir tal situación.
Presencia de mujeres en los consejos, periodo 2009/2013
Como vemos en el gráfico, la presencia de mujeres en los consejos ha ido en aumento, pero sin llegar ni de lejos al 40% que se pretende conseguir.
¿Qué soluciones se pueden adoptar?
Vemos que el avance es demasiado lento y que la legislación no se cumple. ¿Cuál puede ser la solución más adecuada? El debate, cuando se plantea a nivel teórico, parte de que lo más adecuado es formación para avanzar en igualdad, pero ¿cuándo lograríamos la paridad si esperamos a que la formación que hoy se imparte tenga resultados? Imponer por ley que las empresas incluyan a mujeres en los consejos de administración tiene muchas críticas, pero a corto plazo parece la única medida apropiada para obtener resultados y no tener que esperar décadas para lograr la paridad.
La Ley de Igualdad habla de alcanzar la presencia equilibrada de mujeres en los consejos, pero no obliga, sólo propone y vemos que sin resultados significativos. ¿Dejamos la igualdad a la voluntad de las empresas o exigimos leyes para alcanzarla?
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