Los últimos días, en muchas ocasiones, nos hemos sentido dentro de una película de ciencia ficción: confinados, saliendo a comprar solamente los productos más necesarios o a los servicios más vitales, con mascarilla y guantes. Un mundo posiblemente inimaginable para la gran mayoría hace un par de meses, un mundo que ha cambiado. No podemos negarlo, ese cambio producido por la pandemia del COVID-19 ha permeado en todas las áreas de nuestra vida, personal, familiar, social, económica y política. Han cambiado nuestros hábitos personales de forma brusca, pero hoy nos centraremos en el ámbito profesional y hablaremos del tejido empresarial a partir de ahora: de los retos y oportunidades para las empresas que nos deja esta situación.
Retos para las empresas que deja la pandemia
Para todas las empresas, sean de cualquier tamaño o sector, independientemente del lugar del mundo donde se encuentren, será de vital importancia la gestión del cambio que lleven a cabo, para garantizar el futuro y supervivencia.
Para el éxito de esta gestión del cambio será determinante la capacidad de innovación y adaptabilidad de las empresas, a partir de su capital humano, para lograr desarrollar un capital estructural fuerte que se vea reflejado en todas las relaciones de la empresa. Sin duda deberá contar en todos sus niveles con fuertes liderazgos que motiven para lograr los objetivos de las estrategias planteadas, necesitando para ello una cultura empresarial basada en la innovación, siendo para ello vital fomentar la creatividad y participación de todos los empleados en todos los niveles.
Y no se podría entender la gestión del cambio exitosa sin aplicar el concepto de mejora continua y calidad total, lo que tendrá como resultado una ventaja competitiva primordial en un mundo marcado por el cambio constante y la incertidumbre, en este nuevo orden post-COVID 19, las empresas, del tamaño que sean, y en donde se encuentren, si no pueden tener una adaptación rápida, desaparecerán en un periodo de tiempo considerablemente corto.
Más que nuca será vital generar continuamente valor al cliente, ya que las consecuencias económicas de esta pandemia serán sumamente graves, y solamente los más aptos podrán subsistir y tener éxito.
Oportunidades para las empresas que deja la pandemia
El cambio que surge en todas las áreas del quehacer humano derivado del COVID-19, a diferencia de los que surgen por avances tecnológicos o cambios graduales en hábitos y costumbres, ha generado un crisis emocional en gran parte de la población.
Esta crisis tiene como consecuencias un cambio significativo en las necesidades y percepciones de las personas, lo que genera cambios inmediatos en los hábitos y costumbres, aun tomando en cuenta que la aparición de fármacos efectivos contra la enfermedad y una vacuna se dará, esperando sea lo antes posible, esta crisis ha cuestionado y derrumbado muchas de las concepciones, hábitos y costumbres de la sociedad actual, al menos por los próximo años, mirando hacia las necesidades más elementales, esas que se encuentran en la base de la pirámide de Maslow, las que tienen que ver con la fisiología y la seguridad, y dejando a un lado las de status por ejemplo, en estos tiempos, la sociedad recuerda que lo más importante para el ser humano, es su propia vida, más allá de otros temas como el reconocimiento.
Teoría de Herzberg
Adaptando la teoría de Herzberg a la sociedad en general (más allá de la empresa donde está dirigida), el ser humano se ha dado cuenta de que esas cosas como el acceso a los sistemas de salud para ser atendidos de forma adecuada, el tener garantizado el suministro de productos y servicios básicos, como alimentos y medicinas, entre otros, no es algo que normalmente se agradezca, sobre todo en los países de primer mundo como Europa en general, y España en particular, algo que podría ser discutible en otras sociedades con problemas graves en su sistema de salud, por ejemplo. Sin embargo, en el momento en que esto peligra, surge esa fuerte percepción de crisis.
Replantear estrategias
Considerando esto, las empresas deben de reconsiderar su estrategia, tanto de diversificación como especialización, de acuerdo a esas nuevas prioridades de necesidades, ya que hoy por hoy, por ejemplo, tiene más valor una mascarilla que un lápiz labial, o un gel antibacterial que una loción, o curiosamente, derivado de esos nuevos hábitos y costumbres, una crema para hidratar las manos, que una antiarrugas.
Otro de los aspectos que tendrá una importancia más significativa, no porque no la hayan tenido siempre, sino porque nuestra percepción cambió, al igual que la gran mayoría de los sectores primarios, es el de los alimentos, la gente empieza a valorar más tener garantizado el suministro básico de alimentos que poder acceder a otros productos o servicios más suntuosos, considerando también alimentos con estas características.
En síntesis, lo relacionado con la salud y los sectores primarios como los alimentos, principalmente los básicos, tendrán un auge. Es momento de ver hacia ellos, ¿por qué no volver a mirar al campo?, las frutas, verduras, carnes, lácteos, entre otros productos, no se cultivan, crecen o se transforman en los supermercados, aunque pareciera que algunos piensan que así es.
Cambio en los consumidores causados por la pandemia
Este cambio también ha afectado los hábitos de compra, y por lo tanto a los sistemas de distribución, no sólo en los canales cortos, como Amazon, sino también de forma directa a través de las páginas web del fabricante, desde geles hidroalcohólicos hasta comida procesada, por lo que no sólo el producto, sino también la comunicación y distribución deben de adaptarse a las nuevas necesidades, gente que prefiere comprar desde su casa buscando opciones por internet, lo cual no es nuevo, pero si es exponencial.
Ampliar fronteras y mercados
Incursionar en nuevos mercados, tanto desde el punto de vista del sector, como geográficos, ha sido una constante de la globalización. Intervenir en la fase del proceso productivo donde nos especializamos, ya sea por coste o por calidad, ha provocado que los mercados internos “olvidaran” la producción ciertos productos y servicios, ¿Para qué hacerlo si se puede adquirir a mejor precio y de mayor calidad en otro lado?
Precisamente el surgimiento del COVID-19 ha hecho que surja una pregunta: ¿Y si no podemos acceder esos productos y servicios esenciales o estratégicos que no producimos?, ¿Alimentos, medicamentos y otros muchos insumos?.
Es el momento de hacer un análisis serio de las deficiencias de la oferta productiva de cada país, y buscar esos sectores estratégicos, desarrollando productos y servicios para abastecerlos, utilizando la creatividad e innovación, para poder obtener ventajas competitivas, basadas en el coste o la diferenciación, y a través de una comunicación adecuada, para que el mercado interno tome en cuenta la necesidad e importancia de mantener esos sectores estratégicos.
Apostar por la innovación más que nunca
Existen otras muchas oportunidades y sectores que se podrán explotar derivados de esta lamentable pandemia, por lo que la creatividad de cada empresa ampliara sus horizontes, tenemos que reinventarnos. El COVID-19 no va a destruir el mundo que conocemos, la humanidad saldrá adelante como en muchas otras crisis.
Nuestro estilo de vida, la globalización, y otros aspectos que marcan a las empresas no desaparecerán, pero si van a cambiar, por lo menos en lo que se refiere a una parte importante de los consumidores, y al menos los próximos años, ya que al tiempo vendrán otros cambios, esperemos que, no fomentados por una crisis de tal magnitud, pero el nuestro es un mundo en constante cambio, por lo que la única vía es la innovación y adaptación, hay que estar preparados.
Nilo Rodríguez Covelo, alumno del Master en Administración y Dirección de Empresas de EIPE Business School. Responsable del proyecto de expansión de City Manager Holding de España. Defensor de la economía de libre mercado con políticas públicas que garanticen oportunidades a todos, poniendo especial atención a los sectores más vulnerables. He trabajado tanto en el sector público como el privado, en empresas transnacionales y familiares, como empleado y emprendedor, siempre bajo los principios de honestidad, integridad, vocación de servicio, eficacia y eficiencia.
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Excelente información, en estos días todo se trata de reorganizar o replantear todos nuestros sistemas, saludos.
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