En la última década el coaching se ha posicionado como una de las prácticas profesionales que más interés suscitan. En su metodología convergen diferentes ciencias provenientes de distintas ramas del conocimiento. Una de ellas es la Neuropsicología, la cual se encarga de estudiar las relaciones ente el cerebro humano y la conducta.
En primer lugar una descripción sobre el objetivo que el coaching persigue junto con los tipos de coaching existente nos permitirán acercarnos y comprender los puntos en común que éste guarda con la Neuropsicología.
Qué es el coaching
El coaching es una disciplina nueva e innovadora centrada en la consecución efectiva de objetivos. Esta práctica se enfoca en el aprendizaje de las habilidades o aptitudes necesarias para lograr un objetivo.
El coach se fundamenta en una metodología que consiste en lograr un aprendizaje a través de realizar preguntas que vayan guiando al coachee en su conocimiento y crecimiento personal.
En este aspecto el coaching recuerda al método socrático ya que la persona llega a la solución de una cuestión a través de las preguntas que realiza el mentor. Es importante preguntar sin juzgar, las preguntas dirigen a un fin.
El proceso de coaching tiene un tiempo determinado, persigue un objetivo concreto a través de conversaciones fundamentadas en las preguntas que el coach dirige al coachee y este último se moviliza o compromete a un cambio o aprendizaje.
El coaching permite un desarrollo personal y profesional, ya que centramos la meta que perseguimos y nos supone un aprendizaje no solo de nosotros mismos sino también de nuevas formas de hacer frente a situaciones en nuestras vidas.
El coaching nos permite aprender y gestionar los cambios necesarios para lograr nuestros objetivos.
Pilares del coaching
El coaching se fundamente en tres pilares básicos: la toma de conciencia, la autocreencia y la responsabilidad.
La conciencia en este caso hace referencia a la necesidad para el proceso de que el cliente conozca su situación.
La autocreencia supone la creencia por parte de la persona que inicia el proceso de coaching de que es capaz de lograr sus metas.
Por último, la responsabilidad es fundamental ya que el coachee debe asumir su compromiso con el proceso, sin una continuidad o una implicación por su parte es imposible lograr las metas deseadas.
El proceso de coaching solo es posible si se dan estos principios ya que de lo contrario no se puede esperar el éxito de la intervención.
El coaching puede ser individual o grupal y existen diferentes tipos de intervención en base al ámbito de aplicación y a la metodología empleada.
Tipos de coaching
Según el ámbito de aplicación
Dentro del coaching existen diferentes tipos según el ámbito de aplicación de esta práctica, así puede ser
- Personal dirigido a la mejora de los aspectos cotidianos del coachee;
- Empresarial o ejecutivo, enfocado al mundo de la empresa y altos ejecutivos y
- Deportivo, que toma lugar en el ámbito de los deportistas de alto rendimiento.
Según la metodología de la intervención
Dependiendo de la metodología de la intervención podemos encontrar diferentes tipos de coaching.
- Ontológico, se basa en una metodología que entiende como herramienta principal el lenguaje y la optimización del mismo.
- Sistémico, en el que el coachee se entiende como parte de un sistema y se profundiza en analizar y comprender su relación con el entorno.
- En inteligencia emocional, esta metodología se centra en el papel fundamental de las emociones sobre el comportamiento.
- Coercitivo, en este caso mediante técnicas arriesgadas se buscan lograr cambios en la persona.
- Con PNL, para este tipo de coaching se combinan técnicas propias de la programación neuro lingüística, técnica la cual persigue el crecimiento personal a través del lenguaje y la reprogramación de la comunicación.
- Cognitivo, basado en la terapia cognitivo-conductual el combinación con la resolución de problemas y la consecución de metas.
Neuropsicología y coaching
Como habremos observado a lo largo de esta descripción sobre coaching, este mantiene algunos puntos de encuentro con la Neuropsicología.
Principalmente el coaching supone el aprendizaje de una nueva conducta o el optimizar los recursos ya existentes con el objetivo de perfilar el logro de una meta.
Como sabemos, un aprendizaje supone un cambio en las conexiones que se establecen a nivel cerebral.
Optimizando este sistema lograremos una mayor efectividad en nuestra conducta, siempre y cuando esta esté guiada de forma responsable y en base a unos hábitos saludables.
La metacognición que implica el proceso de coaching nos permite autorregular nuestra conducta debido a la introspección basada en esta práctica.
Raquel García, tutora del Máster en Neuropsicología de IMF Business School.


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