COMPETENCIAS LABORALES, en desventaja por generaciones.
Todos conocemos el perfil del obrero en cuanto a niveles de empleados dedicados a la construcción, sector que entró en bancarrota hace unos años y que aún no ha terminado de despuntar, si bien comienza a andar con pies de plomo.
Desde que la revolución industrial irrumpió en la vida de los países desarrollados, la especialización de la rama “obrera” delimitaba a las personas que trabajaban en la realización de labores y desempeños de tareas dentro del ámbito de construcción tanto de inmuebles como de infraestructura.
El perfil se encontraba muy encasillado a personas que comenzaban sin apenas formación previa, con el perfil conocido como “aprendiz”, hasta que aprendían y se colocaban en diferentes puestos de cada vez más responsabilidad, dentro de unos límites muy cortos de desarrollo personal. Un albañil comenzaba haciendo masilla y llevando ladrillos, hasta que se le dejaba hacer una pared… lo reconocemos sin ser tan mayores.
¿Este sistema sería viable hoy en día? Está claro que no. Ni aún para un primer día de cualquier profesión se permite el acceso a personas sin un mínimo de conocimientos técnicos.
Y nace la era de los TÉCNICOS.
Las personas que durante 30 años ejercieron labores de albañilería no tienen absolutamente ninguna opción de competir ni acceder a un puesto relacionado con esas tareas que desempeñaron toda su vida, ante un “técnico… FP… en andamiaje” por ejemplo, o los famosos “carretilleros”, curso sin el cual no accedes ni a descargar un camión.
No son barbaridades del sistema, es una EVOLUCIÓN lógica y necesaria, y estos tiempos de descenso de actividad son el momento ideal para que cualquier persona que “aprendió” un oficio se forme y consiga su reconocimiento como técnico de esa área que tanto y tan bien ha conseguido realizar.
La edad no es nunca un impedimento para formarse, en cualquier etapa estamos preparados para un nivel u otro de adquisición de conocimientos y aprendizajes mínimos, por nuestra propia seguridad y por la mejor relación entre profesionales y empresas de cualquier sector.
No te desanimes porque no tengas titulación, tengas la edad que tengas, tu experiencia tiene un valor y maneras de reconocimiento y nunca es tarde para aprender y añadir a tu saber hacer habilidades nuevas y necesarias.
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