La Prevención de Riesgos Laborales a veces se toma como una medida que “está ahí sólo por si acaso, pero no tiene por qué pasarnos nada”. Esta presunción es errónea ya que todos corremos ciertos riesgos en nuestro día a día en mayor o menor grado. Éste no es un tema para alarmar, ni mucho menos condicionar a nadie, pero la realidad es que la Prevención de Riesgos Laborales es algo que está creado e implantado para ayudarnos y protegernos porque podemos necesitarlo en el momento menos pensado.
Comento esto a raíz de unas imágenes impactantes que muchos de nosotros hemos podido ver estos últimos días en todas las televisiones, portales de Internet y demás recursos audiovisuales. Hemos visto en directo el fallecimiento de un deportista en los Juegos Olímpicos de Invierno que se están disputando en Vancouver.
Este deportista, Nodar Kumaritashvili, salió despedido de forma incontrolada cuando entrenaba en la pista de Whistler para la prueba de luge masculino, se golpeó con una columna y falleció. Todo pasó sólo unas horas antes de la inauguración de los JJOO.
Se dieron un cúmulo de condicionantes que provocaron este fatal accidente laboral: la pista era muy rápida, el deportista no conocía “al dedillo” las características de la misma, las columnas no estaban lo suficientemente protegidas por si se daba algún imprevisto como el que sucedió, el recorrido de la prueba no estaba acotado con vallas u otras protecciones que aportaran más seguridad…
No estoy diciendo que la pista no se hubiera creado conforme a las normas de prevención pertinentes, igual sí que las habían aplicado, pero es evidente que dichas pautas de prevención fueron del todo insuficientes.
Los accidentes ocurren, eso no podemos evitarlo, pero podemos y debemos prevenir consecuencias tan terribles mediante una serie de prevenciones. Quizás si las cosas se hubieran hecho de otra manera en esa pista, ahora podríamos estar hablando con el propio deportista acerca de lo que ocurrió.
Por eso es importante recibir una formación adecuada como un Master de Prevencion Riesgos Laborales, o un curso online, por ejemplo. La prevención puede salvar vidas.
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Lydia Rocha
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Es curioso, pero en la práctica deportiva a veces no se suelen seguir pautas de prevención de riesgos, cuando hay actividades que sin duda tienen un componente de riesgo alto.
Este es un gran ejemplo de los riesgos que corremos en al dia a dia, y sobre todo que la prevención de riesgos tiene cabida fuera de la fabrica y de la obra, lugares en los que habitualmente contextualizamos la prevención de riesgos laborales.
La PRL tiene sentido en todos los ámbitos de la vida: en casa, en los lugares de ocio, en los escenarios de esos expectaculos que nos intersan, y como muy bien dice esta reflexión, en el deporte.
Disiento sobre las causas de la muerte de Kumaritashvili. Como deporte de riesgo algo de riesgo debe tener. Y las medidas tomadas como precaución creo que eran adecuadas.
En los trabajos el riesgo debe ser cero y nada.
El concepto “accidente” en cada caso es totalmente distinto.
¿Me gustaría saber si en Prevención de Riesgos Laborales se enseñan técnicas de manejo del estrés? Recientemente he oído que salivar, lo reduce notablemente. Y estos “tips” me parecen aconsejables.
Realmente dudo de que etiquetar los deportes como “de riesgo” sea oportuno. Todo deporte es susceptible de ser de riesgo, precisamente hace poco pudimos comprobar como en un partido de fútbol un jugador sufría una grave fractura abierta de tobillo y todos tenemos en la memoria futbolistas que han fallecido en un encuentro con alguna patología cardíaca, que podrían haberse salvado en el campo se hubiera dispuesto de algún equipo de reanimación. Precisamente, a raíz de algunos de estos hechos abrió el debate de la obligatoriedad que todos los centros deportivos estuvieran equipados con desfibriladores, debate que paradójicamente aún no se ha resuelto.
Evidentemente, debemos presumir que un evento cómo los juegos olímpicos cuenta con todas las medidas de prevención de riesgos y más en pruebas de este tipo, si bien aunque fueran las adecuadas los hechos han demostrado que no fueron suficiente.
Creo sinceramente que hoy en día en paises en los que está instalado un bienestar con mayúsculas ningún deporte o cualquier otra actividad que esté catalogada como de alto riesgo debería de dejar de utilizar todas las herramientas que tiene a su alcance para evitar o paliar este tipo de accidentes. Cualquier actividad entraña un riesgo, pero tenemos la responsabilidad de aplicar nuestro conociento y experiencia para prevenirlos. En mi opinión sería un despilfarro no hacerlo y además creo que aquellas sociedades que tienen la suerte de tener legislación, profesionales experimentados y estudios de gran número de áreas tienen que sentar las bases para que esta forma de actuar pueda ser imitada por otros que no tienen los mismos medios.