Con la situación actual seguro que te has preguntado si el teletrabajo ha llegado para quedarse. Esta modalidad de trabajo ha tenido una total aceptación por ser válida y eficaz en esta nueva situación creada con la crisis sanitaria del Covid-19.
Recuerda que la emergencia sanitaria obligó a las empresas a establecer medidas para asegurar la distancia interpersonal y evitar las aglomeraciones en espacios cerrados. Desde las autoridades se incentivaron todas aquellas iniciativas que coadyuvarán al fomento del teletrabajo como un método que facilitaba la continuidad laboral a la vez que se apoyaban las medidas sanitarias.
Ventajas del teletrabajo
Desde hace unos años ya se venía fomentando el trabajo a distancia, debido a las ventajas que ofrece tanto a las empresas como a los trabajadores. Te las recordamos:
- Genera agilidad a los procesos empresariales. A nivel individual, se ha demostrado que se desarrolla la capacidad de toma de decisiones y la creatividad de los empleados.
- Favorece la autonomía de los trabajadores en la gestión de los horarios y en la organización del trabajo.
- Fortalece el sentimiento de pertenencia de los empleados. Al poder contar con un horario flexible que les facilita la conciliación familiar, se crean lazos de confianza y fidelidad hacia la empresa.
- Ahorra gastos de infraestructura.
- Da acceso a un mayor número de demandantes de empleo y disminución de la rotación de trabajadores. Empresas, como las especializadas en las nuevas tecnologías, han demostrado las ventajas que ofrece el trabajo en remoto para conseguir candidatos de gran valía que no residen en la misma ciudad o que priorizan la flexibilidad horaria.
- Aumenta la productividad porque, entre otras cosas, disminuyen las horas perdidas en reuniones, fomenta la responsabilidad, la delegación de tareas y la eficacia de la comunicación.
La nueva normalidad y el teletrabajo
Las condiciones creadas por el coronavirus han señalado la efectividad del teletrabajo como modalidad laboral, desterrando mitos que lo relacionaban con la caída de la productividad o la pérdida de comunicación entre los trabajadores. De igual forma, esta situación ha llevado a que las empresas se enfrenten a nuevas oportunidades y retos como los que mencionamos a continuación.
Contar con la posibilidad de establecer el trabajo a distancia como opción laboral ofreció a las empresas capacidad de reacción y adaptación a los sucesivos cambios sociales establecidos por la esta situación.
Además, simultáneamente ha redundado en un aumento de la confianza de los empleados, al sentir que la empresa se preocupa por su bienestar y seguridad.
Diversos estudios nos muestran el impresionante aumento del uso de herramientas de comunicación y colaboración en remoto como Microsoft Teams, Zoom y Slack. En solo 7 semanas, Slack registró 7000 clientes nuevos y Zoom más de 200 millones en los meses de marzo y abril. En la gran mayoría de los casos, se ha establecido un aumento en la habilidad de colaboración entre los trabajadores.
Además, la drástica disminución de los desplazamientos ha tenido consecuencias positivas para el medioambiente, reduciendo de manera significativa la contaminación en las ciudades.
Teletrabajo más allá de la nueva normalidad
¿Podemos hablar del fin del trabajo presencial? La nueva normalidad nos brinda el escenario ideal para la instauración definitiva del teletrabajo como modalidad de empleo.
Un cambio de concepto que incluye la deslocalización de la actividad en aquellos sectores en los que sea posible. La oficina se convierte así en el eje desde donde manan las directrices y objetivos a perseguir.
El trabajador debe contar con la capacidad de decidir su mejor manera de contribuir en el desarrollo de la empresa, lo que se traduce en un cambio en los métodos utilizados tradicionalmente en la gestión de los recursos humanos, haciendo una apuesta hacia una mayor confianza en el trabajador. De esta forma, los resultados obtenidos serán el medidor de la actividad realizada.
Retos y oportunidades
El trabajo a distancia crecerá junto a otros regímenes nuevos de trabajo como la denominada economía gig, que se basa en la realización de pequeñas tareas a través de plataformas digitales. Todo lo anterior irá acompañado de un cambio radical en la cultura empresarial, en la que se priorizará la formación tecnológica de los trabajadores para favorecer su autonomía y sus capacidades de gestión y comunicación.
Además, esta nueva forma de trabajar necesita un sustento legal firme y claro con el objetivo de cubrir todos aquellos agujeros legales que puedan persistir. Debido a la situación de incertidumbre ante posibles rebrotes de covid-19, el Gobierno esboza una reforma legislativa para reforzar el teletrabajo. Por ejemplo, clarificando la responsabilidad de la empresa respecto a los medios de trabajo y la prevención de riesgos laborales en el hogar.
Sin lugar a duda, el teletrabajo ha llegado para quedarse como una modalidad de trabajo actual, segura y de gran valor para el desarrollo empresarial. Favorece la autonomía, creatividad y fidelidad de los trabajadores, así como evidentes ventajas económicas a nivel logístico.
Los sistemas de gestión de los Recursos Humanos de las empresas se encuentran ante el reto de lograr métodos eficaces para su organización y control, y así evitar peligros latentes como la extensión de la jornada laboral más allá de las horas convenidas. Todo combinado con la expansión de la digitalización de procesos que favorezcan la eliminación del trabajo presencial.
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