Se termina el año y es momento de hacer balance. Y el balance de siniestralidad vial no puede ser complaciente. Un nuevo año, más de 1.000 personas han perdido la vida en vías interurbanas. Los datos provisionales publicados por la Dirección General de Tráfico (DGT) arrojan una cifra de 1.089 víctimas mortales (AMVI24 *) hasta el 17 de diciembre. El año 2014 terminó con un incremento del número de muertos después de una década de consecutivos descensos. Recordemos que en 2005 el número de fallecidos, en vías urbanas e interurbanas, fue de 4.442, lejos de los 9.344 del año 1989, y que en el año 2013 se había reducido hasta 1.680 víctimas, 8 menos que en el 2014. El inicio del año no pudo ser más negro. El número de fallecidos en el mes de enero subió un 44 % sobre el mismo mes del año anterior y en febrero el incremento fue del 13 %.
Las cifras de siniestralidad vial mejoraron después de la primavera y con las cifras publicadas por la DGT a 17 de diciembre el número de muertos ha descendido en siete comparado con la misma fecha del año pasado. La DGT informa que el cambio en la tendencia iniciada en el año se debió especialmente a la vigilancia efectiva de las carreteras secundarias donde el año pasado se produjeron el 80 % de las víctimas mortales. Desde el mes de febrero hasta el verano se trasladaron todos los radares móviles desde las autopistas y autovías a las carreteras convencionales.
Las estadísticas muestran que cada vez está resultando más difícil reducir el número de accidentes. Y no se puede olvidar que detrás de las cifras hay personas. Proyectos vitales que quedan truncados o dramáticamente afectados. Por eso el balance no puede ser complaciente.
Las administraciones públicas y la sociedad civil no pueden bajar la guardia ni cejar en sus empeños por erradicar la siniestralidad. No hay margen a la complacencia.
En el 2011 se aprobó por el Consejo de Ministros la Estrategia de Seguridad Vial 2011-2020, definiendo cinco valores que marcarían las actuaciones a desarrollar y once áreas de actuación para conseguir los objetivos de la Estrategia. Los enumeramos a continuación:
Valores para la Seguridad Vial
- Derechos y deberes compartidos.
- Movilidad sostenible.
- Usuarios seguros.
- Carreteras y entornos seguros.
- Vehículo seguro.
Áreas de actuación para la estrategia en Seguridad Vial
- Educación y formación.
- Comunicación.
- La norma y su cumplimiento.
- Salud y seguridad vial.
- Seguridad en los vehículos.
- Infraestructuras y Sistemas Inteligentes de Transporte (ITS)
- Zona urbana.
- Empresa y transporte profesional.
- Víctimas.
- Investigación y gestión.
- Coordinación y participación.
La propia Estrategia marcaba que en el ecuador del periodo, año 2015, se revisarían objetivos y medidas. El balance de la siniestralidad del año que ahora termina hace necesaria su revisión y actualización.
Miguel Muñoz, Director del Máster en Tráfico, Movilidad y Seguridad Vial de IMF Business School
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