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Tendencias que revolucionarán la forma de hacer turismo en 2019

Este 2019, trae cambios y nuevas formas, sobre todo en el área de turismo. Pero antes de comenzar con algunas de las tendencias de este nuevo año, debemos revisar los índices turísticos del año que dejamos atrás.

2018 como año internacional de la transformación digital

2018 como año Internacional de la transformación digital en Turismo por OMT fue un buen año. En el sector se mantuvieron los crecimientos estables de entre el 2% y el 4%, superando cada año en número de llegadas y el gasto medio en muchas regiones. Igualmente vemos un crecimiento moderado con desaceleración en España, tras varias temporadas de récord. Aunque, también, fue un año que abrió diversos retos de cara a 2019 en las Américas. Esto se debe a que se inician nuevas etapas en muchos países, que tendrán que aterrizarse durante el recién estrenado año.

En IMF Busines School, como centro especializado en modelos pedagógicos y capacitación por competencias en Turismo, no podemos evitar fijarnos especialmente en ciertas realidades. El sector debe ser abordado, a nuestro entender, desde la formación solida y el desarrollo de nuevas competencias. Logrando aprovechar las nuevas oportunidades que se abren en el sector para los siguientes años.

En resumen, entendemos que hay una necesaria transformación en enfoques. Nos encontramos en la búsqueda de fórmulas de gestión y procesos para seguir los procesos e innovar. Actualmente hay un ámbito que se ha revelado especialmente en este mercado turístico social, que se trata de experiencias, ahora, compartibles en la red. Esto lleva consigo la necesidad de diferenciación. Las personas buscan hacer cosas diferentes, cada vez más. Por lo que poder proponer experiencias basadas en lo local de alto atractivo experiencial, es la que consideramos más relevante.

Retos que traen las tendencias del 2019

La transformación digital ya ocurrió

Desde 2007, la irrupción del mundo online, las redes sociales, o la relevancia de la reputación online han ido creciendo en relevancia en el mercado turístico.

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Esto ha ocurrido a todos los niveles, incluso cambiando la forma en la que nos inspiramos, buscamos información o reservamos un viaje. Incluso donde nos alojamos o como viajamos. Hoy muchos lo hacen en Airbnb y viajan en BlaBlaCar, Uber u otras apps de movilidad existentes.

Hablamos entonces de una industria turística 4.0. Caracterizada por lo digital:

  • La importancia de las BBDD.
  • El Big Data, generada por los 4.000 millones de internautas.
  • Formulas analíticas.
  • La inteligencia turística.
  • Las nuevas opciones.
  • La robotización de procesos.
  • El creciente peso de los IDS.
  • Las plataformas colaborativas online como marcas dominantes en el mercado

Son herramientas que nos acompaña cada día desde hace un tiempo.

Sin embargo, son necesarias fórmulas inteligentes, aprovechando la capacidad de la tecnología, para mejorar procesos. Además, debemos ver el marketing y la participación de la población local en la cadena de valor del turismo, como forma de optimización de la gestión del destino. Pero el verdadero reto global en el que nos encontramos es especialmente a nivel local.

Hoy cualquier destino o empresa turística, debería contar con un mínimo de presencia online. Ya sea marca, reputación, web, propuesta de experiencias online o redes sociales, como mínimo. Deberá estar al tanto de cómo está en ámbitos de Google travel journey o del posicionamiento en su distribución online. Ya que esas son ya cuestiones básicas de base en el marketing, promoción y mejora del destino desde la tecnología y el ámbito online.

Por tanto, toca trabajar en esta línea en 2019.

La era Google travel journey para el destino turístico

Google estima que, en 2017, un 82% de los viajeros del mundo, usaron alguna de sus aplicaciones o servicios durante alguna fase del viaje. Es decir, buscaron ya sea para transporte, hotel, localización, comida… Es decir que Google es quien tiene más información de nuestro comportamiento como viajeros. Ya que basta con analizar la huella digital que vamos dejando en nuestra navegación online, para recrear el viaje.

Es evidente que Google despliega una estrategia de “estar ahí y ser útil” para el viajero en cualquiera de sus necesidades, anticipándose a ellas con valor. De la misma manera, en el B2B como en el B2C, usamos Google para informarnos de aspectos de un destino.

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Por lo que 2019 parece ser el año ideal para trabajar en aspectos como tener todos los atractivos bien geolocalizados en Google maps. Pues esos son los nuevos planos turísticos y de donde se alimentan muchos GPS e IDS´s en sus localizaciones. De igual forma contar con Street views atractivos, controlar la reputación de comentarios y luego analizar con Google trends los criterios de búsqueda del usuario viajero (buyer-persona).

El reto de la gobernanza y el desarrollo regional

Taleb Rifai, ex secretario general de la OMT afirmaba en 2016 que “el gran reto del turismo hoy es la gobernanza”. Esta reflexión es cada vez más relevante. Ya que vivimos en una época muy dinámica desde lo político y con constantes cambios. Los cambios poco ayuda a aspectos como la planificación turística. Y mucho menos a mantener un órgano gestor de destino durante el tiempo suficiente para poder establecer mejores procesos de gestión.

Si a esto unimos una reducción, general, de presupuestos públicos en todas las regiones podemos ver escenarios donde se encuentra con vacios y gaps desde lo presupuestario. La decisión política o la falta de recursos técnicos necesarios para competir influye en el camino de establecernos como destino turístico en la industria 4.0.

Es por ello que, durante 2019, tenemos la tarea de encontrar fórmulas de coordinación de factores para el turismo. Mas allá de los clásicos mecanismos públicos de financiación debemos enfocarnos más en ámbitos locales, cantonales o provinciales.

La necesidad de nuevos perfiles en el turismo

Si hablamos de una industria turística 4.0, marcada por lo digital, lo social como valor y la diferenciación como una búsqueda constante de ser siempre atractivo en el escaparate para el turista. Hablamos también de contar con habilidades digitales en el destino. Sin dejar de lado el conocimiento sobre las oportunidades de la tecnología para el turismo. Además de contar con la habilidad de aprender rápidamente cualquier nueva herramienta que sea necesaria para el escenario del mercado.

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Por otro lado, contar con habilidades sociales que faciliten el desarrollo de “Experiencias turísticas memorables” nos acerca al concepto de profesional en turismo como anfitrión natural. Un profesional con habilidades para socializar, empatizar, generar atmósferas, o confianza en el viajero. Cada vez se hace más relevante contar con habilidades naturales y entrenadas que se han llevado a agrupar bajo la etiqueta “Calidad de servicio”.

Para 2019, es momento de plantearnos la definición de nuevos perfiles para el sector con estas capacidades evolutivas, adaptativas al cambio y diferenciadoras. Dichos perfiles deberán ser entrenando bajo las competencias y orientando a resultados desde una formación de calidad orientada a la aplicación práctica.

El auge del turismo naranjaa

En la misma línea y tendencia de cambios en el sector, nos encontramos con un nuevo actor que está cobrando cada vez más relevancia. Esto se debe a su capacidad para generar experiencias diferenciadas en el destino, así como valores únicos para la marca turística, pues se trata de experiencias creadas desde la cultura local. Estamos hablando del “Turismo Naranja

Este concepto nace de una publicación del BID Banco Interamericano de Desarrollo y evoluciona hacia el concepto de productos y experiencias que, gracias a la creatividad, transforman valores locales en experiencias memorables.

En especial aquellos destinos turísticos que aúnan un amplio patrimonio cultural. Pueden ser destinos que cuentan con patrimonio tanto material como inmaterial. Ya que aportan mayor valor al turista.

Por tanto 2019, puede que sea el año del turismo naranja para muchos destinos marcados como patrimoniales, que ya cuentan con algún bien UNESCO. Este concepto lo veremos evolucionar en los siguientes años, por sus capacidades para generar nuevos iconos así como diferenciar en el tiempo a un destino de forma única.

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David Vicent

Colaborador experto en Turismo de IMF Business School.

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