La propuesta del Programa de Acción Mundial , también conocido como GAP, sobre la Educación para el Desarrollo Sostenible, se elaboró como una prolongación y seguimiento del Decenio de las Naciones Unidas de la Educación para el Desarrollo Sostenible después del año 2014; la propuesta mencionada, se desarrolló a partir de las respuestas obtenidas mediante un cuestionario de la UNESCO formulado aproximadamente a 100 Estados Miembros. También se tuvieron en cuenta, la opinión de multitud de actores como ONG’s, Grupos de Trabajo u Organismos de Naciones Unidas entre otros.
El proyecto tiene como antecedentes, conferencias celebradas con anterioridad y debates abiertos de ámbito mundial, como lo establecido en la Conferencia de Río +20 que entre otra premisa apuesta por mejorar y reorientar la educación.
¿En qué consiste el Programa?
El objetivo del programa reside en “generar y aumentar la acción en todos los niveles y todas las esferas de la educación y el aprendizaje a fin de acelerar los progresos hacia el logro del desarrollo sostenible”.
El Desarrollo Sostenible debe ser tangible, de forma que se debe trabajar y actuar para adquirir determinados conocimientos y valores y así poderlos acercar al ámbito educacional; resulta imprescindible utilizar herramientas que permitan integrar el Desarrollo Sostenible de una forma más activa en la educación.
El Programa de Acción Mundial, se basa en determinados principios; en primer lugar, deber darse una Educación de calidad y también debe velar por las generaciones futuras, integrando el Desarrollo Sostenible; por ello la EDS constituye un instrumento de aprendizaje que permite adquirir conocimientos que contribuyen al mismo. La educación debe adoptar un carácter transformador y modelador de la sociedad.
Con el objetivo de impulsar la EDS han sido consideradas propuestas, acciones conseguidas y por conseguir, propias del Decenio de Naciones Unidas.
¿Qué pautas deben seguirse para educar conforme al Desarrollo Sostenible?
Como apoyo a la EDS, deben formularse políticas de ámbito nacional e internacional, que la integren; produciéndose una integración sistemática con la meta de hacer frente a los desafíos que presenta el Desarrollo Sostenible.
Por otra parte, debe tenerse en cuenta el rol que adoptan los educadores y formadores, los jóvenes, y las comunidades locales. Los primeros son facilitadores del aprendizaje contribuyendo al DS y conforman un papel vital al ser responsables en cierta medida de impulsar el cambio educativo necesario; prevaleciendo una formación inicial esencial de los docentes en todos los ciclos de enseñanza.
La adquisición de competencias de DS requiere un factor importante y decisivo para los jóvenes, ya que tienen que tener presente las generaciones venideras; otro elemento de acción prioritario recae en las comunidades locales; actores como los gobiernos y autoridades locales, deben hacerse eco del DS; fomentando las redes locales de aprendizaje en pro del DS.
Tras la última Cumbre sobre Desarrollo Sostenible celebrada durante el pasado fin de semana en Nueva York, se han priorizado nuevas metas que deben cumplirse antes del 2030 y que debemos tener muy presentes, para defender todos aquellos derechos que les han sido arrebatados a millones de niños y jóvenes.
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Blanca Ros, tutora del Área de Desarrollo Sostenible de IMF Business School
