Desarrollo y Liderazgo Sostenible para erradicar la pobreza los 365 días del año

Poner fin a la pobreza es un reto que goza de prioridad mundial. A día de hoy 836  millones de personas siguen viviendo en la más extrema pobreza, por ello construir un futuro sostenible nos corresponde a todos.

Pero antes de entrar en materia, es imprescindible definir qué se entiende por pobreza; existe mucha literatura acerca de su significado, pero el órgano que mejor la define es el Comité de Derechos Económicos, Sociales y Culturales de la ONU (CESCR), que la detalla como “una condición humana que se caracteriza por la privación continua o crónica de los recursos, la capacidad, las opciones, la seguridad y el poder necesarios para disfrutar de un nivel de vida adecuado y de otros derechos civiles, culturales, económicos, políticos y sociales”

 

La pobreza bloquea principios básicos que deben ser inherentes al ser humano por el mero hecho de ser persona. Resulta inexplicable que los Derechos Humanos en pleno siglo XXI no acompañen al hambre, a la desnutrición o la desigualdad o a países en conflicto. La violación de estos Derechos, desencadena una serie de condiciones que dificultan y vulneran la igualdad y la no discriminación respecto a otros sectores de la población. La capacidad de actuar o de tomar simples decisiones en la vida y la autonomía de los más desfavorecidos se ve mermada, así como la participación o el empoderamiento de las personas en la sociedad. Es vital que se produzca un crecimiento económico de carácter inclusivo para fomentar el empleo.

Es curioso como en una sociedad en la que los avances tecnológicos y el acceso a la información crecen a la velocidad de la luz, hayan personas que se encuentran en esta situación. Una de cada cinco personas en el mundo viven con menos de 1,25 dólares al día; para hacernos una idea, es menos de lo que pagamos por el precio de un café.

Este problema nos atañe a todos, tanto en los pioneros Objetivos de Desarrollo del Milenio, como su avance consolidado en los nuevos Objetivos de Desarrollo Sostenible, sitúan a la pobreza en la primera de sus medidas a combatir. Si bien es cierto que se ha conseguido reducir a la mitad las tasas de pobreza extrema, todavía queda mucho trabajar por hacer y por ello se han establecido nuevas metas que tienen como límite el año 2030. Que se implanten Políticas Públicas que tengan como la razón de su existencia, erradicar el hambre y poner fin a la pobreza extrema es labor de los Estados; sus líderes deben movilizarse y ser conscientes de cómo se encuentra el escenario mundial, y deben establecerse estrategias en el ámbito regional, nacional e internacional, con la finalidad de hacer de este mundo un mundo mejor y más sostenible. El 17 de octubre, que no sea sólo un día y que se convierta en una lucha diaria.

¡Si quieres saber más sobre los líderes del futuro, infórmate sobre el Máster en Desarrollo Directivo y Liderazgo Sostenible!

 

blanca ros

 

Blanca Ros, tutora del Área de Desarrollo Sostenible de IMF