Todos somos conscientes de que sin duda el líquido elemento, el agua, es la clave para la vida en el planeta Tierra. Sin duda es un recurso indispensable para la vida y, de hecho fue declarado por la UNESCO como fundamental. Sin lugar a dudas es un recurso indispensable para la vida, y por ello fue declarado, en el año 2010 por la Organización de Naciones Unidas (ONU) un Derecho Humano.
Es la base de la agricultura y, también, de muchas industrias, incluyendo la energética. Pero además, diariamente, en España, son usados gran cantidad de litros de agua por persona para diversas acciones cotidianas, ya sea entre otras cosas, para ducharse, lavarse los dientes, lavar utensilios e hidratarse.
Pero a pesar de ser un recurso tan indispensable es importante recordar que en algunos países del mundo, este recurso falta. Según un documento publicado en la Universidad de Alcalá “Unos 300 millones de africanos carecen de acceso a agua potable y al menos catorce países del continente sufren un déficit permanente de agua (…)”.
En España, para el año 2012, según información de la Fundación AQUAE el consumo de agua diario por persona fue de 126 litros, siendo necesario sumarle el uso de este recurso en las industrias. Como dato interesante también publicado por dicha Fundación, es importante decir que desde el año 2004 el consumo de este recurso ha estado en continua disminución; para esa fecha, el consumo por persona era de 171 litros diarios, con lo que esa reducción de casi 50 litros diarios permite afirmar que se ha ido racionalizando el consumo en nuestro país de forma muy importante.
Y una de las razones por las que esa reducción del consumo de agua es importante para mejorar la eficiencia energética de los hogares, es porque también implica energía. Hay que consumir energía en hacernos llegar el agua o en depurar la que sale de las viviendas. Además parte del gasto energético empleado para calentarla se hace en agua que luego se desperdicia. Así, en la medida en la que logremos hacer un uso más eficiente estaremos reduciendo nuestra huella energética.
Para reducir su consumo en el hogar, existen gran cantidad de acciones de carácter individual que se pueden llevar a cabo, como son el ducharse en vez de bañarse, reparar las fugas de agua, cerrar el grifo de agua mientras se cepillan los dientes…
Consejos para ahorrar agua en el hogar
Sin embargo, también existen otras muchas acciones que también se pueden realizar para reducir de forma importante el consumo de agua y, consecuentemente, la energía en esa agua consumida, entre las que están:
- Instalar aireadores en los grifos de agua de los hogares y de las oficinas para que el chorro de agua se reduzca sin que por ello tengamos una percepción de ello en muchos de los usos. Poniendo aireadores en los grifos, se disminuirá hasta un 50% el consumo
- Establecer sistema que permitan reciclarla, y que por ejemplo, utilizada al ducharse o en el lavabo pueda servir después en el momento de tirar de la cadena en el inodoro.
- Es importante el uso de una cisterna de doble descarga de tal forma que para la mayoría de los usos de la cisterna se consumiría la mitad en cada descarga.
- Si instalamos grifos termostáticos en la ducha o el baño podremos evitar gran parte del agua que se desperdicia tratando de regular la temperatura idónea.
- Incluso se pueden instalar sistemas de baipás, en el caso de viviendas en las que entre la caldera y los baños hay una gran distancia. Este sistema permite que cuando se abre el grifo del agua caliente, en lugar de derrocharse agua esperando a que llegue la caliente, se recircula y nos avisa cuando llega caliente.
Álvaro Rodríguez , Director Área Energías Renovables y Medio Ambiente de IMF Business School.