El 14 de febrero se celebra en todo el mundo el Día Mundial de la Energía, y desde IMF Business School no podemos dejar de sumar nuestro granito de arena en cuanto a difusión de temas del sector para generar conciencia e informar.
Día Mundial de la Energía
En 1949 se institucionalizó esta efeméride, y el objetivo es concienciar a la sociedad de la importancia del uso de fuentes alternativas, la disminución de las energías convencionales y del consumo de energía.
Todos los informes publicados por los más importantes y prestigiosos organismos a nivel internacional señalan la necesidad de utilizar recursos naturales para aprovechamiento energético, así como promover actuaciones en materia de eficiencia energética, con la finalidad de limitar el incremento de la temperatura media del planeta y evitar el deterioro de éste por su calentamiento global.
Las energías renovables en el consumo bruto de energía
Esta semana se han publicado datos estadísticos por parte de EUROSTAT en relación a la participación de las energías renovables en el consumo bruto de energía.
En concreto de la Unión Europea, en donde se pone de manifiesto que en el año 2017 aquéllas representaron el 17,5%, en su conjunto falta 2,5% para llegar al objetivo fijado para 2020 del 20%.
Hay países que ya han llegado a su meta particular, y de hecho la han sobrepasado (como por ejemplo: Dinamarca, Italia, Finlandia, Suecia, etc.), dependiendo del nivel de partida y de su potencial de generación, mientras que otros se encuentran en la situación contraria, como Luxemburgo, Holanda, Bélgica o Chipre. España se encuentra en una situación intermedia.
En cuanto a la participación de las renovables y la eficiencia energética en la estructura energética de los distintos países de la Unión Europea, no se debe a que no se realicen esfuerzos, programas y se lleven a cabo nuevos proyectos, sino que se está produciendo un incremento del consumo de energía más alto de lo debido, y con líneas tendenciales superiores a las fijadas hace años para el año 2020.
Dado que ese año es una situación intermedia para el próximo objetivo de cara al año 2030, no se pueden relajar las políticas a realizar.
Mejorar nuestra calidad de vida
Cambiar nuestras formas no implica poner freno a nuestro desarrollo o mermar nuestra calidad de vida. Se trata de obtener los mismos bienes y prestar los mismos servicios a partir de menos recursos y de una manera mucho más eficiente.
El resultado de esto depende de nosotros. Está en nuestra mano que todos pongamos nuestro granito de arena para contribuir a vivir en una sociedad más desarrollada y con mejor calidad de vida.
¡Un planeta mejor nos espera!