Tras varios años de seguimiento y estudio, la organización Public Eye, de origen Suizo y fundada a partir de la Declaración de Berna de 1968, han comprobado que los carburantes son una de las principales formas de empobrecimiento de gran parte de los países africanos (por aumento de gasto en mantenimiento y en salud).
La diferencia entre los carburantes entre Europa y África
Tras 3 años de investigaciones, han emitido un informe donde alertan de la contaminación de los carburantes que vende Europa a África, y las consecuencias para la salud y el medio ambiente.
Existe un gran problema para la salud en gran cantidad de países africanos debido al uso de los combustibles qué desde Europa, en gran medida, les enviamos.
Desde África, en Europa se recibe un producto de calidad en forma de petróleo sin tratar. En los países europeos se realiza el tratamiento de esta materia en bruto, proceso que se denomina Blending, donde se le añaden todos los aditivos para su venta.
Una vez realizada la inclusión de los aditivos, se vende el producto en Europa y otros continentes, entre ellos, devolvemos el producto, ya con aditivos, a África.
El problema reside en que los aditivos que se añaden para los carburantes que se venden en Europa, difieren de los que se emplean para otros continentes, y en especial para los de África.
La organización Public Eye ha detectado que en los carburantes que se devuelven a África, la cantidad de azufre es hasta 200 veces superior a los límites europeos.
Las empresas que comercian con estos carburantes se amparan en la legislación de los distintos países africanos, donde se permiten hasta unas concentraciones de 10.000 mg/kg (cuando en Europa el límite es 10 mg/kg).
La cantidad de azufre en el combustible no mejora el rendimiento de los vehículos, sino que produce más desgaste en la maquinaria a nivel del vehículo, lo que redunda en mayores gastos para los propietarios de los mismos.
Y lo que es peor, supone un grave problema de salud para todos los habitantes de las ciudades donde los vehículos con estos carburantes circulan.
En las estadísticas de la OMS sobre las ciudades más contaminadas del planeta, se señala que las previsiones de crecimiento de habitantes en África, van a cambiar drásticamente, ya que se espera que en unos años, se multipliquen por 4 la cantidad de vehículos.
Lo que hará aumentar el consumo de estos carburantes tóxicos y supondrá una situación insostenible de contaminación y enfermedades respiratorias en el continente (que ya están empezando a darse en las grandes ciudades, según el informe de Public Eye).
Para que nos hagamos una idea, según el informe de Public Eye, la actual calidad del aire en Dakar (Senegal) con alrededor de 1,1 millones de ciudadanos, es peor que la de Pekín, que tiene más de 15,1 millones de ciudadanos viviendo en ella (datos de población obtenidos de la UNDATA).
Hay ciertas legislaciones que deberían revisarse a nivel mundial, u obligar a los productores a que la legislación más restrictiva (la del país origen o la del destinatario) sea la que se aplique a la hora de venta a otras empresas o países los productos que se generen.
Así, por lo menos Europa, no vendería a África principalmente, combustibles que suponen un peligro para la salud de sus habitantes.
Joaquín Martínez
Experto en Medio Ambiente y Prevención de Riesgos Laborales
Fuentes:
UNdata A World Information (Statics of City population) http://bit.ly/2dkuPjU
Dirty Diesel – A Public Eye Investigation – September 2016: http://bit.ly/2cLVowT
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