Hoy 20 de marzo de 2015 se produce uno de los fenómenos más espectaculares que la naturaleza nos brinda de vez en cuando. Estoy hablando del eclipse, en este caso solar, que tal y como lo define la Real Academia de la Lengua Española, es la ocultación transitoria total o parcial de un astro por interposición de otro cuerpo celeste, en este caso es la Luna la que se interpone entre la Tierra y el Sol. Este suceso puede ser total (cuando toda la superficie del Sol se cubre por la Luna), anular (al quedar sólo una parte del Sol oculta), o parcial (cuando al estar la Luna más alejada del Sol no cubre toda la superficie del Sol y permite que se pueda ver un anillo solar).
Desde la perspectiva energética, la existencia de un eclipse solar tiene una consecuencia que no puede pasar por alto. En este caso se trata del descenso en cuanto a la producción de energía eléctrica, situación que se tiene que compensar con otras fuentes de energía. Este eclipse se podrá ver en toda España y en Europa, cuanto más al norte nos encontremos mejor. El último fenómeno que se vio en territorio europeo como éste se produjo en 1999, y desde luego pasó completamente desapercibido para el sector eléctrico, ya que por entonces la proporción de energía eléctrica que tenía un origen solar era muy pequeño en comparación con la situación actual.
La importancia de este fenómeno no es minúscula, ya que la asociación de gestores de redes eléctricas europeas (ENTSOE) (en donde se encuentra la española Red Eléctrica de España, REE), ha publicado una nota en donde se apunta que va a ser un hecho sin precedente actualmente, ya que se desconectarán de manera progresiva más de 35.000 megavatios de potencia en toda Europa, aproximadamente el equivalente a 80 centrales de generación eléctrica. Lo bueno es que esta desconexión se producirá en momentos del día en el que no se tiene la máxima demanda. Desde luego este hecho, justifica la importancia en cuanto a la coordinación que tiene que haber entre los gestores de redes de todos los países europeos.
En España se lleva trabajando en este tema hace semanas, y es que no vamos a notar el descenso de la producción eléctrica a partir de la radiación solar, ya que para ello en España tenemos instalaciones de generación que utilizan otras fuentes energéticas renovables, así como las centrales tradicionales (nucleares, hidráulicas y ciclos combinados, principalmente). A partir de los datos de la patronal de las empresas de generación eléctrica (UNESA), en 2014 la producción eléctrica a partir de instalaciones solares fotovoltaicas fue de un 3% del total peninsular, mientras que la producción termosolar fue de un 2% (el eclipse afecta más a la primera por no tener almacenamiento energético, como sí tienen instalaciones termoeléctricas).