El 19 de diciembre se ha presentado por parte de la patronal de las empresas que desarrollan su actividad en el sector de las energías renovables (APPA), el estudio del Impacto Macroeconómico de las Energías Renovables en España, durante 2011.
Los datos que se recogen en él son más que contundentes: más de 10.000 millones de euros de contribución al PIB, más de 186.000 puestos de trabajo generados, más de 2.100 millones de euros ahorrados por la importación de fuentes de energía primarias convencionales, etc. Todo esto desacredita la descalificación continua que desde la Presidencia del lobby de las eléctricas (UNESA), se está haciendo continuamente.
Se ha puesto el énfasis en el sector de los biocarburantes, en donde a pesar del incremento en el consumo, no ha sido precisamente por la producción nacional, sino por la que ha sido importada de fuera de nuestras fronteras, Argentina e Indonesia principalmente.
No hay que menospreciar que la utilización de energías renovables evita importantes cantidades de dióxido de carbono, por lo que el ahorro económico producido por este tema también es destacado.
Conviene apuntar, que a pesar de lo que se dice por parte de algunos, echando por tierra a las energías renovables por ser el desencadenante del famoso déficit de tarifa, se demuestra que durante el año 2011 las energías renovables ahorraron al sistema 3.352 millones de euros, ya que al entrar a precio cero en el mercado de casación de oferta y demanda eléctrica, desplazan a otras tecnologías que marcan precios de mercado más altos. Durante el período 2005-2011 se han recibido en concepto de régimen especial a la producción eléctrica más de 20.000 millones de euros, mientras que los ahorros producidos han superado también los 28.000 millones de euros, de ahí que si las renovables no estuvieran, la electricidad se produciría a un precio más alto. Es por ello por lo que, como dice el Presidente de APPA, “las renovables no sólo no han sido las causantes del déficit tarifario, sino que lo han reducido”.
Finalmente apuntar que los objetivos globales para 2010 de participación de las energías renovables no se han cumplido, aunque lo que sí ha estado por encima de lo esperado son las emisiones de dióxido de carbono evitadas y el consumo de biocarburantes en términos energéticos.
El camino es largo, y queda todavía mucho por recorrer.
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