Es cuanto menos llamativo que durante el mes de enero la energía eléctrica haya tenido un coste medio de algo menos de 34 €/MWh, es decir, casi la mitad del precio de la famosa subasta CESUR en la que concurrieron «circunstancias atípicas», y que poco más se supo de ella (algo menos de 62 €/MWh), como consecuencia de la producción a partir de fuentes renovables (alta eolicidad e hidraulicidad). Asimismo, conviene apuntar que el precio de la electricidad real durante el mes de enero ha sido también un 30% inferior al que fijó el Gobierno tras la anulación de la subasta.
A la vista de lo dicho anteriormente, sería racional pensar que el consumidor, es decir, todos los ciudadanos, nos beneficiaríamos de dicho precio. ¿Es esto real?. Pues la respuesta es NO. La tarifa regulada no se beneficia en absoluto de esta situación, y por tanto los consumidores, como siempre, somos los que continuamos saliendo perjudicados. Entonces, ¿quién se beneficia de esta situación?. Pues tanto las eléctricas como el Gobierno, ya que en el caso de las primeras reciben más por adelantado, y el segundo, porque de esta manera recauda más a través del Impuesto Eléctrico y del Impuesto sobre el Valor Añadido.
Lo anterior demuestra la ineficiencia del sistema de fijación del precio de la electricidad. Estamos a la espera de una nueva metodología, pero desde luego no creo que vaya en contra de las eléctricas, porque desde la Secretaría de Estado de Energía ya se les ha preguntado para que trasladen sus iniciativas, es decir, que planteen algo con lo que se sientan bien. ¿Es esto lógico, sensato y transparente?.
Es increíble…., como en otras cosas, el consumidor es engañado de principio a fin por ambas partes en un «enfrentamiento» irreal entre eléctricas y gobierno. Unos nos dicen que el precio es x pero nadie sabe si es así. Otros nos dicen que x no puede ser, que ellos no lo permitirán y que el precio será x-10, así el consumidor se queda tranquilo creyendo que podría ser peor… (pero la realidad es que para cubrir costes bastaría con un precio x-20, pero eso no lo dicen en ningún sitio)
Luego nos enteramos de la realidad y esto ya no llega a todos como en su día sí llegó la intervención del gobierno en la famosa subasta…
Daniel, no puedo hacer otra cosa que ratificar tus afirmaciones y unirme a la desesperación que muchos tenemos ante una situación completamente injusta para los consumidores nacionales.
Saludos.
En mi opinión, visto lo visto, ningún gobierno de este u otro país va a ir en contra de los lobbies que mueven la economía del mismo. En nuestro caso sólo hace falta echar un ojo al Ibex35 para ver en qué términos estamos hablando. Un gobierno no puede permitirse, política ni económicamente que sus pilares económicos se vengan abajo.
Lo que sí me parecería más factible, sería el promover que estas empresas se fueran diversificando hacía otras tecnologías, dándolas incentivos (no regalos o chollos) para que vayan cambiando su estructura interior. Una negociación muchas veces es mejor que una costosa victoria.
El problema es que para ello hace falta que los dirigentes sean totalmente independientes, cosa que a día de hoy lo veo bastante utópico por no decir imposible.
Marcos, estoy en desacuerdo contigo. En el IBEX35 se encuentran las eléctricas, pero hay otras muchas empresas que dependen de la energía y también se encuentran en dicho índice, por lo que no se pueden poner en juego sus costes energéticos por el gusto de sólo unos cuantos. Por esa regla de tres, sólo se tiene que apoyar a las grandes, cuando no son las que generan la mayor parte del trabajo en este país, y sí lo son las PYMES, que también sufren el elevado precio del kWh. En cuanto a la independencia de los dirigentes de las empresas, está visto que con el nombramiento de los últimos cinco consejeros del PP en ENAGÁS, es llamativa la «independencia» de las empresas privadas.
Saludos.
Losa políticos se deben a sus electores no a las empresas del ibex35
Las eléctricas se frotan las manos mientras la gente se queda sin calefacción y sin luz, esto no tiene sentido. Si las pymes cierran y la gente no cobra, no pagan la luz, esto es evidente.
Mayor precio, menos competitividad, descenso de trabajadores, impagos eléctricos, disminución de ingresos de eléctricas…, ¿qué paso se salta esta gente?
Queremos ser competitivos a base de bajar sueldos, ¿pero y los costes energéticos?
Para algunos los costes energéticos parece que no importan, pero lo que sí es evidente que como sigamos en una situación como actual, comenzará a haber una deslocalización empresarial por culpa de los costes energéticos. Ya escribiré algún post sobre ello.
Saludos.
Está claro quienes van a ser los beneficiarios, y no es ser pesimista, al final siempre es el contribuyente el que paga el pato del desaguisado. Nunca se va a ir en contra del monopolio eléctrico y menos de la recaudación de impuestos.