Aun no hace ni 5 meses que un nuevo presidente de tupé rubio al viento llamado Donald se sienta en el despacho oval de la Casa Blanca y a juzgar por las cosas que ha puesto patas arriba se diría que hace ya 5 años. En unos 130 días de mandato al frente del ejecutivo de Estados Unidos, ha puesto fin a la reforma sanitaria de Estados Unidos, ha desmontado gran parte de las alianzas comerciales de su país a través del Pacífico y el Atlántico y ha roto las relaciones diplomáticas con sus vecinos del Sur que no quieren ni oir hablar de él. Pero donde el presidente Trump parece haber enfocado mayor esfuerzo descacharrador es en todo lo relacionado con la protección del medio ambiente. Ha eliminado de las webs oficiales cualquier referencia al mayor problema ambiental al que se enfrenta hoy en día la humanidad: El Cambio Clímatico e incluso ha puesto al mando de de la Agencia de Protección del Medio Ambiente (EPA) a un negacionista del mismo, Scott Pruitt, quien no ha tenido pudor en declarar que va a “volver a lo básico y dotar a los estados de herramientas para poder crear empleo”, lo que no sería extraño para el secretario de empleo pero sí para el máximo responsable de proteger el medio ambiente. Si para él la prioridad de la Agencia para la Protección Ambiental es crear empleo y no cuidad del entorno… ¿quién se va a preocupar de proteger al medio ambiente?.
Como si de una broma de mal gusto se tratase, cuando uno navega por la home de la EPA no encuentra ninguna referencia a la lucha contra el cambio climático. Pero si uno insiste y va a la sección de Ciencia y Tecnología, encuentra un epígrafe llamado “La Ciencia del Cambio Climático”. Al pulsar en ese enlace aparece una pantalla de error con el texto: “En la actualidad, estamos actualizando nuestro sitio web para reflejar las prioridades de la EPA bajo el liderazgo del presidente Trump y el administrador Pruitt”. Diríase que, frente a la versión anterior de esta web, que tenía su principal foco en la lucha contra el cambio climático de forma que EEUU pudiera, entre otras cosas, estar preparado para adaptarse a los impactos que los embates de dicho problema ambiental pudiera suponer, la nueva administrador ha preferido censurar cualquier referencia al tema aplicando la técnica del avestruz. En cualquier caso 3 meses después de que se vetase dicho contenido el mensaje de error sigue ahí. Uno se imagina que estarán tratando de buscar quien les redacte un contenido alternativo con pinta de pseucientífico. Podríamos aventurarnos a especular qué tipo de contenido podría sustituir a la información sobre el cambio climático. Tal vez planteen que la tierra es el centro del universo y el sol gira a su alrededor, o que la misma es plana, o que la evolución de las especies es un cuento chino inventado por un inglés barbudo…
Lo peor de todo es que, el que les escribe ha tenido en los últimos 15 años relación con algunos de los magníficos profesionales que trabajaban en la Agencia Estadounidense para la Protección Ambiental (EPA). Son gente seria, bien preparada y que basaban en la ciencia sus dictámenes y recomendaciones. Les imagino grises y taciturnos teniendo que renunciar a lo que saben en favor de lo que les ordenan que digan. Les veo dando la espalda a todo aquello que la ciencia les ha enseñado a riesgo de perder sus empleos y la fuente de los ingresos con los que dan de comer a sus hijos. Bajo las órdenes de un iluminado se ven abocados a traicionar sus principios, sus ideas y hasta la ciencia en la que creen.
No es la primera vez en la historia en la que los fanatismos han tratado de poner coto a la razón haciendo uso de la fuerza y la autoridad. En realidad es casi un clásico que se repite de tanto en tanto.
Pero si algo nos ha enseñado la historia es que al final la lógica de la razón acaba imponiéndose al igual que la manzana de Newton se acaba golpeando contra el suelo y la verdad prevalece.
Sólo espero que cuando eso ocurra no sea tarde.
En un todo d e acuerdo
La verdad prevalece porque la realidad existe queramos o no verla.
Espero que tengas razón en eso también y todavía estemos a tiempo.
Un abrazo.