A la pregunta de por qué invertir en energías renovables se han enunciado muchas respuestas a lo largo de los años.
En un primer momento, el principal argumento para apostar por las energías renovables era el medio ambiental, pues se trata de una energía limpia y que no emite gases de efecto invernadero.
Más adelante, sobre todo en la primera década de este siglo, el argumento era económico basado en las ayudas gubernamentales a las energías renovables que hacían de la inversión en este tipo de energía un negocio seguro y de largo plazo.
Energías Renovables durante la crisis económica
La crisis económica trajo consigo un importante y drástico recorte en dichas ayudas lo que, por un lado, cortó en seco la inversión en este tipo de energías en España y, por otro, dejó colgados a muchos inversores que habían invertido en este tipo de energías.
Este recorte se llevó a cabo incluso de forma retroactiva, lo que ha supuesto un grado de inseguridad jurídica que, finalmente, se ha vuelto contra el propio Estado Español, se está viendo obligado a indemnizar a los empresarios que de buena fe decidieron invertir en energías renovables con una garantía de rentabilidad avalada por el propio Estado.
Energías Renovables después de la crisis económica
Pero la salida de la crisis ha traído consigo una nueva realidad también en lo que respecta a las energías renovables.
La reducción paulatina del coste marginal de dichas energías ha hecho que entre 2015 y 2019 tanto la energía eólica como la energía solar fotovoltaica hayan pasado a ser más baratas que las energías fósiles tradicionales con las que venían compitiendo.
Así, se ha alcanzado lo que se viene a llamar la paridad, o que el hecho de invertir en energías renovables ya no tenga que depender de subvenciones o de una mayor o menor conciencia medioambiental, sino que se convierte en una cuestión de simple y pura lógica económica.
Como demuestra Bloomberg en su informe Bloomberg New Energy Finance, en 1976 el coste de una celda solar fotovoltaica capaz de generar un vatio de potencia tenía un coste de 80$, mientras que en 2018 este coste se ha reducido a tan sólo 0,28$.
Es decir, el coste se ha dividido por 300.
Y cada año este coste se reduce aún más gracias a las enormes economías de escala que se están logrando, sobre todo con la enorme apuesta que por este tipo de energía ha llevado a cabo China.
Energías Renovables en la actualidad
Hoy en día la energía solar fotovoltaica es, lógicamente, la que más está creciendo en el mundo.
Así, por ejemplo, en un caso paradigmático como el chileno y según datos de su Comisión Nacional de la Energía, si bien a finales de 2013 su capacidad instalada era de 11 MW, en 2016 ya había alcanzado los 1,6 GW.
Y en la actualidad están en proceso de poner en funcionamiento otros 15,3GW más.
Algo parecido le ha ocurrido a la energía eólica que ha visto reducir sus costes al tiempo que se aumentaban su potencia instalada.
Así, si bien su coste por MWh ha pasado de más de 200€ en 1984 a menos de 20€ en la actualidad, a nivel mundial ha pasado unos pocos cientos de MW a casi un millón en la actualidad.
De esta forma, la pregunta con la que encabezábamos este post, preguntándonos por qué era buena idea invertir en energías renovables, queda plenamente respondida, como demuestra además el hecho de que desde 2010 la inversión en energías renovables en el mundo haya sobrepasado a la de energías fósiles.
En estos momentos las inversiones anuales en energías renovables prácticamente triplican cada año a las de las energías fósiles y la razón es bien sencilla: invertir en energías renovables es mucho más rentable.