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La Gestión de Residuos en Latinoamérica: Una oportunidad de oro

Gestión de residuos en Latinoamérica

En muchos de los países de América Latina se está abordando de forma decidida el reto que supone la gestión de los residuos. Una serie de Megaurbes como Ciudad de México, Sao Paolo o Bogotá han asumido que gestionar de forma correcta los residuos que generan de forma cotidiana, no sólo es una necesidad imperiosa para mantener unas condiciones necesarias de salubridad, sino que incluso puede ser una oportunidad de mejora e incluso de impulso de actividades económicas.

Por mucho tiempo la correcta gestión de los residuos urbanos fue uno de los puntos negros de muchas de estas urbes. En Brasil, la acumulación de neumáticos viejos unido a las lluvias y al calor provocó que nubes de mosquitos (algunos potencialmente infecciosos) encontrasen en esas condiciones el marco ideal para su proliferación. La solución que en ese momento encontró el gobierno brasileño, que posteriormente fue copiada más por imitación que por lógica por muchos de sus países vecinos fue el estigmatizar a los neumáticos fuera de uso como residuos peligrosos. Esta decisión, lejos de solucionar el problema, lo complicó aun más, pues la gestión de un residuo peligroso es más cara y mucho más compleja que la de uno que no lo sea. Así, países como Colombia, que habían decidido copiar la medida de su vecino, se encontraron con que el establecimiento de cualquier sistema integral de gestión chocaba con la barrera, aparentemente insalvable, de tener que gestionar miles de toneladas de residuos peligrosos lo que era de todo punto imposible.

Doña Juana: la solución a los residuos en Bogotá

También Colombia, y más concretamente Bogotá, había eludido durante años enfrentarse de manera sólida al problema de la gestión de los residuos urbanos que en esa ciudad y su conurbación se generaban. La solución de compromiso se llamaba (y aun se llama) Doña Juana. No, no es una señora entrada en años y con mucho temperamento, como algún alumno mío alguna vez me ha preguntado. Doña Juana es probablemente el mayor vertedero (botadero como se dice por allá o relleno sanitario, aunque de esto último tenga poco) ilegal del subcontinente americano. A unas decenas de kilómetros de Bogotá, y en el terreno de la vecina Ciudad de Bolívar, se puso en marcha hace casi 30 años y su nula gestión y el almacenamiento de todo tipo de residuos mezclados ha provocado más de un susto a los vecinos de la zona. Entre ellos hay corrimientos, explosiones e incendios debidos al metano no controlado, contaminación del vecino rio Tunjuelo o malos olores para la ciudad que, debido a la expansión urbana de los últimos 10 años se a acercado peligrosamente al vertedero.

Cambios en la gestión de los residuos

Pero los nuevos tiempos que vienen soplando en Latinoamérica también están llegando a la gestión de sus residuos. Y esto, en ocasiones puede suponer una oportunidad para el desarrollo económico y la mejora de las condiciones de habitabilidad de muchas zonas. El hecho de que se empiecen a poner en práctica de forma seria sistemas de recogida separada de residuos, se potencie el reciclaje, se cierren y reconviertan vertederos y otros cambios están haciendo de la gestión ambiental sin duda una profesión con gran presente y futuro en la zona.

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Es fundamental en este momento que  se conozcan bien las experiencias de otras zonas en las que dichas técnicas ya llevan tiempo implantadas, no siempre con éxito, como Europa, de tal manera que se aprenda de los aciertos y se eviten los errores. Como en ocasiones he dicho, es importante que se deje a Latinoamérica cometer sus propios errores. Pero hay que pedirle que no cometa los mismos que ya cometió la vieja Europa. Es importante, así, que los vertederos se conviertan verdaderamente en la última opción para el depósito de los residuos y sólo si no queda otra posibilidad. Para ello es importante que el coste de los mismos sea disuasorio (algo que, por ejemplo, no es la tónica en España, con vertederos de los más baratos de Europa, pero que ayudan a financiar ayuntamientos y comunidades autónomas que son sus gestores).

Proyecto Basura Cero

Empleados Basura Cero Bogotá
Empleados Basura Cero Bogotá

También deben evitar las ideas bien planteadas pero mal ejecutadas por una falta de planificación y un cierto atropello en su adopción. Así, por ejemplo, un magnífico proyecto (en su teoría) como el que el alcalde Petro de Bogotá planteó, y que con el título de “Basura Cero” pretendía que los recuperadores tradicionales fuesen los que se hiciesen cargo de la gestión de la basura de Bogotá, sobre la base de que ellos, que se habían venido ganando la vida recogiendo basura para reciclarla, eran lo que mejor conocían cómo sacar el valor de los residuos. La idea no era mala y desde luego suponía dar una oportunidad de desarrollo profesional “legal” a muchos de los que hasta ese momento se habían tenido que enfrentar con un infratrabajo de escasa reputación. El problema estuvo en la precipitación. En un plazo de poco más de 15 días se cancelaron los contratos que había con las empresas de recogida de basura. Se pretendió que los recolectores tradicionales se hicieran cargo de la basura de una ciudad de 8 millones de habitantes. Sin camiones adecuados, plantas de tratamiento ni infraestructura el fiasco fue monumental.  Provocó el colapso de la ciudad pues los nuevos gestores no tenían la capacidad técnica y humana para enfrentar tamaña tarea en el tiempo planteado. Al final una serie de improvisaciones tratando de paliar el problema lo complicaron aun más. Finalmente y aunque el fiasco logró reconducirse parcialmente le llegó a costar la propia alcaldía al alcalde Petro. Lo cual fue una verdadera lástimas pues la idea inicial del alcalde era muy buena, en lo que se falló fue en la puesta en práctica y en la planificación.

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Y es por esto por lo que no me cansaré de insistir en que es fundamental que se cuente con profesionales formados y… aun más importante, se les deje hacer su trabajo de análisis, planificación e implantación paulatina de medidas.

 

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Director del Área de Energías Renovables de IMF Business School

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