Tanto las instalaciones que emplean energías convencionales como las que lo hacen con fuentes renovables, tienen que buscar siempre la máxima eficiencia energética, y más aun en aquellos lugares en lo que la dependencia energética tiene unos valores altos, tal es el caso de España.
Recientemente se ha publicado que se ha desarrollado un proyecto europeo para el aprovechamiento de la energía sobrante de las instalaciones convencionales de generación eléctrica. Hay que apuntar, el rendimiento medio de transformación energética de las fuentes de energía primaria en un 30%, lo que quiere decir que se desaprovecha el 70% de la energía restante, por lo que la ineficiencia es máxima, y con unas consecuencias claramente negativas (medioambientales y económicas). Es por ello por lo que surgió el denominado proyecto TRISOFC , que acaba de concluir, con la finalidad de generar energía eléctrica con una tecnología eficaz de microgeneración a través de pila de combustible de óxido sólido (SOFC), que combina hidrógeno y oxígeno para producir electricidad (con subproductos como el vapor de agua, el calor y una pequeña cantidad de dióxido de carbono), pero que además genera refrigeración y calefacción a partir de un dispositivo desecante deshumidificador y refrigerador de ciclo abierto, lo que incrementa el potencial de la pila de combustible. Respecto a los beneficiarios, no sólo serían las grandes instalaciones de producción eléctrica, sino también los consumidores que podrían ser autoproductores de energía, tanto eléctrica como térmica, sin tener que depender de terceros, reduciendo de manera drástica la tan denostada dependencia energética.
Asimismo, en cuanto a las fuentes de energía renovables, la empresa alemana SIEMENS ha creado una solución mediante electrólisis para la producción de importantes cantidades de hidrógeno (importante vector energético, con un enorme potencial por poder ser utilizado en grandes instalaciones, vehículos, sector doméstico, potenciador energético del gas natural, pudiéndose también almacenarse), gracias a la electricidad que se produce en parques eólicos y en instalaciones solares fotovoltaicas. Este sistema tendría numerosas ventajas ya que no haría falta que las instalaciones renovables que en ocasiones se paran por no demandar el sistema eléctrico la electricidad que producen, lo hagan, y sigan funcionando aprovechando los recursos naturales. La compañía alemana ha utilizado la tecnología PEM (membrana de intercambio protónico), ya que permite aprovechar toda la capacidad energética incluso en los momentos más altos de producción y a presiones superiores a la atmosférica. El hidrógeno que se produce en esta ocasión es completamente renovable ya que en ningún momento intervendría fuente de energía fósil, como sucede en la actualidad en donde se emplea principalmente gas natural.
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