A pesar de estar ya en el mes de septiembre, prácticamente finalizado el período estival y con la vista puesta ya en el último cuatrimestre del año, conviene hacer referencia a un documento que se ha publicado este verano y que para muchos ha podido pasar desapercibido. Se trata de la «Estrategia de Seguridad Energética Nacional», la cual fue aprobada en la reunión del Consejo de Seguridad Nacional del pasado 20 de julio, presidida por Su Majestad el Rey.
En el mencionado documento se pone de manifiesto que España es un país netamente dependiente de fuentes de energía del exterior, aunque la diversificación de las mismas es un hecho a destacar. Consecuencia de su posición geográfica se trata de un país con grandes posibilidades de transformarse en un hub energético para toda la Unión Europea.
La Estrategia recoge una serie de objetivos, entre los que se encuentran la diversificación de las fuentes de energía, la garantía de la seguridad del transporte y abastecimiento, y el impulso a la sostenibilidad. No obstante, cada objetivo tiene líneas de acción, y su grado de cumplimiento se recogerá en el Informe que anualmente se elaborará sobre la Seguridad Nacional y que se presentará en las Cortes Nacionales.
De manera general, el documento se encuentra estructurado en cinco capítulos, que a continuación se mencionan:
*el primero, titulado «un entorno energético interdependiente en transición», sitúa a España en el contexto global, desarrollándose ya la idea enunciada anteriormente sobre la posibilidad de que nuestro país se convierta en un hub a nivel energético.
*el segundo, «una visión integral de la seguridad energética nacional», define dicho concepto teniendo presente la condición energética de España, sobre cuatro vectores (suministro, abastecimiento, sostenibilidad económica y sostenibilidad ambiental).
*los «desafíos a la seguridad energética nacional», permiten determinar una serie de retos importantes como son el cambio climático, el crecimiento de la demanda, la ecuación y volatilidad de los mercados energéticos, la gestión eficaz de las reservas y la cultura de la seguridad energética.
*en el cuarto se recogen los «objetivos y líneas de acción estratégicas», entre los que se recogen el desarrollo y la potenciación de las fuentes energéticas autóctonas, es decir, las fuentes de energías renovables.
*el quinto capítulo titulado «la seguridad energética en el sistema de seguridad nacional», encadena el aspecto energético en el contexto global de seguridad a nivel de Estado.