Tras un junio demasiado caluroso y un julio y agosto excesivamente secos, este final de verano pinta demasiado huracanado. Esto evidencia el cambio climático que estamos atravesando.
Los eventos climáticos extremos o inusuales en el medioambiente pueblan nuestros telediarios como si de una nueva plaga se tratase. Cualquier observador, no necesariamente avezado sospechará que algo, no demasiado bueno, está ocurriendo.
El problema del cambio climático
El problema es que asumir de forma cierta y profunda y, sobre todo, la autoría de lo que está sucediendo por todo el planeta, implica cambiar de forma drástica la forma en la que nos hemos venido comportando los últimos 150 años.
Nuestra forma de consumir, de comer, de vestir, de producir energía, de movernos o de fabricar cosas se tornaría insostenible.
La película documental: Una verdad muy incómoda
Tendríamos que admitir que se torna urgente cambiar el modelo económico, energético y hasta social. El problema no es que queramos o no conocer la verdad de lo que está pasando, sino que esa verdad es muy incómoda.
Una verdad muy incómoda: ahora o nunca es precisamente el título español de la película documental que este mes de octubre, de la mano del premio Nobel Al Gore, se estrena en algunas salas de cine en nuestro país.
Y que de hecho acaba de ser galardonada en el Festival de Cine de San Sebastián con el premio «Lurra» a propuesta de GreenPeace.
Han pasado ya 12 años desde que su primera película: Una verdad incómoda revolucionase la idea que el mundo tenía sobre el problema del cambio climático como el mayor y más urgente problema al que se enfrenta la humanidad.
En ese tiempo se ha avanzado mucho, las energía renovables han logrado ser más baratas que las fósil es, los coches eléctricos son ya una realidad visible, las naciones del mundo por vez primera se han puesto de acuerdo firmando el Acuerdo de París.
Consecuencias del calentamiento global
Por desgracia, en estos 12 años las consecuencias de este Calentamiento Global provocado por el ser humano también han comenzado a manifestarse de forma cada vez más dramática.
Los tifones y huracanes simultáneos se han vuelto habituales, los huracanes se producen en lugares antes imposibles como Nueva York, las lluvias torrenciales arrasan medio mundo al tiempo que sequías brutales desertizan el otro medio, el polo se deshiela, el mar sube e inunda ciudades como Miami y enfermedades endémicas como la malaria ven ampliarse su rango geográfico.
Hemos avanzado y hemos empeorado al mismo tiempo. El margen de reacción que tenemos como civilización se acorta.
Y cada día que pasa sin que cambie drásticamente nuestro modus operandi ahonda más en la crisis climática.
El cambio está en nuestras manos
La nueva película de Al Gore, con una calidad gráfica y visual impresionante, muestra también del avance cinematográfico de estos últimos años nos muestra a un tiempo lo que estamos mejorando y lo que estamos perdiendo.
De cada uno de nosotros dependerá el día de mañana. Cada uno de nosotros tendrá que prepararse para la pregunta que nuestros hijos nos hagan dentro de 20 o 30 años. ¿Por qué, si sabíais lo que estaba a pasando y si teníais las herramientas para cambiarlo, no lo evitasteis?
Cada uno tendrá que mirar en su interior y buscar cual puede ser su respuesta, qué hizo para evitarlo y hasta qué punto es responsable de la situación que se produzca. Pero lo que no podrá decir es que no se le advirtió.
O tal vez, sólo tal vez, si seamos capaces de cambiar el rumbo, si podamos dar ese salto adelante en la evolución social humana y si seamos capaces de frenar el cambio climático evitando los efectos más dañinos.
Tal vez, y sólo tal vez, si abrimos nuestros oídos, nuestra mente y nuestro corazón logremos evitar que el planeta cambie drásticamente y, sólo entonces, la pregunta de nuestros hijos sea otra y sea ¿cómo logramos unir nuestras fuerzas y mantener nuestra fuerza de voluntad para hacer, lo que había que hacer, de forma responsable, decidida y siempre de la mano de la ciencia?
Somos la primera generación de la historia humana con la capacidad técnica, científica y tecnológica para parar el cambio climático… pero también somos la última un tendrá la oportunidad de hacerlo.
¿Cuál es tu elección?
Hoy en día la señal de alerta ha llegado a muchos, tomando medidas a largo plazo, proyectos sustentables, metas mundiales y programas a los que países se han unido comprometidos a un cambio en pro de nuestro medio ambiente y asegurar los recursos naturales por muchos años. El cambio empieza dese las grandes élites, gobiernos y empresarios y continua hasta el final de la cadena con los consumidores responsables y comprometidos con el medio ambiente.
Perfectamente descrita la situación. Todos debemos pararnos y analizar la responsabilidad individual y colectiva en este gran problema y comprender que sólo la presión social podrá lograr que nuestros gobernantes y empresas cambien la legislación y su proceder. Comprar únicamente productos que tengan una fabricación respetuosa con el medio ambiente, exigir la construcción de mas plantas de reciclaje y leyes que fomenten la ampliación de las de las zonas de interés ecológico así como su conservación son objetivos que solo la sociedad civil puede marcar a sus gobernantes para ayudar definitivamente a mejorar la situación