¿Cómo está afectando el coronavirus al sector logístico?

Casi después de dos meses de la presentación “en sociedad”, el ya famoso, y mal llamado “coronavirus” (realmente se llama, 2019-nCoV, ¡¡toma del frasco carrasco!!), sigue cobrándose víctimas. En este post nos centraremos en una más, en esta ocasión la logística, y más concretamente el transporte internacional de mercancías.

Y es que no es para menos, la segunda potencia económica mundial está prácticamente paralizada. Todo ello es debido a que existe una importante restricción de movimiento, a todos los niveles, de personas y vehículos, que impide que la práctica económica y empresarial del país se pueda realizar con normalidad.

China, como potencia logística

China es considerada como la factoría del mundo y, si no se puede ni transferir ni recibir pedidos, el impacto se notará en todos los países para los cuales China es su principal proveedor…y también consumidor.

A modo de anécdota personal, me comentaba hace unos días un compañero de profesión que trabaja como supply chain manager para una pyme del sector textil en la comunidad valenciana, que parte de su producción (casi la mitad) la confeccionan en China (más concretamente en Shaoxing, provincia de Zhejiang), y que casi después de “tres semanas” sin tener noticias, pudo volver a tener contacto con su homónimo chino de la empresa proveedora.

La información que le trasmitió este fue: “… ante los acontecimientos que estamos sufriendo, el director de la empresa ha comunicado alargar las vacaciones por las celebraciones del nuevo año chino “sine die”. La factoría permanece cerrada y ningún trabajador puede acudir a su puesto de trabajo. Desconozco si se podrá cumplir con la programación de producción y si ésta se podrá transportar a tiempo”.

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El impacto del coronavirus en el sector logístico

Esta anécdota, lejos de ser aislada, es un caso prototípico de lo que puede estar pasando en muchas cadenas de suministro globales. Si el proveedor no provee, no habrá nada que transportar, y por lo tanto tampoco nada que vender.

La repercusión en toda la cadena de suministro puede estar siendo un verdadero latigazo para todos los integrantes de la cadena y si la situación no revierte de manera rápida, muchos puestos de trabajo estarán en peligro. Para aquel lector que esté interesado en conocer un caso similar al comentado que afecta a la producción industrial del automóvil, les invito a leer la noticia que incumbe a Nissan Motor Corporation.

Sin ánimo de ponerme tremendista o apocalíptico hay que tener en cuenta las repercusiones indirectas de que casi no exista actividad en el gigante asiático. Por ejemplo, sus puertos, además de ser puntos de ebullición cuando están a pleno rendimiento, también son escalas naturales y comerciales de muchos buques, y en muchos países de destino no se permite el paso a mercancías (ni por supuesto personas) que hubieren pisado suelo chino.

Esto está haciendo que muchas rutas marítimas de carga que tenían programadas escalas en puertos chinos estén “buscándose la vida” para evitarlos y poder atracar sin problema. Y no hablaremos del transporte de mercancías por carretera que tenga que atravesar el país.

Cómo afecta el coronavirus al sector de la logística

Otro punto importante a nivel logístico es la aduana. Aquí el problema del coronavirus tiene doble vía. Por un lado, tenemos las exportaciones del resto de mundo que ha vendido a China, y que ahora mismo no puede hacer llegar a sus compradores porque la parálisis que sufren, a nivel gubernamental, las diferentes aduanas de los principales puertos chinos es casi total.

Si somos exportadores a China, por ejemplo, de carne de cerdo, de aceite de oliva, o de vino, podemos encontrarnos ante tres de los siguientes supuestos.

  • Nuestro barco zarpó y habiendo llegado a su destino no puede entrar en el país porque la aduana se encuentra cerrada o está prácticamente paralizada.
  • Nuestro barco acaba de zarpar o se encuentra en el puerto de embarque.
  • Visto el asunto y teniendo la mercancía todavía sin cargar en mis almacenes, la mantengo hasta nuevas noticias. Pues bien, en cualquiera de los tres supuestos estaríamos perdiendo dinero.
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En el primer supuesto, tenemos una mercancía muy lejos de nuestro país (probablemente sin haber cobrado todavía su importe o la totalidad del mismo) y puede, según el incoterm acordado, habiendo acumulado una serie de gastos logísticos para llevar la mercancía al puerto chino. En el segundo supuesto, prácticamente estaríamos incurriendo en los mismos costes salvo el hecho de que la mercancía no está lejos del país de origen y se podría recuperar la carga todavía de algún modo, con sobre costes claro está.

Llegando al tercer supuesto y aunque parezca que es el contexto más benévolo (que lo es, sin duda) para el vendedor o exportador, tenemos en nuestro poder una mercancía que había sido producida para un cliente(s) concreto(s) y que ahora no sabemos si éste va a querer, o si la mercancía se va a degradar en mi almacén, y por tanto con la obligatoriedad de buscar un nuevo cliente que pueda asumir esa producción….¿a que éste último supuesto no parece tan bueno?. Seguro que alguien está pensando, bueno, para algo están los seguros ¿no? Cierto….muy cierto.

¿Qué ocurre con sus exportaciones y nuestras importaciones?

Todo esto, por lo que afecta a las exportaciones a China, ¿qué ocurre con sus exportaciones, nuestras importaciones? Por lo que se sabe de las conclusiones extraídas en experimentos realizados con coronavirus similares (en concreto, SARS y MERS) al que está produciendo esta crisis, la vida de este virus sobre las superficies de los objetos dónde puede quedar depositado, no debería de ir más allá de los 4-5 días hasta que muere, llegando a durar hasta 9 días con condiciones de alta humedad y baja temperatura (según explica el profesor Günter Kampf del Instituto de Higiene y Medicina Ambiental del Hospital de Greifswald en Alemania).

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Por tanto, y si nos atenemos a estas conclusiones, no debería de existir problema alguno en que pasen los controles sanitarios de las aduanas europeas. Menos mal, ¿no?

Para terminar y a pesar de todo lo que hemos relatado, estoy seguro de que la crisis pasará y poco a poco se irá recuperando la normalidad con el mercado chino, eso sí, cuando se restablezcan aduanas y nudos de transporte deberemos de tener paciencia porque los pedidos llegarán de golpe y tendremos que asumir demoras en los tiempos habituales de abastecimiento.

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Juan Antonio Marco es especialista en Dirección de la Producción y Tecnología, Experto en Gestión de Compras, Máster en Dirección Logística y Cadena de Suministro, MBA, además de Ingeniero Industrial en Electrónica y Automática. Actualmente dirige su propia empresa “Creando Valor para su Organización” de consultoría en administración y dirección de empresas (Logística y SCM, Producción, Operaciones y RR.HH). Desde hace más de 10 años ha sido y es formador y profesor de postgrado universitario en instituciones publico-privadas como: UNED, UCLM, UCJC, IMF Business School, entre otras. Le apasionan las relaciones humanas en las organizaciones apostando desde hace años por una formación compuesta por capacidades técnicas y humanas que le ha permitido formar y ofrecer asesoramiento en desarrollo de habilidades directivas y personales a varias instituciones, fundaciones y asociaciones empresariales.

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