El Instant Commerce utiliza las redes sociales para directamente vender. Ni generar audiencia, ni conversaciones, ni likes. Solo vender. El gran objetivo de cualquier empresa.
Ya se puede decir las redes sociales son la principal fuente de difusión para las marcas o empresas. Sobre todo las pequeñas, ya que con una simple fanpage es posible conectar con su público sin necesidad incluso de tener una web. Así que no era nada de extrañar que llegase este tipo de venta. Llega de la mano de las ‘fintech’ –acrónimo de finanzas y tecnología- para facilitarnos la vida a usuarios y empresas. Y de paso monetizar esfuerzos.
¿Quién dijo que las redes no servían para vender?
Cada vez más los usuarios intentan reiteradamente realizar búsquedas dentro de las propias redes sociales para buscar productos/servicios. El poder realizar esta acción en un único lugar ha generado el éxito de buscadores y comparadores. ¿Porque no tener un perfil o fanpage solo para vender? Hasta ahora el principal escollo o handicap era el pago de forma segura, rápida y sencilla. Cosa que no integra –por el momento- casi ninguna plataforma social.
La necesidad de dar facilidad a la venta dentro de una red social
De ahí nace el Instant Commerce. Poder disponer de una forma de pago fácil de usar a imagen y semejanza de una eCommerce. No quiere decir que las eComemrce desaparezcan o tengan un rival muy peligroso al que combatir. Todo lo contrario. Las propias tiendas virtuales podrán utilizar el Instant Commerce para aquellos usuarios que les gusta más navegar por las redes sociales.
Tan simple como publicar en su propio perfil actualizaciones de productos/servicios con su precio, su información detallada y su CTA. Una vez se ha publicado, el iCommerce lo vincula con la plataforma o app que dan el servicio. Y ya se empieza a vender. Aquí si que recomendaría tener un perfil exclusivo y no mezclarlo con el divulgativo y canibalizar esfuerzos, además de poder ser considerado un lugar spam
Nos puede resultar que no hay nada inventado, ni nada que le distinga de los botones de compra de algunas plataformas. La diferencia es que no hay que tener web, ni plataforma de pago, ni TPV virtual. Solo está vinculado a la plataforma de pago que, directamente y sin salir de la red social, se pueda completar la pasarela de pago para realizar el pedido de lo que se haya comprado.
Una nueva forma de vender gracias a la tecnología. ¿Nacerá otro nuevo término para englobarlo dentro del Marketing Digital? El tiempo nos dará la respuesta.
Jordi Torregrosa, consultor de Marketing Digital
Jordi Torregrosa
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