Contar historias en una época donde la generación hiperconectada es la que manda, no es trabajo fácil para las marcas. Para ello, la técnica del storytelling es la adecuada para generar valor.
La lucha por salir en el news feed de sus seguidores en Facebook es un hecho, pero no te confundas, igual que no hay que escribir para enamorar a Google, tampoco hay que obsesionarse con enamorar o satisfacer el algoritmo de Facebook.
Todo esto es más sencillo de interiorizar, cuando comprendemos que somos seres emocionales, más que racionales.
Primero, pregúntate qué tienes que contar, por qué estás en redes sociales y qué objetivos te has marcado conseguir.
Bien, seguimos, ¡tenemos algo que contar! No es necesario tener una comunidad muy grande, pero sí que sea valiosa para nosotros, es decir que cumpla con el buyer persona al que nos queremos dirigir.
¿Qué es el storytelling?
Me gusta mucho la definición que Idris Mootee, hace en su libro “Design Thinking”:
El storytelling es una técnica en la que al líder le toca reestructurar el pasado, el presente, el futuro, los problemas, las necesidades, los deseos y las esperanzas de una organización usando una narrativa construida sobre metáforas destacadas para ayudar a la gente a comprender y conectarse con la compañía, sus valores y su propósito.”
Esta definición puede parecer complicada a primera vista, pero se resume en:
- Conocer la historia de la marca (pasado y presente).
- Saber dónde quiere estar (futuro).
- Cómo actúa, cómo habla, qué le emociona, qué le mueve, cuál es la filosofía de la compañía (problemas, necesidades, deseos y esperanzas).
- Narrar una historia que deje huella en el receptor: trabajar con la realidad que vive el público objetivo, que hayan diferentes niveles de implicación. (conectar),
- Que el contenido sea líquido, adaptable.
- Lanzar un mensaje coherente en conjunto. Alimentar continuamente al usuario.
De esta definición aprendemos la importancia de crear una “Narrativa transmedia”, un proceso donde los elementos se dispersan a través de diversos canales de distribución, (llámese Facebook, YouTube, Twitter…) y a darles el valor que se merecen.
Como ves, no sólo hay que conocer la marca a la cual estamos representando, sino también al público al que nos vamos a dirigir.
¿Cómo aplicamos el storytelling a las redes sociales?
El storytelling, es una herramienta de persuasión, es una máquina de crear fans, si sabes cómo usarla.
Dentro de nuestro Plan de Contenidos, (“¡Oh, adorado plan de contenidos”). Llega el momento de pensar qué contenidos vamos a publicar, en qué formato concreto, en qué redes sociales y en qué momento. Planifica y deja hueco para la improvisación.
Echa un vistazo a esa planificación, ¿cuál es el nexo conductor?
No sólo basta con dividir los días de la semana en temáticas diferentes, vamos un poquito más allá.
Es bueno empezar de los contenidos más genéricos hasta llegar a los más específicos.
Por ejemplo:
- Genérico – Planificación y tácticas para el año 2017.
- Específico – Post del 14 de Febrero, acción: San Valentín
Llévalo a todas partes, a texto, a vídeo, a imágenes, gráficas, tweets, creatividades innovadoras, actuales, y sobretodo, diviértete.
Siempre que compartas algo, imagínatelo en tu muro, o lo que es más eficaz, piensa que se va a ver en una pantalla enorme en la Gran Vía de Madrid, ¿merece ser publicado? ¿Representa los valores de la marca? Si lo tienes claro, ¡adelante! Sino, revísalo.
La coherencia será uno de los principales valores del Storytelling que habrá que trabajar.
Plan de Contenidos de la marca
Para empezar a trabajar en el storytelling de nuestra marca, empezaremos a plantear la comunicación de forma genérica, nuestro plan debe cumplir con las cuatro I, que propone LATITUDE, una compañía especializada en la investigación de tendencias online, en su informe.
Elementos de una narrativa corporativa
Los elementos que nos ayudarán en la narrativa corporativa son:
Interactividad
Crear contenidos interactivos. La razón por la que estamos en redes sociales, para interactuar con nuestra audiencia.
Aquí medimos su proactividad, además de compartir en redes sociales, están colaborando y creando comunidad con otros fans, comentan con sus amigos lo que han visto en su muro de Facebook, recomiendan, opinan.
Impacto
Una historia que cause reacción. Para detonar impacto es importante hacerse preguntas como: ¿Está aprendiendo mi audiencia?, ¿Estoy motivando a mis seguidores a involucrarse con una causa?, ¿Tiene mi historia alguna influencia en la decisión de compra?.
Inmersión
¿Hasta dónde hay que profundizar?, ¿Qué grado de información adicional están buscando las personas?, ¿Qué contenido está consumiendo la audiencia que extienda el hilo narrativo de la historia?.
Integración
El uso de varias plataformas para transmitir la historia: ¿Cuántas plataformas estoy utilizando para contar mi historia?, ¿Estoy incorporando el mundo real en mi relato?.
Y continuar hasta desmenuzar nuestra historia en un post, es decir, hasta llegar a lo específico.
Una vez que pasamos a la acción, ya tenemos la historia centrada, es hora de plantear, paso a paso esa historia en meses, y más tarde en días.
Nos serviremos de imágenes que sean muy atractivas, utilizaremos vídeos, teniendo en cuenta la importancia de captar la atención en los primeros 5 segundos y emocionar en los próximos 5.
Ya depende del presupuesto que tengamos y las herramientas, de las que dispongamos.
5 efectos del storytelling en redes sociales
Pero lo que sí es gratis, es aspirar a un storytelling en redes sociales que cause estos 5 efectos que plantea Vilma Nuñez:
- WOW: causa impacto y sorpresa en tu público.
- Personal: conecta directamente con su corazón, busca el lado emocional.
- Relevancia: dale algo que de verdad sea relevante, no lo típico de siempre.
- Experiencia: vamos a dejarnos de vender mensajes, vamos a vender experiencias.
- Memoria: que nadie se olvide de la historia que has contado.
Por último, y no menos importante. La medición de resultados.
Si hemos aplicado todos nuestros conocimientos y esfuerzos en la creación de un contenido que consideramos de valor, vamos a ver qué tal ha funcionado, ¿no?.
Aplica las KPI’s que más te convengan, mide, compara y si no funciona, ¡Descártalo! Así, hasta conseguir tu historia ideal.
Os presento un ejemplo de post que cuenta la misma historia, contada de diferente forma: En Twitter y en Facebook:
Por el Día del Community Manager El Corte Inglés compartió lo siguiente:
Olga Gómez Vivo, alumna del Master en Marketing y Comunicación Digital de IMF Smart Education.
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