Todas las decisiones de las empresas deben pasar por conocer su entorno económico, su ecosistema, el mercado en el que actúan y sobre el que depositan sus bienes y servicios. De ahí que debamos conocer las bases de este contexto entendido como el ambiente de cierta incertidumbre en la que la empresa interactúa con otros agentes (personas, otras empresas, gobierno…) y que se ve afectado por sus acciones a nivel micro y macroeconómico.
Para ello, lo más habitual es analizar desde lo más general a lo más específico, por lo que empezaríamos con un análisis macroeconómico.
Análisis macroeconómico de una empresa
Debemos partir por conocer y estudiar el entorno más global, esto es, el país o países en los que actuamos. Por tanto debemos conocer desde las políticas económicas activas por los gobiernos a los tipos de contratos existentes en cada país, no olvidando nunca las diferentes variables macro del sistema: PIB, PNB, tasa de desempleo, tipos de interés…
La idea con este análisis será el conocer el entorno general sobre el que la empresa se asienta, pudiendo aprovecharse de sus puntos débiles y ser capaz de reaccionar rápidamente a entornos cambiantes. Por tanto debemos analizar: economía general, política, legislación, ecología, tecnología y factores sociales.
Análisis del sector
Una vez conocido los aspectos económicos y legales a nivel global debemos saber cuál es nuestra posición en el mercado. Conocer si somos una empresa líder o una más y, en función de nuestra posición, saber nuestras oportunidades de crecer o mantenernos.
Si no somos la empresa líder lo mejor que debemos hacer es estudiar muy bien la situación económica, contable, publicitaria y social de la primera marca del mercado. Al ser una empresa seguidora, es la líder la que debe marcar nuestras acciones indicándonos desde los procedimientos a seguir a la mejor manera de satisfacer a los clientes.
Sólo podremos crecer asimilando rápidamente los cambios de la líder o adelantándonos a esta en la prestación de nuevos productos o servicios, poco a poco podríamos ir captando la atención con pequeños cambios y, sin duda, luchando en precios o calidades.
Aquí, por tanto, analizaremos empresas del sector, pero también clientes (actuales y potenciales), proveedores, acreedores,…
Análisis microeconómico de la empresa
Cuando se analiza el entorno muchas veces los estudios se olvidan de lo obvio, conocer la propia empresa. Algo que pasa por tener una economía solvente, con una contabilidad detallada y bien realizada, con un diagnóstico de la empresa a nivel organizativo/formal y con un claro objetivo a medio o largo plazo.
Sólo conociendo el entorno de actuación podremos establecer una adecuada estrategia para conseguir un objetivo, no en vano para poder valorar un proyecto de inversión debemos conocer suficientemente bien el entorno como para establecer unos flujos de caja que nos permitan poder valorar un proyecto en el tiempo.
Este estudio debe fundamentarse en tres análisis
Análisis ad-hoc
A corto plazo, para ir corrigiendo pequeños errores y ser capaces de reaccionar rápidamente a los cambios del entorno.
Análisis regular
A medio plazo, cada año, para estudiar la evolución lograda y fijar nuevos objetivos.
Análisis continuo
Donde entra el “big data” y la necesidad de analizar a cada momento la situación.
En definitiva lo que se debe es lograr una idea clara y sencilla de todo lo que rodea a la empresa, ya que sólo teniendo información correcta, ordenada, clara y concisa, analizada de manera detallada (eliminando aspectos incensarios), podremos tomar decisiones coherentes que lleven a la organización a un nuevo nivel, logrando competir en un mercado cada vez más habituado al uso y análisis de información.