Dirección financiera a corto plazo: análisis y diagnóstico

Dirección financiera a corto plazo

Cuando hablamos de tomar decisiones financieras muchas veces nos centramos en el largo plazo o, como poco, en un medio de plazo de entre 3 y 5 años. No en vano siempre que hablamos de dirección financiera nos suena a la aplicación correcta de nuestros recursos financieros para obtener el mayor retorno posible de los mismos, invirtiendo en activos o proyectos de rentabilidad demostrada.

Pero este tipo de análisis deberían estar siempre compensado con un control de los recursos e inversiones del corto plazo. Y no hablamos sólo de vigilar su solvencia inmediata, el fondo de maniobra, si no el tratar de dar coherencia al conjunto de recursos que disponemos en el corto plazo pero que por no soler dar una alta rentabilidad no son vigilados.

La dirección financiera a corto plazo

Aun así, en el corto plazo tenemos siempre que vigilar una serie de preguntas:

  • ¿Tenemos suficientes recursos para garantizar la continuidad del proceso productivo?
  • ¿Poseemos recursos financieros para cubrir los activos corrientes?
  • ¿El retorno de las ventas es suficiente para abonar las deudas a corto plazo y que haya exceso para asegurar adelantar un pago del largo?
  • ¿Cuál es la estructura óptima?
  • ¿Cuánto es el tiempo de recuperación del ciclo de explotación?

El primer y más sencillo análisis se suele realizar mediante el cálculo de ratios, entendiendo como tales meras divisiones de partidas del balance de situación. El problema de este tipo de cálculos es que, aunque correctos, para empezar necesitaríamos conocer los datos medios del sector o, si nuestra posición no es media, de la competencia directa. Pero hay otros problemas: no sólo hay información relevante en los balances, a veces las cuentas públicas no nos ofrecen los datos que necesitamos de la competencia, los resultados obtenidos son sólo cualitativos,…

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Dentro de los ratios de solvencia tres versiones que tratan de medir (de menos a más restrictivos) la liquidez de los activos a corto plazo, es decir, la capacidad que tienen de transformarse en dinero y poder así satisfacer las deudas a corto plazo.

  • Ratio de solvencia: AC / PC
  • Ratio de liquidez o “acid-test”: AC-(existencias+ANC mantenidos para la venta) / PC
  • Ratio de tesorería: T / PC

Otro de los procedimientos más habituales, probablemente por su simpleza, es el cálculo del fondo de maniobra. Este mide también la solvencia pero como resta, comparando el AC con el PC. Si su resta es mayor que cero significa que tendremos recursos suficientes para abonar nuestras deudas (algo que sabríamos si el ratio de solvencia es mayor que 1). Es, por tanto, un análisis primario y complementario del anterior; a veces calculado como PN+PNC-ANC (es decir, las partidas contrarias).

Por último, un análisis que se suele hacer es conocer el periodo medio de maduración del ciclo de explotación. Con él lo que pretendemos es conocer el tiempo que, por término medio, tarda la empresa en realizar su proceso, es decir, desde que adquiere las materias primas hasta que recupera el dinero con la venta y cobro de los clientes.

Este se divide en:

  • Período medio de almacenamiento: 360 / (Consumo MMPP/Saldo medio MMPP)
  • Período medio de fabricación: 360 / (Coste de producción/Saldo medio PPCC)
  • Período medio de venta: 360 / (Coste de ventas/Saldo medio PPTT)
  • Período medio de cobro: 360 / (Ventas/Saldo medio clientes)

Estos son algunos de los principales métodos para el análisis financiero a corto plazo, aunque depende de las empresas pueden crear otros o usar alternativos que consideran más oportunos. Pero, recordemos, que los análisis pueden ser válidos para nuestra empresa pero que esta vive en sociedad con todos los “stakeholders” y que debe conocer el movimiento del mercado y estar en consonancia con él.

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Manuel López Millán

Tutor de las áreas de Finanzas y Administración de Empresas de IMF Business School. Doctorando en Administración y Dirección de Empresas, Administración y gestión de empresas, por la Universidad Complutense de Madrid. Máster en Dirección Financiera, Contabilidad y finanzas por IMF Business School. Licenciado en Administración y Dirección de Empresas, Especialidad intracurricular de Contabilidad. por la Universidad Complutense de Madrid

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