Mucho se critica por parte de un sector de la sociedad a las nuevas generaciones, acusándolas fundamentalmente de poco constantes e incluso de vagas en algunos casos -famoso se ha hecho el término ‘nini’ (ni estudias ni trabajas)-, pero nosotros queremos poner un escudo y hacerle frente a este tipo de calificativos que no hacen justicia con el conjunto de los jóvenes españoles, donde el talento, la preparación y la valentía son protagonistas en una amplia mayoría.
De hecho, si por algo destaca esta nueva generación es por su perfil emprendedor, el que los ha llevado a afrontar con optimismo un panorama negro en lo laboral en la última década.
De algún modo, es una especie de rebelión ante lo establecido, ya que muchos han demostrado que se puede alcanzar el éxito profesional desde la aventura de tomar las riendas de un proyecto propio, más allá de que sigan siendo viables las alternativas laborales clásicas, trabajando por cuenta ajena.
Habilidades y características de un emprendedor
Eso sí, emprender no es tarea fácil, por eso es recomendable poseer una serie de habilidades y características que son la verdadera llave del éxito si este es el camino que deseas para ti. Nosotros hemos agrupado en este texto 10 que nos parecen fundamentales, agrupando por epígrafes algunas que convergen entre sí:
Iniciativa y creatividad
Es complicado plantearse una carrera propia sin ser una persona con iniciativa para atreverse a que las ideas se conviertan en realidades. Para eso, ayudan otras características como la creatividad, la curiosidad, el gusto por la innovación o el Inconformismo.
Todas ellas ponen su granito de arena para que reunir el valor que aporte energía suficiente a la iniciativa.
Formación
Pocos ránkings destacarán la formación como característica del emprendedor, pero por obvia que parezca siempre es un plus definitivo.
Lo es tanto en profesiones de los considerados oficios, de formación profesional, como también las actividades que requieren de conocimientos universitarios.
Además, siempre es interesante reforzar la formación con estudios de postgrado como por ejemplo un máster en dirección de empresas como el MBA de IMF Business School que cubre sectores como el del turismo, la enología, el sanitario, la moda o el marketing deportivo, entre otros.
Intuición y planificación
La curiosidad ayuda también a un rasgo decisivo en los emprendedores: la capacidad de anticipación. En ocasiones no es necesaria si la demanda es amplia, pero suele ser condición indispensable para el éxito en muchísimas ocasiones.
Intuir una necesidad del mercado y ser capaz de planificar bien los pasos a dar, anticipándote a los que den los posibles competidores, es vital para el buen emprendedor.
La planificación, por cierto, es una característica que debes mantener desde los albores del proyecto hasta el final de tu carrera profesional como emprendedor, que ojalá sea lo más tarde posible.
Confianza en uno mismo, con capacidad crítica
En infinitas ocasiones se habla de la autoconfianza como una clave del éxito profesional, y es algo cierto, sobre todo en el caso de los emprendedores porque se necesita para tirar hacia delante en los malos momentos y resistir al fracaso, pero nos olvidamos de la otra pata de esta característica, la capacidad de autocrítica.
Si no eres capaz de reconocer tus propios errores, de reflexionar sobre lo realizado y de escuchar opiniones válidas, será difícil que alcances tus metas por mucha autoconfianza que tengas.
Capacidad para tomar decisiones
El ser capaz de tomar decisiones, especialmente cuando vienen mal dadas, es un poder que solo unas pocas personas tienen, y es absolutamente diferencial entre los emprendedores.
Por supuesto, la toma de decisiones crítica suele ir de la mano de la decisión como característica general de la persona, ya que es extraño encontrarse a alguien capaz de decidir bajo presión si no lo ha hecho antes en circunstancias menos adversas.
Sentido de la responsabilidad y control emocional
Cuando tienes entre mano algo que es tuyo y que quieres llevar a un determinado puerto en base a tu planificación y ambición, se debe tener un punto de prudencia, de sentido de la responsabilidad y de, en definitiva, control emocional, para evitar los icebergs que te encontrarás por el camino de la travesía, siguiendo con el símil marítimo.
Mide siempre el riesgo de tus decisiones para la compañía.
Adaptabilidad y capacidad para delegar
Una característica negativa de empresas grandes es que son auténticos dinosaurios a los que un cambio les afecta muchísimo.
En cambio, cualquier empresa de nueva creación destaca precisamente por su capacidad de adaptación a los cambios, y esto es algo que viene definido si se tiene o no por el carácter del líder del proyecto.
Por cierto, dentro de los posibles cambios está el de que, ojalá, el negocio crezca, así que si llega ese momento no te olvides de la importancia de saber elegir a tus personas de confianza y de, sobre todo, aprender a delegar en ellas.
Habilidad comercial y de negociación
Desde el primer momento es una ventaja para el emprendedor que tiene habilidad en el sector de las ventas y que se maneja en las negociaciones como pez en el agua.
No es algo tan decisivo como otras características, porque siempre se puede delegar esta parte en alguien de confianza, pero es muy probable que durante el proceso de emprendimiento tengas que recurrir a tus dotes comerciales en más de un momento, de manera que no te olvides de ellas.
Buena comunicación, transparencia y liderazgo: interna y externa.
Es decir, todo lo que tenga que ver con la comunicación es básico. Es fundamental saber comunicarte hacia fuera, ya sea a proveedores, clientes e incluso medios de comunicación, pero también es importantísimo transmitir con confianza, claridad y seguridad a tu equipo.
De hecho, si eres capaz de hacerlo, quedará más que demostrado tu liderazgo, algo que siempre repercute positivamente en la producción del capital humano. Además, también te ayudará la buena comunicación a tejer una red de networking mucho más grande y fuerte.
No caben todas en una lista relativamente corta como esta, por eso, aunque nos dejemos algunas en el tintero, no queremos olvidarnos, a modo de ‘bonus track’, de la perseverancia y la tenacidad.
Ambas son características fundamentales del buen emprendedor, ya que sin ellas probablemente no funcionaría un proyecto liderado por una persona que reúna las 10 desarrolladas en sus respectivos epígrafes.
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