Cuando nos ponemos ante un descontrol financiero ya sea personal o profesional, lo primero que vamos a descubrir detrás del desorden es un desequilibrio emocional, personal o de equipos. Bien por desajustes en enfoques y filosofías de políticas de organización por no pararse, y utilizar la mente y el pensamiento para colocar las ideas y sentimientos.
Ya tenemos todas las herramientas para planificar, mover y enfrentar balances de contabilidad, mil plantillas por servicios, productos, proveedores, sistemas de control de facturación, calendarios de pagos, seguimiento de inversiones o proyectos. Nada se escapa al que quiera tener unas finanzas en orden, solo con seguir unas pautas y utilizar innovadores software o programas de gestión privadas o publicas. Incluso las redes sociales ya ponen a nuestro alcance cualquiera de los equipos y conocimientos que podamos querer manejar a cualquier nivel o volumen financiero.
Pero hay del que teniendo todo en su mano, no sabe lo que quiere…o esta centrado en egolatrías y sentimientos de culpabilidad, ambiciones desmedidas, valores contradictorios, falta de ética y moral personal o de empresa.
Problemas económicos siempre hay, es el enfoque hacia las soluciones que también están siempre ahí lo que hará la diferencia.
No tiene que ser el desencadenante o la causa del desorden, pero esa falta de equilibrio emocional sera la cortina que no deja ver la luz. Cuando sentimos un bloqueo en la estructura de nuestras finanzas lo primero que hay que hacer es parar. Mirar y observar de dentro hacia afuera, como esta el sentimiento de satisfacción personal, y la seguridad y autoconfianza, si detectamos en ellos algún punto débil comencemos a trabajar.
Normalmente suele haber una insatisfacción por algo que esta ocurriendo y no se ajusta a nuestras metas y objetivos reales, es muy común desviarse por intereses económicos, o estrategias comerciales que nos distraen de la verdadera naturaleza de nuestros deseos y necesidades. Puede ser un equipo mal dirigido por alguien que esta mirando en dirección errónea, o que tiene problemas de comunicación y genera un desentendimiento que mueve las piezas a lo loco.
También es posible que haya motivaciones contradictorias en uno mismo, como director de equipos o de nuestra misma vida, no siempre las cosas se ven tan nítidas como uno quisiera, es fundamental e imprescindible planificar las paradas a pensar y analizar, meditaciones personales y profesionales.
Algunos entornos lo llaman “mete las manos en los bolsillo y mira” , probar a hacerlo y notareis que no es fácil. Pararse a observar debe ser una tarea que hay que mecanizar para estar centrados y tener la información mínima necesaria para caminar. Y pararse a sentir en la misma medida. Poner nombre a las cosas que pasan por la cabeza en esos momentos de stop y escribirlas es una buena técnica de identificación de atascos emocionales.
Y si tenemos dudas de como parar, preguntar al sector Coaching que seguro tenéis alguno cerca y os guiaran en el camino del control mental y emocional.
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Mónica Fernández, experta en Liderazgo y Coaching
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