La innovación, la mejor vacuna empresarial

Ya lo decía en una feliz sentencia el consultor José Cabrera, autor del libro  –Redarquía: más allá de la jerarquía-: “La vacuna de las empresas se llama innovación”.

En estos momentos cuando todo se nos torna diferente, cuando nos habíamos preparado por si se nos caía el techo, descubrimos que podemos estar peor: ¡¡se nos ha caído el suelo!!, y los miles de arañazos decoran las paredes intentando agarrarse a la nada y diseñando en nuestras cabezas una salida a la caída a plomo de la, hasta ahora, segura realidad.

Aprovecho para contaros que este 28 de noviembre imparto una conferencia en Congreso Internacional y encuentro de diálogos de saberes: Redes de conocimiento, un camino a la innovación, organizado por la Fundación Universitaria del Área Andina en Colombia.

¿Qué es la innovación?

Innovar es cuando implementamos respuestas adecuadas y precisas a una solución, desarrollamos una idea, mejoramos un proceso, le damos una nueva vuelta de implementación y respuesta a un producto o servicio… y esa función tan decisiva puede considerarse de manera incrementar, cuando introducimos novedades, significativas  o no, a lo que ya existe con la sola idea de conseguir una mejora. Por el contrario decimos que conseguimos una disrupción cuando creamos algo totalmente nuevo sobre una base inexistente.

¿Innovar es tener ideas?

Está claro que sin ideas no llegamos lejos, pero no confundamos creatividad con innovación, ya que es una condición necesaria pero no suficiente. Creatividad es desarrollar nuevas ideas y convertirlas en realidades, pero es sólo el consumidor quien dictamina si esa creatividad es innovadora, cuando acepta la transacción.

Es la diferencia que hay entre un proceso mental y un proceso productivo con resultados económicos. La innovación es mercado, porque en caso contrario es pura fantasía.

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¿Y cómo lo hacemos?

Todo proceso de innovación supone un esfuerzo complejo para las empresas. Éstas tienen que poner en práctica un conjunto de procesos transversales con el triple objetivo de conseguir que se desarrolle estructuras innovadoras que soporten cambios y novedades, al mismo tiempo que supone el estar dispuesto a modificar la formulas organizativas en pos de este nuevo paradigma innovador, pero por encima de estas dos características está la voluntad del fomento de la visión de innovar.

Durante mucho tiempo la innovación en las organizaciones empresariales respondía al modelo de innovación cerrada. Donde las ideas y las técnicas desarrolladas dentro de la propia empresa eran filtradas por el embudo del “proceso de innovación” con el propósito de dirigirse al mercado target de la propia empresa.

Hoy nos vemos abocados a aceptar que nos movemos en un modelo de innovación abierta. Hay una ideas y técnicas que se desarrollan dentro de la empresa y otras ideas y técnicas se están desarrollando fuera, ambas con el objetivo de ser procesadas en un nuevo embudo de innovación donde ya no nos limitamos a las necesidades detectadas por “nuestro” mercado target, sino que estamos simultáneamente respondiendo a uno  o varios mercados alternativos, al mismo tiempo que podemos responder a mercados ajenos mediante el fomento de spin-out, o licenciamiento de patentes, … Todo más dinámico y mucho más “líquido”.

¿Qué debemos tener en cuenta para innovar?

Que el entorno empresarial ha dejado de ser una certidumbre

Los modelos de negocios cambian constantemente, el riesgo ya no es una excepción sino una constante, la aparición de nuevos sistemas de pagos, de transacción y de relación financiera nos exige mucha cintura a la hora de monetizar nuestras ideas y proyectos.

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Que la salud ya no es la ausencia de enfermedad

Surgen nuevos retos en la salud y en la enfermedad, los costos en estos aspectos se disparan, y la falta de seguridad se instala en todas nuestras propuestas de futuro inmediato.

Que cuidar el medio natural, no es discutible

Nos enfrentamos a patrones medioambientales que son auténticos desafíos. Las catástrofes naturales se consolidad como “normalidad” y los recursos naturales se nos agotan.

Que la tecnología es un riesgo imprescindible

Ya no podemos elegir, la digitalización es nuestro medio natural, la conectividad es el apellido de siglo XXI, pero detrás de todas estas realidades hay unos riesgos y peligros evidentes; que la robotización nos viene a mejorar la vida, al tiempo que nos condena a un cambio de paradigmas para el que no disponemos de manual de instrucciones.

Que las personas son hoy más humanas que nunca

Nos enfrentamos a cambios de tendencias y comportamientos desconocidas en siglos y milenios, no sólo por la rapidez de esos cambios sino por la profundidad de sus respuestas.

Los patrones conocidos en la relación laboral y de ocio se están mutando sin remedio. La invasión de las grandes urbes, está alcanzando el 80% de la población mundial reunidas en un puñado de metrópolis.

El planeta se queda pequeño para tanto deseo de tránsito de miles de millones de nómadas digitales.

Ejemplos de empresas sobre cómo aplican la innovación

Extraídos de Idea to Value encontramos algunos ejemplos de cómo se aplica la innovación poniendo la creatividad al servicio de un nuevo paradigma de mercado.

Supreme

La marca puntera en ropa urbana sacando stocks de ropa por un periodo artificialmente corto para provocar colas y así conseguir a precio “normal” lo que sólo se va a poder conseguir de segunda mano en la subastas de Ebay a precios astronómicos.

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Netflix

Y las vacaciones ilimitadas. Observando la ineficiencia de los procesos burocráticos del personal más brillante luchando cada día por conseguir la productividad de aquellos con menor desempeño, desarrolla la innovadora norma de personal denominada “Libertad y Responsabilidad”. Cada uno puede elegir los días de vacaciones que desee al año al tiempo que entrega un trabajo excelente.

Zipline

Muchos países del África subsahariana no cuentan con una infraestructura vial adecuada para transportar sangre rápidamente entre hospitales o ubicaciones de almacenamiento.

Es por eso que Zipline ha desarrollado una red de drones sencillos y fiable donde los hospitales de Ruanda y Ghana pueden solicitar sangre de un área de procesamiento central y recibirla en un promedio de 15 minutos, en lugar de las horas o los días que se necesitarían con el transporte convencional.

Las dos pestañas siguientes cambian el contenido a continuación.

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