Confirming es un término que está de moda escucharlo pero no tanto entenderlo… y eso que no es nada nuevo.
No en vano detrás de ese anglicismo está un concepto tan antiguo como es la gestión de pagos, es decir, la cesión por parte de una empresa de sus obligaciones de pago (proveedores, acreedores, impuestos,…) a alguna entidad financiera con el objetivo de optimizar resultados. Es decir, debemos tener claro que un servicio ofertado para gestionar no para simplemente abonar.
De esta manera las entidades, ó emisores del confirming, buscan una serie de objetivos básicos a alcanzar:
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Reducción de costes:
Hay que tener en cuenta que esta contratación supone un gasto normalmente fijo por contratación, por lo que su uso normalmente sólo está destinado a grandes empresas con un gran número de proveedores/acreedores. Tantos que su propio departamento financiero se vea desbordando, de tal manera que cediendo los derechos pueden centrarse más en financiación a largo plazo e inversiones de crecimiento (y su consiguiente reducción de costes implícitos y una mayor optimización de este recurso vía especialización).
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Aprovechamiento de descuentos:
El mayor poder de negociación de las entidades por volumen podrá aportarles descuentos pro volumen conjunto de negociación ó aprovecharse de estas negociaciones para estar pendientes de descuentos por pronto pago.
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Mejora de la imagen de la empresa:
Teniendo ahora la iniciativa de pagos frente a los proveedores.
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Reducción de costes secundarios:
Gastos implícitos por gestión, manipulación de cheques, incidencias,…
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Ayuda a gestionar los fondos de efectivo de las empresas:
Pudiendo anticipar pagos ó retrasarlos en función de los saldos disponibles de tesorería.
Mejoras significativas dan valor a estas acciones que son demandadas por grandes empresas a las que las entidades financieras a veces deberán realizar de manera gratuita por la mera necesidad de mantener y fidelizar a sus clientes. Y es que normalmente son acciones no demasiado rentables desde un punto de vista financiero.
Una solución financiera óptima para poder centrarnos aún más en nuestro negocio externalizando servicios que no tenemos por qué controlar, reduciendo gastos y tiempo.
Como curiosidad decir que el término “confirming” no es real, sino que es un invento español. No en vano fue altamente desarrollado en España en los años 90 y el banco Santander creó y registró ese nombre, aunque permite su uso libremente a cualquier otra empresa. De hecho siempre remarcan tener el copyright del mismo.
Manuel López Millán, tutor de las áreas de Finanzas y Administración de Empresas de IMF Business School
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