Todo lo que debes saber sobre la Ley de segunda oportunidad

La vida te da segundas oportunidades, tanto es así que existe la Ley de segunda oportunidad. Cuando uno se va haciendo mayor descubre qué cierta es la frase que dice: “Todo pasa, todo se renueva y todo comienza de nuevo ” y que nada, salvo la muerte, es definitivo. Entonces empieza a relativizar incluso los peores instantes porque recuerda con una sonrisa de ganador otros momentos anteriores que se superaron, pese a que cuando lo vivimos nos parecieran insalvables.

Verlo desde esa perspectiva hace un poco más fácil sacar fuerzas de flaqueza y en las peores circunstancias mantener la serenidad, sin perder la cabeza, consciente de la temporalidad de cada instante vivido. Salir adelante depende en parte de uno, de su capacidad de supervivencia, de lucha y de reinventarse. Rendirse no es una opción, con coraje y sacando fuerzas de flaqueza siempre hay que seguir en la lucha.

Os aseguro que no es un mensaje de libro de autoayuda de quien nunca sufría, que va, todo lo contrario, esto lo escribo desde “mi peinar canas “, desde la experiencia de haber luchado y haber sido herida en muchas batallas de vida y de sobrevivir en circunstancias personales y profesionales nada fáciles.

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¿Qué es la Ley de segunda oportunidad?

La ley española da segundas oportunidades a las personas cuando a uno la vida le va mal; existe una norma poco conocida y aplicada (no más de 2.000 expedientes al año) que en los momentos actuales está más vigente que nunca para paliar los posibles efectos del parón económico derivado de la pandemia generada por el COVID-19 que está generando enormes problemas personales e incertidumbre en nuestras vidas y economías.

Esta ley, llamada de Ley de Segunda Oportunidad ( LSO ) permite perdonar, minorar y aplazar las deudas y compromisos de pago frente a terceros de las personas naturales.

Fue publicada en el Ley 25/2015, de 28 de julio, de mecanismo de segunda oportunidad, reducción de la carga financiera y otras medidas de orden social y que se generó tal y como consta en la propia ley “como respuesta a la crisis de la que se estaba saliendo “, enmarcándola en el siguiente contexto:

“Todavía existen muchos españoles que siguen padeciendo los efectos de la recesión. Es misión de los poderes públicos no cesar nunca en el empeño de ofrecer las mejores soluciones posibles a todos los ciudadanos, a través de las oportunas reformas encaminadas al bien común, a la seguridad jurídica y, en definitiva, a la justicia “.

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¿Cómo funciona esta Ley?

El objetivo, según establece la propia ley, es permitir que una persona física, a pesar de un fracaso económico empresarial o personal, tenga la posibilidad de encarrilar nuevamente su vida e incluso de arriesgarse a nuevas iniciativas, sin tener que arrastrar indefinidamente una losa de deuda que nunca podrá satisfacer, equiparando, en parte, los derechos de las personas naturales respecto a las personas jurídicas de entrar en situaciones de quiebra y concursos de acreedores que sí están regulados por la ley desde hace años.

La misma ley reconoce que muchas situaciones de insolvencia son debidas a factores que escapan del control del deudor de buena fe y que, por lo tanto, el ordenamiento jurídico debe proteger a deudores que por una alteración totalmente sobrevenida e imprevista de sus circunstancias no pueden cumplir los compromisos contraídos.

¿Cuáles son los requisitos para acogerse a la Ley de segunda oportunidad?

Los trámites que suponen acogerse a la ley son complejos y no se han simplificado como consecuencia de la nueva situación económica provocada por el COVID-19, pero, pese a ello, puede ser una opción de salida, por supuesto, sabiendo que no es un proceso fácil y que el plazo de resolución será largo.

Hay requisitos para acogerse a la ley de segunda oportunidad, entre otros:

  1. El deudor ha tenido que actuar de buena fe
  2. La deuda debe ser inferior a 5 millones de euros
  3. Debe existir una situación de insolvencia (sin poder pagar gastos básicos)
  4. No pueden existir antecedentes penales por delitos económicos.

Los pasos a seguir son los siguientes:

Proceso de ley segunda oportunidad

Los Contenidos que se pueden establecer en los acuerdos con los acreedores según marca la ley de Segunda Oportunidad:

  • Aplazamientos en los pagos por un periodo inferior a los 10 años
  • Quitas
  • Convertir la deuda en acciones y participaciones de la del que el deudor es partícipe
  • Cesión de bienes y derechos como pago de la totalidad o de un pago parcial de la deuda

¿Cómo acogerse a la Ley de la segunda oportunidad?

Para arrancar el proceso de acogerse a la ley hay que rellenar el formulario, Real Decreto Ley 1/2015 de 27 de febrero , con bastante información y posteriormente acudir al notario para que nos designe un mediador. Una vez aceptado, que no siempre esto ocurre, se presentará un plan de pagos a los acreedores, entidades y personas a quienes debemos dinero. En caso de que los acreedores no acepten el acuerdo, hecho que sucede en el 95% de los casos dado que normalmente no suele haber casi nada de masa monetaria, se procederá a presentar el expediente en el juzgado para solicitar al juez el conocido “Beneficio de exoneración del pasivo insatisfecho”, es decir, solicitar el perdón de las deudas que no se pueden pagar.

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¿Cuáles son los plazos de la ley de la segunda oportunidad?

El plazo del proceso de negociación con los acreedores no podrá ser superior a los 2 meses, si bien el plazo total desde que se inicia el proceso hasta que se logra el acuerdo puede superar los 2 o 3 años.

En caso de que los deudores actúen de mala fe o falseen los datos de su declaración de sus bienes o ingresos, los acreedores con los que se ha llegado a un acuerdo podrán solicitar la no aplicabilidad del acuerdo al que se hubiera llegado durante los 5 años siguientes, quedando exonerados del acuerdo al que se habría llegado.

¿Dónde se solicita la Ley de Segunda Oportunidad?

Existen despachos especializados en la tramitación de la “Ley de segunda oportunidad”, con mensajes en sus webs tan atractivos como:

  • Si no lo conseguimos, te devolvemos tu dinero
  • Solo cobramos al inicio 99 euros por tramitar el expediente, y luego comisión de éxito; solo si las cosas van bien cobramos.
  • Posibilidad de hacer una primera evaluación en línea para ver si cumplen requisitos para tramitarlo.
  • Hemos ganado el 100 % de los expedientes tramitados

Si este proceso de llegar a un acuerdo extrajudicial no diera resultado se podría seguir por la vía judicial para pedir la cancelación o exoneración de nuestras deudas privadas mediante el “Beneficio de exoneración del pasivo insatisfecho” o la solicitud del concurso de acreedores de la persona física.

El concurso de acreedores voluntario de personas naturales se podría solicitar en caso de que no exista acuerdo extrajudicial, que no exista dinero ni activos para que el deudor haga frente a sus obligaciones y siempre y cuando se haya obrado de buena fe. Para ello previamente se debe haber intentado el acuerdo extrajudicial, no siendo culpable de la situación a la que se ha llegado, no haberse beneficiado antes de la ley de la segunda oportunidad, no haber sido condenado por delitos contra el patrimonio o hacienda, derechos de los trabajadores o falsedad documental y no haber rechazado una oferta de empleo 4 años antes de su solicitud.

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Existen deudas que no se pueden dejar de pagar y están fuera de cualquier acuerdo o negociación. Estas son la manutención de los hijos y las deudas con Hacienda y la Seguridad Social.

La información de que nos hemos acogido a la ley de la segunda oportunidad será pública al quedar inscrita en el Registro Público concursal. La misma podrá ser consultada por personas con interés legítimo como pueden ser bancos, clientes o proveedores, y también por parte de las administraciones públicas y órganos judiciales.

Pese a que, si todo sale bien y llegas a un acuerdo y gracias a la LSO, puedes liberarte de tus deudas, volviendo a tener tarjetas de crédito, solicitar financiación bancaria y salir de los listados de morosidad, dado que el plazo para tramitar la ley de la segunda oportunidad es tan largo, mi consejo tal y como dicen nuestros abuelos es que “Más vale un mal acuerdo que un buen pleito”.

En estos momentos de parón económico derivados de la pandemia, en el que gobierno está poniendo en marcha medidas para ayudar a autónomos y personas naturales como moratorias en el pago de alquileres e hipotecas, prestación por cese de actividad, créditos ICO, la ley de la segunda oportunidad puede ser otro de los caminos para recomenzar la vida, porque como dice los sabios dichos populares

  • “Mientras hay vida hay esperanza “
  • “No hay mal que cien años dure “
  • “Esto también pasará, igual que pasaron dolores pretéritos y cuando los vivimos parecía imposible superarlos”

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Gerente de HolaCalidad. Docente de la Universidad del Pacífico. Además, es Integrante del equipo de investigadores del IELAT ( Instituto Universitario de Investigación en Estudios Latinoamericanos de la Universidad de Alcalá) y CITBM (Centro de investigación Tecnológicas Biomédicas y Medioambientales de la Universidad San Marcos).

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