Mi abuela castellana decía que tenía que estudiar para “ser alguien en la vida” y, aunque era sabia, creo que su afirmación, por esta vez, no era del todo cierta porque ya somos alguien en la vida, desde que nacemos, estudiemos o no lo hagamos.
Estudiamos, entre otros motivos: para tener herramientas para sobrevivir en esta vida, para tener cartulinas que den contenido a nuestro CV con titulaciones académicas, para dar gusto a los padres ávidos de que sus hijos se labren un futuro y quiero pensar que también estudiamos para satisfacer un deseo de aprender, de ignorar menos, de investigar y de conocer, “penetrando en el bello y maravilloso mundo del saber”.
La formación en la sociedad actual
Voy a tratar de identificar cuáles son los paradigmas de este nuevo mundo en el que vivimos y al que se tiene que tratar de acoplar la formación:
- Globalización
Nos enfrentamos a un mundo sin fronteras, donde la competencia nos viene desde cualquier país del mundo.
- Desaparición del empleo estable
Habrá mucho más trabajo precario, inestable y a tiempo parcial y en muchos casos la salida profesional no es el empleo por cuenta ajena, sino el emprendimiento.
- Altas tasas de desempleo
Que azota en mayor medida a los jóvenes.
- Innovación tecnológica
La robótica, inteligencia artificial provocan desempleo tecnológico y cese de empleos tradicionales, sustituyendo personas por robots y enfrentándonos a la cuarta revolución industrial.
- Los universitarios no trabajarán, en muchos casos, en las materias que se formaron
Pese a ello, hay que evitar que sea una generación de jóvenes frustrados.
- Necesidad de sostenibilidad de los negocios
Lleva a cierto miedo a investigar y que no lleguen a buen fin, perdiendo dinero. Se hace realidad la frase de “que investiguen otros”.
- En los próximos 10 años muchos de los trabajos actuales no existirán
Por la automatización, por los cambios de tendencias y modas.
- Nuevas necesidades formativas
Para adaptarse a este mundo cambiante, donde la academia tiene que ser visionaria y anticiparse a lo que necesitará el mercado laboral
En poco tiempo existirán nuevas profesiones que ahora ni siquiera imaginamos; diseñadores de la personalidad del ordenador, científicos del ADN, arquitectos de realidad aumentada, optimizadores de tráfico de drones o expertos abogados en el manejo de criptomonedas.
A la vista de estas profesiones me he sentido como un contemporáneo de Julio Verne ante la lectura de su obra:
- En su novela París en el siglo XIX (1863) habla de una red internacional de comunicaciones, ¿estaba hablando de Internet?
- En Veinte mil leguas de viaje submarino (1870), con Nautilus se anticipó 18 años al invento del submarino
- En Cinco semanas en globo (1863), Verne hablaba del hombre que conquistaba el cielo en grandes máquinas que pesasen más que el aire, anticipándose más de 50 años al invento del avión
- En la Tierra a la Luna (1865), el hombre se paseó por la luna, 100 años antes del Apolo 11.
Las universidades deben ser un poco ¨Julios Vernes” formando profesionales para el presente, pero también haciéndolo para un futuro que inexorablemente llegará.
Exigencias de las Universidades frente al mundo empresarial
Frente a este escenario, ¿qué se le está pidiendo a la Universidad?
- Desarrollar desde las aulas competencias para el emprendimiento, capacidad de asumir riesgos, resiliencia, creatividad. Que los universitarios sean capaces de ganarse la vida por sí mismos sin necesidad de un empleador.
- Preparar a los alumnos para aprender continuamente y de manera independiente ya que viven en un entorno en que el conocimiento evoluciona a ritmo trepidante y es necesario el reciclaje profesional.
- Enseñándoles a hacer y no solo darles conocimientos teóricos, ser profesionales de acción con capacidad de resolver problemas.
- No seguir impartiendo clases con un pupitre y una pizarra, sino dar apertura a nuevas formas, como la formación virtual.
- Profesores que asumen un rol distinto, compartiendo conocimiento desde una posición de igualdad.
- Los alumnos llegan a las aulas con el conocimiento ya anticipado, como un profesional que se prepara un comité de dirección y acude a las clases para intercambiar y compartir conocimiento con una clara orientación práctica.
- Docentes con experiencia empresarial que hablen desde lo vivido.
- Apertura de las universidades al mundo empresarial, apoyando en la búsqueda de prácticas profesionales para que los alumnos apliquen lo aprendido en el aula.
- Abriendo las puertas de la universidad a las empresas para poner en marcha proyectos de investigación conjunta.
- Apoyando en la búsqueda de financiación de los proyectos de investigación, ya sea mediante financiación pública o privada.
- Creando grupos de trabajo de empresarios que participen en el diseño de planes curriculares que permita crear nuevas carreras adaptadas al mercado laboral
- Realizando simposios, seminarios, congresos… donde se comparta conocimiento entre todos los actores que deben ser protagonistas de la investigación y la innovación
- Fortaleciendo el acceso de las empresas a las instalaciones de la universidad y de la universidad a las instalaciones de las empresas.
- Que las empresas puedan plantear problemas a las universidades para que les apoyen en la búsqueda de soluciones concretas
- Que las universidades puedan dar servicios de:
- Asesoría
- Asistencia técnica
- Consultoría
- Centro de estudios de información e investigación
- El método del caso no debe ser solo de casos antiguos sino también casos reales y cercanos a las realidades nacionales y regionales
La universidad debe ser un foco de investigación e innovación creando productos y servicios que resuelvan problemas concretos, facilitando el tránsito de los alumnos al mundo del emprendimiento y del trabajo en general.
La universidad debe salir de sus espacios y acercarse a la realidad del mundo empresarial donde sus alumnos van a vivir.
La unión necesaria entre universidad y empresa
El matrimonio entre universidad y empresa es un matrimonio de tres, porque el Estado tiene un papel determinante mediante la creación de normas que faciliten la unión y hagan atractivos a ambos el camino conjunto para lograr progreso.
La innovación es un proceso sistémico que se desarrolla mediante la cooperación de los actores económicos, las universidades y los gobiernos.
Las empresas tienen que entrar en las aulas y los estudiantes salir a las empresas lo antes posible, con políticas de Estado que apoyen y faciliten esta unión y la investigación conjunta en beneficio de la sociedad, para la generación de crecimiento y desarrollo.
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