Numerosos han sido los artículos publicados en los últimos meses, tras el cierre del último trimestre de actividad del 2015, acerca de la disminución de la accidentalidad en nuestro país desde que entró en vigor la Ley 31/1995 de Prevención de Riesgos Laborales.
La mayoría de estos artículos informaban de este hecho en un tono triunfante, celebrando y felicitando por la labor desarrollada en la mencionada disminución del número de lesiones como consecuencia del trabajo.
Bajo mi punto de vista, considero que la aparición de la Ley trajo cambios positivos sobre la gestión de los riesgos inherentes al trabajo, pero si no se ha conseguido erradicar la totalidad (o en su mayor parte) de los accidentes derivados de la actividad laboral después de 20 años en vigor, se puede llegar a la conclusión de que el sistema para gestionar la Prevención de Riesgos Laborales que actualmente está implantado en nuestras empresas, es cuanto menos eficiente.
En este punto, es necesario plantearse la necesidad de dejar paso a una nueva sistemática que acompañe y complemente los requisitos legales, ya definidos en la mencionada Ley. Es el concepto conocido como Lean Safety.
El objetivo del Lean Safety es transformar la cultura preventiva actual a través de la filosofía Lean Manufacturing.
¿Qué es el Lean Manufacturing?
El Lean Manufacturing tiene su origen en el sistema de producción Just in Time (JIT) desarrollado en los años 50 por la empresa automovilística Toyota. De forma resumida puede decirse que la metodología Lean consiste en la aplicación sistemática y habitual de un conjunto de técnicas de fabricación que buscan la mejora de los procesos productivos a través de la reducción de todo tipo de “desperdicios”, definidos éstos como los procesos o actividades que usan más recursos de los estrictamente necesarios.
En España, el interés por el Lean Manufacturing está creciendo en los últimos años aunque todavía existe un gran desconocimiento, especialmente entre las pequeñas y medianas empresas.
Lean Safety
Al igual que en el Lean Manufacturing, el trabajador que practica la metodología es quien alimenta su pasión por desafiar y optimizar los procesos, fomentando el crecimiento personal dentro de la organización. Las personas que sienten pasión por la seguridad y salud laboral, reconocen que ésta deriva de la posibilidad de involucrarse en el desarrollo y protección de las personas.
En el largo viaje hacia la adopción de una cultura preventiva óptima, en la que los trabajadores entiendan la necesidad de convertir la Prevención en un valor intrínseco de la empresa, el denominador común no es más que el compromiso de los trabajadores de llevar a cabo esta labor. Es difícil cambiar, crecer o desarrollar una nueva cultura empresarial rápidamente, siendo ésto un objetivo a largo plazo.
Para cumplir con este objetivo, participarán en este proceso todos los trabajadores de la organización, abarcando desde la base hasta la cúspide de la pirámide empresarial. De este modo, se favorecerá la aparición del clima preventivo.
El clima preventivo es la expresión del equilibrio entre las demandas de producción y los objetivos en seguridad y salud laboral. Si la productividad se favorece de forma prioritaria a costa de la seguridad, los empleados percibirán como prioridad de la organización la productividad y alinearán su comportamientos en consecuencia y tomarán atajos vulnerando las normas de seguridad. A la inversa, si en situaciones de conflicto entre productividad y seguridad la dirección se decanta por el principio de que “aquí trabajar y trabajar con seguridad son siempre la misma cosa”, las personas perciben el clima de seguridad y la probabilidad de que un trabajador se salte las normas de seguridad se minimiza.
Luis M de la Flor, experto en Prevención de Riesgos Laborales