Consecuencias de los factores psicosociales sobre la salud de los trabajadores
La salud de los trabajadores puede verse dañada por los efectos que producen determinados fenómenos psicosociales.
Los condicionamientos psicosociales unidos a los factores de orden personal, tienen una repercusión directa sobre el individuo, determinando su grado de satisfacción o insatisfacción en el trabajo.
Como consecuencia de ese mayor o menor grado de satisfacción en el trabajo, aparece un conjunto de síntomas que se plasman en anomalías, incidentes, accidentes, etc. y, en último término, deterioran directa y progresivamente la salud del trabajador.
En función de las habilidades de cada individuo ese deterioro se dará en mayor o menor medida. Así, lo que para uno puede ser causa de problemas de salud, para el otro puede no serlo.
Lo deseable es que se produzca un equilibrio entre los factores humanos y las condiciones de trabajo, ya que este “buen clima” repercutirá en un aumento de la motivación del trabajador, en su capacidad de trabajo, en la confianza en sí mismo y, en definitiva, en la mejora de su salud.
Por el contrario, un desequilibrio entre ambos, cuando las necesidades no están satisfechas o las habilidades están sobre o infravaloradas, dará lugar a reacciones diferentes en cada individuo, que pueden tener como consecuencias la aparición de incidentes o accidentes.
Las reacciones que tienen lugar debido a esta interacción del individuo con el medio de trabajo, no son inmediatas y, por lo general, los efectos son diferentes, pudiendo ser modificados por determinados factores individuales. Estos efectos que los factores psicosociales pueden causar sobre la salud pueden agruparse en los tres siguientes apartados:
Cambios psicológicos
Cuando la organización y el contenido del trabajo constituyen una amenaza psíquica se producen cambios psicológicos. En este momento el individuo activa los mecanismos de defensa que dispone para conseguir el equilibrio, mediante la adaptación a la nueva situación. Si no consigue restablecer este equilibrio, puede dar lugar a la aparición de alteraciones emocionales o psicológicas que van a afectar al trabajador fuera del medio laboral y también en el desempeño de sus tareas, fundamentalmente al rendimiento en el trabajo. No cabe duda de que el origen de estas alteraciones se puede encontrar, tanto en las demandas del entorno laboral, como en el extra laboral, aunque ciertas conductas patológicas, ciertas desadaptaciones o ciertos trastornos neuróticos están íntimamente unidos a la actividad profesional.
Al principio, las alteraciones del comportamiento son leves: falta de apetito, rapidez en el habla, pero si se mantienen los factores causantes del problema, el comportamiento se agrava dando lugar a trastornos más graves, como los temblores, el tartamudeo, el abuso de alcohol y tabaco.
Frente a situaciones estresantes es importante el tipo de conducta que tengamos, porque es un indicativo de cómo se activa nuestro organismo, reflejando los posibles trastornos físicos y emocionales que pueden derivarse a medio o largo plazo.
A modo de conclusión cabe destacar que los factores de estrés psicosocial inherentes al trabajo actúan durante largos períodos de tiempo, de forma continua o intermitente, y pueden ser causa de trastornos de las funciones psicológicas y de comportamiento. De hecho, pueden darse actitudes negativas que se ponen en evidencia a través de la irritación, preocupación, tensión, depresión, agresividad, miedo y fobias, de las que puede derivarse un mal funcionamiento de las facultades cognoscitivas, como por ejemplo, una disminución de la capacidad de concentración y memorización.
Trastornos físicos o psicosomáticos
Está demostrada la relación existente entre los factores psicosociales y una serie de trastornos funcionales físicos y estados psicológicos límites. Entre los trastornos físicos se pueden citar: la tensión, neuralgias, dolores musculares, disfunciones gástricas, trastornos circulatorios, respiratorios y envejecimiento prematuro. En cuanto a los estados psicológicos habría que hacer referencia a una mayor agresividad, tendencia a la depresión y a otras neurosis de reacción.
Se desconoce la etiología de la mayoría de las enfermedades psicosomáticas, pero sí se sabe que surgen de la interacción de numerosos factores individuales y de las características de determinadas situaciones.
Consecuencias de los factores psicosociales sobre los grupos y las organizaciones
La insatisfacción en el trabajo puede provocar que el individuo vaya perdiendo el interés por la tarea y la forma de realizarla, además de generar agresividad que le puede llevar al individuo a adoptar una postura de rechazo hacia las normas de seguridad implantadas, como una forma de mostrar su disconformidad hacia la organización.
El trabajador tiende a desligarse de la Organización, por no sentirse parte de ella. La falta de identificación con el proyecto de la empresa, provoca falta de interés, desmotivación, y consiguiente descenso de compromiso con la empresa.
Esta actitud puede tener para el individuo una serie de efectos tales como el absentismo, descenso progresivo de la productividad, falta de calidad en la producción y, sobre todo, accidentes de trabajo.