Por mucho que te guste tu trabajo nadie siente ganas de volver y de que lo bueno se acabe o ¿sí?. En este post, conocerás las causas de la depresión postvacacional y algunas medidas para prevenir que esta situación nos afecte.
Causas de la depresión postvacacional
La causa de esta depresión no coincide solo con el final de vacaciones y la vuelta a la rutina, a ello se unen varios factores:
- La ya mencionada, vuelta a la rutina.
- Retomar aquel trabajo pendiente y que has aparcado durante las vacaciones, pero que sin quererlo se ha hecho presente en algún momento porque no has logrado desconectar totalmente.
- Los días se acortan dando al ambiente un aire otoñal.
- El inicio del cole.
- La vuelta a los atascos matutinos y a las horas punta.
- La consabida cuesta de septiembre: a los gastos de vacaciones hay que sumar los libros y el material escolar de los niños, uniformes, las horas extras en el cole, ….
- La falta de conciliación familiar.
- etc
En fin, que pensar en septiembre da mucha pereza y depresión.
¿Cómo superar este estrés postvacacional?
La manera de enfrentarnos o reaccionar a esta situación tiene que ver con la forma de ser de cada persona, no vamos a descubrir nada nuevo.
Existen unos factores propios de cada uno que influye en la manera de afrontar esta situación, se trata de nuestro tipo de personalidad. Existe la personalidad tipo A y tipo B.
- La personalidad Tipo A es la que más se relaciona con el estrés. Son individuos muy impacientes, perfeccionistas competitivos y muy preocupados por su trabajo, de ahí que sean los individuos más propensos a sufrir estrés y padecer sus consecuencias.
- La personalidad Tipo B son individuos capaces de gestionar mejor estas situaciones, se preocupan por su trabajo igual que los anteriores, pero sin estresarse.
En función del tipo de personalidad los afrontamientos de estas situaciones serán diferente.
Estilos de afrontamiento
Son la disposición específica del individuo para hacer frente a las situaciones estresantes. Podemos afrontar la situación que se nos viene encima de manera que contribuyamos a aumentar el estrés, por ejemplo:
- Percibir como amenazantes cualquier situación desconocida o ambiguas.
- Negar el acontecimiento no queriendo aceptarlo.
- Evitar todas las situaciones que consideramos estresantes.
- Sentirnos culpable de lo que sucede.
- Enfrentarnos a la situación de forma impulsiva y sin pararnos a pensar.
Existen, por el contario, individuos que reaccionan de diferente manera y consiguen disminuir el estrés con la búsqueda racional de soluciones, el autocontrol y la evaluación positiva de la situación. Son personalidades optimistas que aceptan la situación que les llega intentando solucionar el problema sin temor.
Lo cierto es que es muy difícil cambiar y controlar la personalidad de cada uno, unos se deprimen antes de tiempo pensando en lo que se le viene encima y cómo afrontarlo, otras, sin embargo, viven el día día y solo se enfrenta a la situación estresante solo cuando es necesario.
Técnicas para afrontar el estrés tras las vacaciones
Desde punto de vista de la prevención existen diferentes técnicas de afrontamiento del estrés:
Técnicas de afrontamiento del estrés centradas en el individuo
Estas técnicas tratan de reducir los niveles de ansiedad, los pensamientos negativos y las relaciones sociales conflictivas, entre ellas encontramos las técnicas de relajación, respiración, cognitivas y técnicas de entrenamiento en habilidades sociales, llevar hábitos de vida saludables, etc. Algunas de estas técnicas las hemos tratado en entradas anteriores.
Técnicas de afrontamiento de estrés que intervienen sobre la tarea
Tienen por objeto reducir los problemas que puedan surgir durante el desempeño del trabajo y también a aumentar la eficiencia de su desarrollo, son ejemplos de estas técnicas el enriquecimiento de tareas, establecimiento de descanso y rotación de puestos.
Técnicas de afrontamiento que intervienen sobre la organización
Tratan de disminuir los problemas de estrés relacionados con factores de la organización como la comunicación y participación, las relaciones personales y el desarrollo de la carrera dentro de ésta.
Consejos para la vuelta al trabajo
Me voy a permitir dar unos consejos para enfrentarnos al final de las vacaciones y vuelta a la rutina echando mano del refranero español que es bien sabio:
- Si te da pereza volver a levantarte temprano piensa que A quien madruga Dios le ayuda
- No vayas receloso a trabajar porque mal de muchos, consuelo de tontos.
- Si crees que queda mucho para las siguientes vacaciones piensa que A todo se acostumbra uno, menos a no comer.
- Si te asustan los problemas del trabajo debes agarrar al toro por los cuernos y recuerda que, a grandes males, grandes remedios. Y, sobre todo, no te ahogues en un vaso de agua
- Se optimista y pon al mal tiempo buena cara
- Recuerda que Dios aprieta, pero no ahoga
- Si en algún momento cometes un error o te equivocas piensa a lo hecho, pecho y antes de hacer nada, consúltalo con la almohada, pues haciendo y deshaciendo se va aprendiendo.
- Si tu jefe te agobia recuerda que del jefe y del mulo cuanto más lejos más seguro, pues después de la tempestad, viene la calma.
- Busca tu seguridad laboral pensando que el que algo quiere, algo le cuesta y que el que la sigue, la consigue.
- El tiempo todo lo cura.
- Más vale lo malo conocido que lo bueno por conocer.