Se acerca la Navidad y como otros años el mes de diciembre es un mes lleno de cenas de empresa y celebraciones en las cuales no suele faltar el alcohol. Es por ello, que he querido recordar en esta nueva entrada los riesgos asociados a la conducción de vehículos y el consumo de alcohol.
El ser humano es social por naturaleza, y en estas celebraciones navideñas se ponen en práctica estas relaciones sociales . No obstante para poder convivir en grupo es imprescindible que existan unas normas de conducta, aceptadas y compartidas por todos, que garanticen la correcta y pacífica relación entre unos y otros. Esas normas son las buenas maneras, la cortesía, el saber estar y ¿cómo no? es fundamental que todos los miembros del grupo colaboren en mantener y conservar la seguridad unos de otros.
Debemos ser conscientes de que un exceso de alcohol a la hora de conducir pone en peligro la seguridad no solo del conductor sino de todo el que se cruza en su camino.
El alcohol está presente en alrededor de la mitad de los siniestros mortales y un tercio de aquellos con víctimas. Además, agrava las consecuencias en todos los accidentes.
Los efectos que sienten directamente en el sistema nervioso, desorganizando su funcionamiento con las siguientes consecuencias:
– crea un falso estado de euforia y sobrevaloración de las capacidades, asumiendo mayores riesgos.
– disminuye los reflejos aumentando los tiempos de reacción (un ejemplo: a 90 km/h con alcoholemia cero la distancia que recorre el vehículo en el tiempo de reacción es de 18 metros; con 0,8 se recorren 12 metros más);
– reduce la visión periférica y provoca visión doble, así como problemas de acomodación a los cambios de luz, colores y deslumbramientos;
– descoordinación entre órganos sensoriales y motrices;
– y falsea la apreciación de distancias y velocidades.
Recordad que están obligados a someterse a pruebas de alcoholemia todos los conductores, y el resto de usuarios de la vía implicados en un accidente circulatorio; también cuando los Agentes de la Autoridad lo soliciten en controles preventivos, o a consecuencia de infracciones o si se manifiestan síntomas evidentes.
Seamos consciente de los peligros para poder tener una Feliz Navidad.
Estoy totalmente de acuerdo con lo que dice en el artículo, y es que cada día vez más tenemos distracciones al volante, y si encima conducimos borrachos o bajo los efectos de otras drogas, las posibilidades de tener un accidente al volante aumentan de forma increíble. Creo que todos deberíamos ser más conscientes cuando estamos al volante, por eso comparto este post http://quepasasi.es/multas-por-alcoholemia/ que también habla sobre los efectos del alcohol en la conducción. Espero que os sea de ayuda, y sobre todo, ¡Seguridad y atención al volante!