Si hay algo que queda claro es que el estrés laboral es uno de los riesgos de mayor peso que afecta a la población laboral, por ello su estudio en el master oficial en prl es de gran importancia.
Desde el punto de vista psicológico el estrés no es solamente una dimensión del ambiente físico o psicosocial; no puede ser definido sólo en términos de carga de trabajo o de situaciones que se consideran estresantes, como tampoco se puede definir sólo en términos de respuesta, como la movilización fisiológica o la disfunción de la ejecución.
El estrés es un estado cognitivo que reside en la percepción que tienen las personas de la adaptación a las demandas de su entorno de trabajo y depende de la valoración cognitiva que las personas hacen de su situación.
El estrés, por lo tanto, está en función, no sólo de las demandas del entorno, sino de la percepción de los individuos de esas demandas y de su habilidad para adaptarse a ellas.
Desde una perspectiva integradora, el estrés se podría definir como la “respuesta fisiológica, psicológica y de comportamiento de un individuo que intenta adaptarse y ajustarse a presiones internas y externas”.
Otra definición que tal vez nos ofrezca una información que nos permita identificarlo y comprenderlo mejor sería: “El estrés es un desequilibrio sustancial (percibido) entre la demanda y la capacidad de respuesta del individuo, bajo condiciones en las que el fracaso, ante esta demanda, posee importantes consecuencias (percibidas)”. Mc Grath (1970).
Según esta definición, se producirá estrés cuando el individuo percibe que las demandas del entorno superan a sus capacidades para afrontarlas y, además, valora esta situación como amenazante para su situación.
Esta definición hace referencia a la necesidad de mantener un equilibrio entre lo que la realidad demanda y la capacidad de respuesta del individuo a estas demandas.
El Comité Consultivo de Seguridad e Higiene y Protección de la Salud en el lugar de trabajo, se basa en la siguiente definición: “El estrés en el trabajo es la reacción emocional y psicofisiológica ante los aspectos desagradables y nocivos de la tarea, del entorno laboral y de la organización del trabajo. Es un estado que se caracteriza por elevados niveles de excitación y de angustia y, con frecuencia, se acompaña de sensaciones de no poder más”.