En una situación de trabajo pueden existir diferentes problemas de tipo psicosocial, problemas a los que habrá que buscar una solución eficaz, basada en el conocimiento profundo de dicha situación. Este conocimiento se obtiene a través de una investigación o proceso de investigación, que es a lo que llamamos evaluación de riesgos de tipo psicosocial.
Esta evaluación, como cualquier evaluación de riesgos, es un proceso complejo que conlleva una serie de actuaciones o etapas sucesivas e interrelacionadas.
Fases a seguir en la evaluación de riesgos psicosociales
En primer lugar, es fundamental definir, de la forma más precisa y menos ambigua posible, el problema que vamos a estudiar, y sus diferentes aspectos o facetas, es decir, determinar el objetivo del estudio. Para ello, será necesario recoger la mayor cantidad posible de información que nos pueda orientar en nuestro objetivo, observar el trabajo mientras se está llevando a cabo, y consultar otros estudios, teorías, y conocimientos existentes relacionados con el tema, así como consultar a distintos especialistas.
Una vez decidido qué es lo que vamos a estudiar, es necesario determinar el colectivo de trabajadores y de puestos de trabajo a los que va a afectar nuestro análisis, y decidir si el estudio lo vamos a realizar sobre toda la población o sobre una muestra representativa de la misma.
A continuación, habrá que determinar los métodos y técnicas que se van a utilizar para realizar el estudio, teniendo en cuenta que será el problema a evaluar el que marque las pautas de la elección, tanto de los métodos como de las técnicas que se deben emplear.
El siguiente paso será ya plantear las hipótesis de trabajo, las explicaciones más probables al problema planteado, que someteremos a comprobación real.
De estas hipótesis se derivan las variables de estudio, el campo de investigación, las informaciones a recoger, los métodos a emplear, y los datos o hechos válidos o de interés para el estudio, con el objetivo final de decidir si estas hipótesis se confirman o se rechazan.
Para ello, es necesario pasar a la fase del trabajo de campo, en la que se procede a la recogida de datos propiamente dicha, siguiendo todos los pasos que se habían previsto de antemano.
Una vez que se ha realizado el trabajo de campo y se ha recogido la información requerida, se procede al tratamiento y análisis estos datos. Esta fase de análisis debe permitir encontrar las causas de la existencia del problema, es decir, las posibles causas de unas inadecuadas condiciones psicosociales de trabajo.
Con los resultados del análisis de los datos, se redactará un informe, en el que se presentará la información de la forma más clara posible, de tal modo que facilite la discusión entre todos los implicados de los resultados obtenidos y de las medidas que se han de adoptar.
A partir de este informe, y después de reflexionar y discutir entre los interlocutores sociales los resultados del estudio, se elaborará y se pondrá en marcha un programa de mejora que intente corregir la situación inadecuada.
Finalmente, es fundamental prever la evaluación y el control de las acciones adoptadas, para poder comprobar que están consiguiendo realmente la corrección esperada.
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Excelente la explicacion antecedida, es muy importante tener en cuenta cada uno de los pasos