Para finalizar con el tema del estrés, al que he venido refiriéndome en todas las entradas de este mes de septiembre, voy a hacer un análisis en profundidad de esta problemática que afecta a la sociedad actual en mayor o menor medida.
Sabemos que el estrés es un fenómeno adaptativo de las personas que contribuye de forma importante a:
– Su supervivencia,
– Un adecuado rendimiento en sus actividades, y
– Un desempeño eficaz en muchas facetas de la vida.
El ser humano siempre se encuentra en un estado de estrés mínimo que, ante determinadas situaciones, se incrementa pudiendo producir un efecto beneficioso o negativo, dependiendo de si la reacción del organismo es suficiente para cubrir una determinada demanda o ésta “supera” a la persona.
Un determinado grado de estrés estimula el organismo y permite que éste alcance su objetivo, volviendo a la “normalidad” cuando el estímulo ha cesado.
Cuando se mantiene la presión y se entra en el estado de resistencia, las personas empiezan a tener sensación de incomodidad (tensión muscular, palpitaciones, etc.) Si continúa el agente causante del estrés, se llega al estado de agotamiento, con posibles alteraciones orgánicas o funcionales: son las llamadas “enfermedades de adaptación”, el estrés es un problema global importante que crece cada vez más y que afecta a todos los países y a todas las profesiones y categorías de trabajadores. Es cada vez más evidente que el estrés no atañe únicamente a los países industrializados, sino también a los países en desarrollo.
Los siguientes datos, que en su momento fueron titulares de periódico, nos dan una idea de la magnitud actual del problema:
– Una importante empresa minera de la India con más de 80.000 empleados ha introducido programas contra el estrés dirigidos a las diferentes categorías de personal.
– En Sudán, los resultados de las investigaciones han revelado niveles importantes de estrés entre los trabajadores nocrturnos de panaderías.
– El 60% del personal de enfermería de un hospital de San Pablo, Brasil, se quejaba de síntomas que tenían relación con el estrés, tales como tensión, fatiga y agotamiento.
– Un estudio de la Universidad de Concepción, sostiene que la mitad de la fuerza laboral del país padece distintos grados de estrés. Cuanto más pesada se hace la carga de trabajo, más se remarca la posibilidad de desarrollar estrés.
– En Chile, esta patología triplica la posibilidad de un infarto. Su influencia origina trastornos diabéticos, asma, cáncer, hipertensión, osteoporosis, diabetes, pérdida de memoria e incluso, envejecimiento. Según el Ministerio de Salud, un tercio de las consultas médicas que se realizan se relacionan con el estrés y afecta a más de un millón y medio de personas. En este sentido, la OMS sostiene que la depresión será una de las enfermedades más amenazantes de las próximas dos décadas.
– Un problema tan extendido supone un gran coste tanto para el individuo, al provocar incapacidad física y mental, como para las empresas y la sociedad, debido al absentismo, al bajo rendimiento, a las solicitudes de indemnización, a los seguros de enfermedad y a los gastos directos en servicios médicos que el estrés ocasiona.
– El coste económico del estrés para las empresas y la sociedad se puede ilustrar con datos de distintos países. Así, se ha estimado que durante 1997 y 1998, el absentismo causado por el estrés costó al Reino Unido alrededor de 5.000 millones de libras al año.
– Las estadísticas indican que en este país se pierden alrededor de 30 millones de días de trabajo por año debido a problemas neuróticos, cifra que no tiene en cuenta los días perdidos por alteraciones psicosomáticas, es decir, alteraciones físicas originadas o agravadas por problemas psicológicos o relacionados con el estrés. Para el Gobierno australiano, el coste de las indemnizaciones por estrés constituye el 16% del gasto total de indemnizaciones.
– En Estados Unidos el número de reclamaciones por estrés laboral en 1999 representó el 20% del total de indemnización y la indemnización media fue el doble de la pagada por daños físicos.
– El absentismo y la rotación reflejan frecuentemente estrés, ocasionado por la insatisfacción y un sinnúmero de variables pueden contribuir (aún cuando sea indirectamente) a los costes del estrés.
– Muchos de los costes más elevados en las organizaciones se expresan hoy en términos de oportunidades malogradas (o costes de oportunidad). En una empresa, un trabajador sometido a demasiado estrés puede no responder de forma creativa o no ser capaz de percibir la potencialidad de una situación, o bien decidir actuar conservadoramente y permanecer como observador, en vez de correr el riesgo apropiado; los costes asociados con estos eventos son literalmente incalculables. Es incalculable lo que podría ganar una organización si aumenta tan sólo un 3% la creatividad o un 5% la calidad de toma de decisiones de sus trabajadores.
En cuanto a las razones por las que se produce el estrés, hay que decir que una de ellas es que los cambios tecnológicos han producido trabajos que han tendido a incapacitar a los trabajadores. Aunque ha habido algún aumento en el número de trabajos con mejores condiciones, particularmente en las industrias de producción, el uso de los sistemas de trabajo automatizados, con frecuencia ha conducido a cargos que necesitan niveles menores de capacitación dando como resultado la devaluación, insatisfacción y finalmente el estrés de los trabajadores.
Otra razón para el aumento del estrés laboral está relacionada con el incremento del nivel educacional de los trabajadores. En los últimos años, se ha producido un gran aumento a nivel mundial de la participación educacional de los trabajadores en las naciones industrializadas. Los trabajadores nunca habían tenido un mejor nivel educativo aunque, desafortunadamente, no se han cumplido las expectativas asociadas de que la educación supondría el acceso a trabajos de alta capacitación.
Por otro lado, en algunos países, las políticas sociales no han diseñado empleos o trabajos que permitan niveles razonables de utilización de las capacidades. Se ha estimulado la participación educativa, pero raramente se ha alentado y exigido que las organizaciones de trabajo se estructuren de manera que los trabajos proporcionen el uso de las capacidades y supongan un reto para un grupo de trabajadores inicialmente capacitados y motivados.
Una razón más de la causa del estrés es el reducido número de intervenciones que tienen como objetivo reducir los niveles de estrés laboral. A pesar de su existencia, raramente se utilizan expertos en este tema para mitigar el estrés laboral, a través de un nuevo diseño del trabajo o del asesoramiento a los trabajadores estresados. Así, una lógica extensión de la ergonomía ocupacional correspondería con el objetivo de adaptar la organización a las personas y grupos, posibilitando su desarrollo personal y grupal; en definitiva, orientándose hacia el cliente interno con el objetivo de satisfacer sus necesidades y expectativas.
En definitiva, es indiscutible que las situaciones de estrés amenazan nuestro día a día, y aunque seamos capaces de controlar unas, surgirán nuevas situaciones que darán lugar a más estrés, pero de lo que no debemos olvidarnos es de que la salud es lo principal y por ello debemos protegernos desarrollando programas preventivas adecuados.
Excelente artículo sobre el estrés. Y es que la verdad estos problemas como el estrés, que además vienen a más año tras año, surgen por distintos motivos como el trabajo, los hijos, la familia, la crisis e inclusive la política. El problema es cuando el estrés esta día tras día con nosotros, allí ya es un problema, y lo ideal sería buscar ayuda lo más pronto posible, de lo contrarío, se comenzarán a dañar todas nuestras relaciones y además de ello no estaremos bien en ningún sitio. Aprovechando la ocasión, os dejo una interesante información sobre uno de los tantos motivos que puede causar el estrés El ruido en el trabajo
Saludos.